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Mostrando entradas de mayo, 2023

HUYAMOS DE TODA TENTACIÓN

La tentación se puede definir como una presión que quiere conducirnos al pecado, pero no es pecado la tentación sino hasta cuándo se ha cedido a su propuesta. Es inevitable la tentación, pero si es evitable aceptar su sugerencia, para evitarla no es bueno mantener una discusión con la misma sino es mejor huir de sus garras e ignorar su voz inmediatamente que nos busque para destruirnos.   “Huye, pues, de las pasiones juveniles y sigue la justicia, la fe, el amor y la paz, con los que invocan al Señor con un corazón puro.” 2 Timoteo 2: 22 (LBLA)   Para no caer en la tentación es necesario estar de antemano preparados, fortaleciendo nuestro espíritu en la obediencia fiel a la Palabra de Dios como esclavos que procuran constantemente agradar a su Señor y nunca a sí mismos. Es nuestro propósito tener un corazón puro, perfeccionado día con la obediencia a la Palabra de Dios, por lo tanto alejémonos de todo aquello que quiera alejarnos del propósito que Dios ha predestina...

UN LLAMADO A LA SANTIFICACIÓN

“Considerad, pues, hermanos, vuestra vocación y ved que no hay muchos sabios según la carne, ni muchos poderosos, ni muchos nobles; sino que lo necio del mundo escogió Dios para avergonzar a los sabios; y lo débil del mundo escogió Dios para avergonzar a lo fuerte;  y lo vil del mundo y lo menospreciado escogió Dios, y lo que no es, para deshacer lo que es, a fin de que nadie se jacte en su presencia. Pero por él estáis vosotros en Cristo Jesús, el cual nos ha sido hecho por Dios sabiduría, justificación, santificación y redención, para que, como está escrito: «El que se gloría, gloríese en el Señor.»” 1 Corintios 1: 26-31 (RVR 1995)   Ninguno que ha sido rescatado por Jesucristo de las garras del maligno puede decir que fue por su propia fuerza o valentía, sino debe reconocer que su vida era miserable, pobre, herida por el pecado, rodeada de ruinas y sin posibilidad alguna de libertad, porque se encontraba en la densa oscuridad del pecado, pero por graci...

DESPOJÉMONOS DE TODO PESO DEL PECADO

El pecado solo trae vergüenza y fracasos, su fin último es la muerte, sus aliados la destrucción y el caos, se podría decir que pecaminoso es la palabra más apropiada para definir al pecado, porque su perversa esencia es definida en sí misma. No es bueno cargar con el pecado, pero todo el género humano lo lleva en sus espaldas, como una carga de la que pareciera no poder zafarse, es que no puede en sí mismo, pero es el poder del evangelio para el que cree en El la respuesta a esta desesperación.   La única manera que el ser humano podrá acercarse a Dios es sin pecado, siendo santos porque Dios es santo, pero no hay nada que el ser humano pueda hacer para ser santo, sino que la única manera es por medio de un nuevo nacimiento, uno que es dado solamente por la gracia de Dios al que cree en el evangelio.   “Por tanto, nosotros también, teniendo en derredor nuestro tan grande nube de testigos, despojémonos de todo peso y del pecado que nos asedia, y corramos con pacienci...

DIFERENTES PERO NECESARIOS

Somos diferentes unos de los otros, tenemos diversos dones, fortalezas y aun debilidades pero nos necesitamos.   “Así que, nosotros los que somos fuertes, debemos sobrellevar las flaquezas de los débiles y no agradarnos a nosotros mismos.” Romanos 15: 1 (LBLA)   No somos islas separadas en donde cada uno deba ocuparse solo de sus propios asuntos sino somos una comunidad que comparte una misma fe, la fe en Jesucristo, y una misma fidelidad, la fidelidad a su Palabra, es lo anterior nuestro común denominador y es en medio del servicio a Dios que como Iglesia experimentaremos la unidad y comprenderemos la necesidad que tenemos primeramente de Dios y seguidamente de unos a otros para el cumplimiento de la gran comisión, la cual es nuestra tarea principal sobre esta tierra, en donde se nos ordena a ir a hacer discípulos a todas las naciones, a predicar de la Palabra hasta lo último de la tierra con el propósito de que toda lengua confiese a Jesucristo como su Señor y Salv...

