UNA SANA TEOLOGÍA PARA LA BUENA SALUD DE LA IGLESIA


Dicen que “lo importante es tener buena salud”, es algo que escuchamos en la cotidianidad, ahora en cuanto a la Iglesia es muy cierto, la buena salud de la Iglesia es muy importante, porque una iglesia saludable es fuerte y vigorosa para obedecer al Señor como Él quiere, pero una iglesia enferma nada puede hacer sino solo dormir, mientras “se recupera”. Para que una iglesia enferma se recupere de su enfermedad y restablezca su salud, asi como para que una iglesia saludable mantenga su buena salud necesita de una sana teología.

Debido a que la teología es el uso de la razón sometida a la Palabra de Dios, entonces el centro no debe ser la razón sino la Palabra de Dios, por tal razón, lo primero que debemos comprender es que una sana teología requiere someter el razonamiento a la Palabra de Dios. Someter el razonamiento a la Palabra de Dios es reconocer que no es el razonamiento, ni en una religión que hay salvación sino solo en Jesucristo como lo declaran las Escrituras en 1 Timoteo 2: 5.

La Biblia tambien llamadas las Sagradas Escrituras es la Palabra de Dios, y como dijo Galileo ““Dios no nos ha dado la Biblia para que sepamos cómo es el cielo sino para ir al cielo”. Por lo anterior es que debemos reconocer en la sana teología que es en la Biblia que el Señor revela Su Salvación, no de ninguna otra manera, y la Biblia nos enseña que solo Jesucristo salva al pecador, como dijo Grau: “nadie se salva por pertenecer a la religión cristiana, sino por pertenecer a Cristo”[1]

Lo primero que debe comprender la Sana Teología es que solo Jesucristo salva y la Salvación que nos ha ofrecido es a pecadores que se arrepienten y creen en El, por lo tanto es por medio únicamente de la fe, la cual es don de Dios, que el pecador es salvo. Y la fe viene por el oír y el oír la Palabra de Dios, por lo tanto la exposición de la Biblia es la única forma en la que el hombre pecador por milagro de Dios puede acercarse a Dios en arrepentimiento y fe.

“Pero estas se han escrito para que creáis que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios, y para que creyendo, tengáis vida en su nombre.” Juan 20: 31 (RVR 1960)

Para comprender mejor lo que es una sana teología, debemos comprender que es teología. En palabras de la RAE (Real Academia Española) la teología es la “ciencia que trata de Dios fundada en los textos sagrados, la tradición y los dogmas.”[2]. No es teología, o no debería llamarse teología la ciencia de lo sobrenatural, porque esto dejaría afuera el estudio de la naturaleza que Dios creó, como los seres humanos, tampoco un simple discurso acerca de Dios, porque Orfeo y Homero serian declarados teólogos, aunque en un sentido si lo fueron, pero no buenos teólogos, tampoco es la ciencia de la religión, porque la misma palabra religión es ambigua. La teología no es una ciencia cualquier sino es la ciencia mas sagrada de todas que debe de cuidarse continuamente para evitar un erróneo estudio, por lo tanto toma como estudio los hechos, reconoce los hechos en la Biblia, es de esta manera que tambien lo han visto teólogos sanos como Charles Hodge de quien podemos tomar principios hermenéuticos o de interpretación muy importantes para evitar una dañina teología.[3]

 

EL MÉTODO INDUCTIVO

Charles Hodge cuando se refería a teología hacía mención de los hechos. Son los hechos los que deben ser estudiados y expuesto en su relación interna, unos con otros y cada uno de ellos con todos los demás. De esta manera en su libro Teología Sistemática enseñó que la Biblia contiene las verdades que tiene que recopilar el teólogo para producir una correcta teología bíblica y sistemática, entendiendo la primera como determinar y enunciar los hechos de la Escritura y la segunda como la relación entre los hechos en su armonía y consistencia.

