LA ARMADURA DE DIOS
La guerra contra el pecado es hasta la muerte, por lo tanto no podemos darle tregua, ni rendirnos frente al mismo, sino luchar contra este gran mal hasta la muerte y hacerlo con valentía, decisión y gozo (Nehemías 8: 10). Lo bueno es que no estamos solos para derrotar al pecado y al maligno que nos quiere llevar a caer en sus garras, sino que Dios nos ha dado una armadura con la que podremos derrotar a satanás y al pecado. La armadura de Dios es lo único eficaz contra el ser más maligno del universo, este ser que es más fuerte que nosotros y tiene mucha más experiencia, es un ser con bastante poder, uno que antes era nuestro padre pero ahora es nuestro enemigo, este ser llamado satanás no tiene poder ilimitado ni es más grande que Dios y aunque fue derrotado en la cruz aún sigue atacando con desespero, como un león rugiente sin piedad alguna, pero sabemos que en Cristo podemos vencerlo. No podemos ignorar sus artimañas, ni su poder, pero tampoco tenerle miedo, porque aunque nos