LA IGLESIA EN MEDIO DE LA VIOLENCIA

La Iglesia debe fortalecerse en su Señor día a día, aun mas en estos días que se ve muy débil frente a un enemigo hostil y perseguidor que solo quiere hacerle daño, por lo que es necesario que se humille ante su Señor, se levante y en esfuerzo procure con todas sus fuerzas agradar a quien es su cabeza.   “Cristo es la cabeza de la iglesia,     que es su cuerpo. Él dio comienzo a todo     y fue el primero en resucitar de la muerte.     Entonces él es el más importante en todo sentido.” Colosenses 1: 18 (PDT)   La Iglesia es importante pero no es lo más relevante, porque solo Jesucristo es el más trascendental, es entendiendo lo anterior que la Iglesia será impactante en su función, atenta en su misión y sumisa a su Señor. No se puede transformar como Iglesia sin la dirección de Jesucristo, porque es en El, por El y para El que la Iglesia es.

EL AMOR DE DIOS EN TIEMPOS DE ENFRIAMIENTO

El enfriamiento en un corazón es causado principalmente por el pecado que tiene su fundamento en la incredulidad. Un caso que explica lo anterior es el aborto, el cual es un delito o un crimen contra la vida de un inocente, los gobernantes al dejar de creer en Dios han optado por creer en su propia idea de valores que en la realidad son antivalores que promueven entre muchas cosas negativas: el egoísmo y la corrupción.   En medio de una sociedad egoísta y corrupta con un corazón endurecido como el hielo por el pecado ¿Qué puede hacer el que cree en Jesucristo? Primero es necesario que no se crea firme, porque el sistema puede afectar, por lo tanto es necesario que como cristianos estemos atentos como vigilantes ante las asechanzas del enemigo que quiere llevarnos a endurecer nuestros corazones. En ese proceso es importante que evitemos ir detrás de lo que el mundo desea, es decir que rechacemos toda idea del maligno y sigamos con firmeza a Jesucristo y su voluntad, aunque est...

EL CONDUCTOR DE TU VIDA

¿Quién conduce tu vida? ¿La conduces tu o Dios? No es posible conducir nuestra vida en nuestras propias fuerzas, solo intentarlo nos puede llevar a estrellarnos, porque no tenemos la fuerza y capacidad suficiente para conducir aquel auto llamado vida, pero existe un conductor, solo uno que puede conducir nuestra vida, es Jesucristo, por lo que necesitamos dejar a un lado nuestro insensato orgullo que no permite al verdadero conductor de vidas conducir nuestras vidas para que Él sea tomando el timón y así el control total de toda nuestra vida.   “Bendeciré a Jehová que me aconseja; aun en las noches me enseña mi conciencia.” Salmo 16: 7 (RVR 1960)   El Señor es nuestro más grande consejero, su Palabra nos orienta, llena de gozo nuestra alma y nos provee de verdadero reposo.

NO TE DEJES LLEVAR POR TUS EMOCIONES

Las emociones son muy complejas, por eso no es bueno dejarnos llevar por las mismas, más bien debemos conducirlas a Dios para que Él sea gobernándolas, pues en nuestras propias fuerzas no podemos controlarlas, pero Jesucristo sí, porque Él es más fuerte, es Todopoderoso y nada hay que no pueda controlar aun nuestras emociones si las entregamos a su cuidado. Entregar nuestras emociones a Dios es obedecer su Palabra, dejar nuestro pecado para caminar en su voluntad, es reconocer que no podemos pero que en Él es posible lo que parece imposible, es someternos absolutamente a su Señorío.   “El que en él cree, no es condenado; pero el que no cree, ya ha sido condenado, porque no ha creído en el nombre del unigénito Hijo de Dios.” Juan 3: 18 (RVR 1960)   Creer en Jesucristo significa arrepentimiento y obediencia fiel a su Palabra, es humildad porque es reconocer que no podemos sin Él, es valentía porque es vivir en contra de la corriente pecaminosa y es libertad porque vivi...

DE UN MENDIGO A OTRO MENDIGO

Somos seres humanos que debido al pecado estamos bajo una naturaleza corruptible, por lo que no hay persona que se pueda justificar como justo delante del Señor. Lo anterior nos debe hacer pensar en dos preguntas fundamentales ¿Cómo me dirijo delante de Dios? Y ¿Cómo lo hago con los hombres? Porque si en verdad creemos en el evangelio su evidencia es que nos postramos delante del Señor en humillación y somos humildes con nuestros semejantes porque reconocemos nuestra condición y necesidad total y absoluta de nuestro Señor y Salvador Jesucristo.   El evangelismo es compartir del evangelio a nuestros semejantes, pero también es compartirlo a nuestra alma, a tiempo y fuera de tiempo, es decir que constantemente, porque el evangelio es el alimento espiritual que nos fortalece, es el agua y el pan para el que es pobre en espíritu, es la necesidad primaria del creyente, porque el evangelio es Jesucristo, su Obra de Redención en donde se hace evidente el gran amor de Dios hacia nosotr...

