HUYAMOS DE TODA TENTACIÓN

La tentación se puede definir como una presión que quiere conducirnos al pecado, pero no es pecado la tentación sino hasta cuándo se ha cedido a su propuesta. Es inevitable la tentación, pero si es evitable aceptar su sugerencia, para evitarla no es bueno mantener una discusión con la misma sino es mejor huir de sus garras e ignorar su voz inmediatamente que nos busque para destruirnos.

 

“Huye, pues, de las pasiones juveniles y sigue la justicia, la fe, el amor y la paz, con los que invocan al Señor con un corazón puro.” 2 Timoteo 2: 22 (LBLA)

 

Para no caer en la tentación es necesario estar de antemano preparados, fortaleciendo nuestro espíritu en la obediencia fiel a la Palabra de Dios como esclavos que procuran constantemente agradar a su Señor y nunca a sí mismos. Es nuestro propósito tener un corazón puro, perfeccionado día con la obediencia a la Palabra de Dios, por lo tanto alejémonos de todo aquello que quiera alejarnos del propósito que Dios ha predestinado en nuestras vidas.

Comentarios

Entradas populares de este blog

SÍNTOMAS DE UNA CRISIS ESPIRITUAL

EL CONOCIMIENTO ES VANO SIN EL ENTENDIMIENTO

¿CÓMO VENCER AL PECADO?