Para que los hechos sean asimilados es necesario realizar una adecuada teología sistemática. Como protectores de la verdad y de la sana teología es nuestro deber traer todos los hechos de la Revelación y ordenarlos con la sabiduría que proviene de Dios. Es asi que se establece un método teológico inductivo que comienza recogiendo hechos para inferir de las mismas leyes generales, este método se diferencia en mucho del especulativo y místico los cuales son un gran peligro y por tal motivo, para prevenir del uso de estos métodos a la Iglesia, se explicaran a continuación:

-          El método especulativo sirve como un proceso de pensamiento que tiene 3 formas: deísta y racionalista (parten de axiomas metafísicos), dogmática (la razón sobre la Biblia) y trascendental (la verdad tiene que ser descubierta para ser entendida).

-          El método místico es un asunto prioritariamente de los sentimientos, su aplicación se convierte en algo “sobrenatural” y natural, en lo “sobrenatural” se refiere a seguir la luz interior a través de los sentimientos y en lo natural en la búsqueda de la pureza como lo más importante sin importar la religión.

En el misticismo se reconocen a muchos teólogos como Schleiermacher que creía que lo más sublime esta en los sentimientos, por lo que cada acción debe filtrarse por medio de las emociones, aun la misma Biblia, es asi que no es tan diferente al método especulativo, porque el especulativo pone la razón sobre la Biblia y el místico las emociones sobre la Biblia. En cambio el método inductivo es similar al que se aplica a las ciencias naturales:

1-     Toma los hechos como son

2-     Se asegura de tener los necesarios para justificar cualquier indiferencia

3-     Conforme a los hechos determinados y clasificados deduce las leyes que las rigen

La diferencia es clara, el método inductivo reconoce la autoridad de la Biblia sobre las emociones y la razón, por esta razón la estudia de una manera diferente al místico o al especulativo. Es asi que vamos comprendiendo cada vez mejor que el teólogo sano reconoce el estudio de la Biblia como lo hace el hombre de ciencia con la naturaleza.

El método inductivo reconoce que las Escrituras enseñan la verdad y que los efectos de la verdad con poder salvador del Espíritu Santo son extraordinarios, asi tambien es muy cuidadoso al momento de interpretar los hechos, evitando dar declaraciones doctrinales de manera apresurada sin antes realizar una exhaustiva tarea investigativa. Para comprender mejor lo anterior revisemos el siguiente ejemplo.

En la Biblia podemos ver dos hechos aparentemente contradictorios: Jesucristo es Omnisciente, tiene inteligencia Divina (Juan 8: 58), pero tambien tiene un crecimiento intelectual e inteligencia humana (Juan 19: 28). Ambos deben ser tenidos en cuenta, porque nos van a enseñar dos verdades: Jesucristo es verdaderamente Dios y verdaderamente hombre.

De la sana teología se conocen los principios, pero estos se derivan de los hechos, es decir de las Escrituras porque las Escrituras contienen todos los hechos de la sana teología. Es asi que nuestra filosofía debe derivarse de la Biblia y no lo contrario, concluyendo en este punto que la teoría tiene que ser determinada por los hechos, y recordemos que cuando hablamos de hechos en la sana teología nos referimos a la Biblia.

Muchas herejías destructoras han llegado a la Iglesia debido a erróneas interpretaciones de la Biblia, reconociendo a los hechos extrabíblicos como fuente de interpretación, asi surgió el arminianismo, entre otras doctrinas. Pero nos enfocaremos en el arminianismo, para poder revisar como un grupo de teólogos sanos respondieron a esta doctrina en un documento, el cual terminó siendo relevante para la salud de muchas iglesias, puesto que dio mayor y mejor claridad al pueblo de Dios. Este documento fue llamado los cánones de Dort.

 

LOS CÁNONES DE DORT: UNA RESPUESTA AL ARMINIANISMO

Los cánones de Dort se pueden comprender como una respuesta al arminianismo, por lo que antes de explicar de que trataba este documento, se hace relevante hablar de la corriente teológica arminiana.