MISERICORDIA HACIA EL PECADOR

  La misericordia se refiere a la compasión y no a la lastima, es una genuina piedad que se demuestra hacia aquel que reconoce su condición de miseria. No es bueno compadecerse con el pecado, pero si con el pecador arrepentido de su pecado, porque la realidad es que todos somos pecadores, nadie es sin pecado sino solo Dios quien es el único que tiene derecho de juzgar al hombre, por lo anterior es importante que nos compadezcamos de los demás, que no los miremos por debajo sino con humildad, recordando que nosotros no somos nada si no fuera por la gracia de Dios.   “Por lo cual no tienes excusa, oh hombre, quienquiera que seas tú que juzgas, pues al juzgar a otro, a ti mismo te condenas, porque tú que juzgas practicas las mismas cosas.” Romanos 2: 1 (LBLA)   Antes de juzgar a una persona, pensemos ¿hacemos lo mismo? Puede que no hayamos hecho exactamente el mismo mal de otra persona, pero de una u otra manera todos hemos pecado, por lo que es necesario que en prime...

COMPASIÓN PARA LAS VIUDAS Y LOS HUÉRFANOS

  Las viudas y los huérfanos han sido una de las poblaciones más vulnerables al desánimo y desaliento del alma y el espíritu. Tener compasión de los más débiles es demostrar con los hechos tu adoración a Dios, porque adorar a Dios no es solo cantar canciones de alabanza a su nombre sino es una vida que le agrade, es amar a nuestro prójimo, porque no es posible amar a Dios sin tener compasión de nuestros hermanos.   “Si, pues, habéis resucitado con Cristo, buscad las cosas de arriba donde esta Cristo sentado a la diestra de Dios. Poned la mira en las cosas de arriba, no en las de la tierra” Colosenses 3: 1 (RVR 1995)   Si nos cuesta amar a nuestro prójimo es porque tenemos problemas en nuestra relación con Dios, por lo que es necesario examinar nuestro corazón a la luz de las Escrituras, arrepentirnos y buscar la voluntad de Dios en nuestras vidas para seguirla y obedecerla.   

CIEGOS SON LOS QUE SE CREEN SIN PECADO

“Jesús les respondió: Si fuerais ciegos, no tendríais pecado; mas ahora, porque decís: Vemos, vuestro pecado permanece.” Juan 9: 41 (RVR 1960)   El pecado es el problema principal de todo ser humano, pero mayor problema que el pecado es creer que no se tiene pecado, porque una persona que ignora su pecado no luchara en contra del mismo sino a favor. No es bueno el pecado, pero si te arrepientes, reconociendo tu pecado, y crees en Jesucristo podrás obtener el perdón de Dios por tu pecado, pero si rehúsas creer en Jesucristo, creyendo que tus obras te salvaran, que el pecado que cometiste puede ser redimido por ti mismo, entonces no has comprendido que nada puedes hacer en contra del pecado, porque únicamente Dios puede darte la victoria en Jesucristo.   No hay otro camino que Jesucristo a la salvación del ser humano, porque el ser humano está perdido por naturaleza, rumbo a su propia condenación, pero en Jesucristo tenemos la esperanza de la reconciliación con Dios, de de...

EL PUBLICANO Y EL FARISEO

Un fariseo en su época se puede comparar actualmente a un religioso que por sus obras se cree mejor que los demás, por lo tanto no reconoce su necesidad de arrepentimiento, sino con soberbia se relaciona con sus prójimos pues cree que son inferiores a él, pero se engaña a sí mismo al creer que sus obras lo justificaran delante de Dios. Jesucristo dijo la siguiente parábola a quienes confiaban en sí mismos como justos y menospreciaban a los otros:   “Dos hombres subieron al templo a orar: uno era fariseo, y el otro publicano. El fariseo, puesto en pie, oraba consigo mismo de esta manera: Dios, te doy gracias porque no soy como los otros hombres, ladrones, injustos, adúlteros, ni aun como este publicano; ayuno dos veces a la semana, doy diezmos de todo lo que gano. Mas el publicano, estando lejos, no quería ni aun alzar los ojos al cielo, sino que se golpeaba el pecho, diciendo: Dios, sé propicio a mí, pecador. Os digo que este descendió a su casa justificad...

