JUVENTUD MÁS QUE VENCEDORA

  El amor genuino debe ser la característica esencial del cristiano en toda su manera de vivir, es decir que la motivación principal de todo lo que hagamos, digamos o pensemos debe ser el amor. “En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si tuviereis amor los unos con los otros.” Juan 13: 35 (RVR 1960) El amor que decimos tener a Dios debe ser expresado también hacia nuestros hermanos, pero si decimos que amamos a Dios y aborrecemos a nuestro prójimo nos engañamos a nosotros mismos, porque ¿Quién puede amar a Dios a quien no ve y odiar a su hermano a quien ve? No podemos ser incoherentes en nuestra vida cristiana, si Dios nos perdonó debiéramos también perdonar también a nuestros ofensores, si Dios nos amó y nosotros hemos creído en su amor, entonces como evidencia o fruto de nuestra fe debiera estar el amarnos unos a otros.

Estamos de paso, por un muy corto tiempo, en este mundo y como peregrinos en Cristo debemos recordar todos los días que nuestra morada eterna y verdadera es celestial. “En la casa de mi Padre muchas moradas hay; si así no fuera, yo os lo hubiera dicho; voy, pues, a preparar lugar para vosotros.” Juan 14: 2 (RVR 1960) El Señor ha preparado un lugar para nosotros, uno mejor para vivir, pero en este lugar de eternidad no estará toda la humanidad, para muchos esta vida será el cielo en la tierra en comparación al lugar donde sus almas se dirigen, porque sin arrepentimiento y fe en Cristo el hombre pecador no tiene esperanza en la eternidad, pero en Jesucristo no solo es posible esperar un mejor lugar sino tener confianza para vivir con gozo sobre esta tierra.

  Parece que estamos en un matrimonio eterno con el pecado en el que solo la muerte nos podrá separar del mismo, porque quizás más de una vez hemos intentado separarnos del mismo y de la muerte, pero no ha sido posible y nunca lo será para ningún pecador a menos que muera y vuelva a nacer. El nuevo nacimiento es la única esperanza que tiene el pecador en su condición moribunda de pecado, pero ¿Qué es esto del nuevo nacimiento? Es el más grande milagro que puede experimentar un ser humano, porque es la transformación completa y espiritual que trae vida a un muerto, es un nuevo amanecer y la esperanza de la plena restauración para el que cree en Jesucristo. “Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús, los que no andan conforme a la carne, sino conforme al Espíritu.” Romanos 8: 1 (RVR 1960) Los nuevos nacidos están en Cristo Jesús y su nuevo camino es guiado por el Espíritu Santo. Ellos necesitan recordar constantemente su nueva identidad en Jesucri

El pecado esclaviza a una persona, no le permite sino hacer solamente el mal, aun lo que aparentemente hace como si fuera bueno realmente es malo, porque no hay libertad en el bien para quien es esclavo del mal, por lo que muchas veces sin saberlo se encuentra atado a vivir solo para la satisfacción del pecado. La persona que es esclava del pecado tiene como amo a su propio vicio a quien busca continuamente servir, sea este las drogas, el alcohol, la vanagloria o algo tan aparentemente sutil como la misma persona. No es posible tener verdadera libertad en nosotros mismos, porque somos incapaces de cambiar en nuestras propias fuerzas o capacidades. "Todos nosotros somos como el inmundo, y como trapo de inmundicia todas nuestras obras justas; todos nos marchitamos como una hoja, y nuestras iniquidades, como el viento, nos arrastran.” Isaías 64: 6 (LBLA) Estamos en un camino de desdicha por el pecado, pero en Cristo esta densa oscuridad se disipa por su Luz. Es en la fe en