LA MUJER ADULTERA

Es fácil ver el pecado de nuestro prójimo, pero cuán difícil es examinarnos a nosotros mismos. Muchas veces nos apresuramos a señalar a una persona, cuando en primer lugar se nos demanda nuestra propia responsabilidad.   “Entonces los escribas y los fariseos le trajeron una mujer sorprendida en adulterio; y poniéndola en medio, le dijeron: Maestro, esta mujer ha sido sorprendida en el acto mismo de adulterio. Y en la ley nos mandó Moisés apedrear a tales mujeres. Tú, pues, ¿qué dices? Mas esto decían tentándole, para poder acusarle. Pero Jesús, inclinado hacia el suelo, escribía en tierra con el dedo. Y como insistieran en preguntarle, se enderezó y les dijo: El que de vosotros esté sin pecado sea el primero en arrojar la piedra contra ella. E inclinándose de nuevo hacia el suelo, siguió escribiendo en tierra. Pero ellos, al oír esto, acusados por su conciencia, salían uno a uno, comenzando desde los más viejos hasta los postreros; y quedó solo Jes...

NO TODOS SON SUS HIJOS

  Ser llamado hijo de Dios es un derecho de solo quienes por gracia de Dios han recibido y creído en el nombre de Jesucristo, como enseña Juan 1: 12:   “Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios” Juan 1: 12 (RVR 1960)   No hay otro nombre en el que podamos ser salvos y llamados hijos de Dios sino en el nombre de Jesucristo, por lo tanto no es verdad que en nombre de nuestras obras o aparentes buenas intenciones somos aceptos por Dios sino solo por medio de Jesucristo. No significa lo anterior que las obras humanas sean en absoluto malas sino que sin Jesucristo ningún obra humana tiene verdadero valor para la eternidad, por lo tanto antes de pretender hacer “buenas obras” es necesario comprender que sin Jesucristo nada de lo hagamos será bueno, porque solo es en Jesucristo que podemos ser llamados hijos de Dios para buenas obras y no que somos llamados a hacer buenas obras para ser hijos de Dios...

VIVIR CON UNA BUENA CONCIENCIA

El orgullo es el mayor deleite del pecado por lo que vivir con buena conciencia es dejar a un lado el orgullo, someterse a Dios y a su Palabra, no agradar a la carne, al mundo, ni a satanás. No es fácil ir en contra de la corriente, en contra de nuestro pasado pecaminoso, en contra de los deseos del viejo hombre, porque en ese camino hay bastante presión, pero cuando nuestra confianza esta puesta primeramente en Dios entonces deja de importar lo que otros piensan, como la historia que cuentan algunas personas de un pianista. Hace un tiempo un pianista tocaba para un público bastante grande y al finalizar su presentación todos aplaudieron pero el pianista no lucia feliz por lo que uno de los que le acompañaba le preguntó por la razón de su descontento a lo que el pianista contestó señalando a un hombre y dijo -él no me aplaudió, - es solamente un hombre, son muchos más los que te aplaudieron- le respondió su amigo, pero la respuesta del pianista fue asombrosa al decir – No me importa ...

MANTENIENDO UNA MENTE LIMPIA

Es importante hacer lo necesario para que nuestra mente este y se mantenga limpia, pero para ello se requiere de una disciplina, porque no es posible el pleno desarrollo de nuestra santificación mientras nuestra mente está ocupado en pensamientos vagos, divagando en el conformismo y la vanidad, por lo tanto es necesario que como cristianos dejemos toda pereza y con firmeza procuremos mantener nuestra mente limpia y en servicio a Dios.   “Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio, y renueva un espíritu recto dentro de mí.” Salmo 51: 10 (RVR 1960)   El salmista comprendió que no podía hacer nada en sus propias fuerzas para mantener su mente limpia, porque el único que podía guiarle a la santificación de su alma era Dios, por lo tanto le clamó con ruegos que renovara su mente. Aun así, en este camino el Señor ha demandado a todo aquel que en verdad le cree a que abandone su viejo hombre y que se renueve en el nuevo que ha sido creado en la justicia y santidad de la verdad...