El arminianismo nació con Arminio, quien fue un hombre que creció en medio del auge de la Reforma, pero tambien del humanismo, es asi que tomó ideas de uno y del otro bando para sustentar su teología, la cual se basó en el siguiente análisis: Primero se preguntó ¿Puede la Gracia de Dios ser irresistible? Para Arminio fue un contundente si, su argumento principal para esta respuesta tan apresurada fue su propia experiencia, en donde observaba que la Gracia fue dada a todos, pero no todos la habían aceptado, es decir que para este teólogo el hombre tenía la capacidad de recibir o rechazar la Gracia. Aun asi, años atrás otros reformadores como Juan Calvino ya habían respondido a este cuestionamiento de la siguiente manera:

Dios mueve nuestra voluntad, no como durante mucho tiempo se ha enseñado y creído, de tal manera que después esté en nuestra mano desobedecer u oponernos a dicho impulso; sino con tal eficacia, que hay que seguirlo por necesidad[4]

Arminio no aceptó esta respuesta y prefirió seguir una que se encontraba mas inclinada a la teología católica romana que enseñaba entre sus pensamientos una salvación universal. Así fue que determinó exponer muchas de sus comprensiones, las cuales eran principalmente de carácter soteriológico (referente a la Salvación), enseñando un orden de la Salvación que en gran manera exaltaba a la acción del hombre sobre la del Creador, cuando en realidad es lo contrario, la acción del Creador siempre esta y estará sobre la acción de sus criaturas y nadie esta sobre Dios, por eso Dios y solo Dios debe ser honrado y glorificado en todo, cualquier pretensión de exaltar a alguna criatura que se encuentra debajo de Dios es idolatría.

La enseñanza de Arminio aparentemente no presentaba un problema muy grave pero el desarrollo de su pensamiento demostraría que en verdad tendría consecuencias catastróficas para la salud de la Iglesia, porque terminaba poniendo en el centro del evangelio y aun de la misma Biblia al hombre y no a Dios, asi es que se ve la fuerte influencia del humanismo en la persona de Arminio y posteriormente de sus seguidores que fueron llamados arminianos.

El conflicto de los arminianos o remonstrantes a la doctrina reformada que se había expuesto con claridad, anteriormente en sus 5 solas, fue tan notoria que se hizo un llamado a diversos teólogos del continente europeo para hacer una reunion, asi fue que se dio inicio al Sínodo de Dort[5]. Pero antes de empezar esta reunion, la cual tenía tambien a los arminianos en el gran salón de reunion para escuchar su explicación a estas extrañas doctrinas se realizó una impresionante oración, en donde cada uno de los participantes de la reunion declaró su sometimiento total a las Sagradas Escrituras, expresando en conjunto esta promesa ante Dios:

“Prometo ante Dios, en quien creo y a quien adoro, como presente en este lugar y como Escudriñador de todos los corazones, que durante el curso de los procedimientos de este Sínodo, que examinará y decidirá no solo los 5 puntos y todas las diferencias resultantes de ellos, sino tambien cualquier otra doctrina, no usaré ningún escrito humano, sino solo la palabra de Dios que es una regla infalible de fe. Y durante todas estas discusiones, solo tendré como objetivo la gloria de Dios, la paz de la Iglesia, y especialmente, la preservación de la pureza de la doctrina. Ayúdame, mi Salvador Jesucristo. Ruego a Él que me ayude con Su Espíritu Santo”[6]

Aun asi, después de este encuentro y diferentes discusiones los arminianos mostraron su rechazo a la doctrina soteriológica que se había reconocido desde años atrás. Históricamente el arminianismo y sus seguidores que fueron llamados tiempo después remonstrantes, rechazaron el Sínodo de Dort con una actitud arrogante que los llevó a ser expulsados, luego perseguidos por algunos extremistas y más tarde tuvieron un lugar de preminencia que les dio la apertura para crear su propio Sínodo, escuela teológica y congregaciones. Ahora, revisando esto es necesario volver al conjunto de cánones del Sínodo de Dort que dieron fuerza a la teología ortodoxa para fortalecer una sana doctrina, doctrina de la gracia que es necesario defender porque es basada solo en la Escritura buscando solo la Gloria de Dios.

En primer lugar hablaremos de la predestinación incondicional como elemento esencial que niega la teología arminiana, según Roger E. Olson[7], porque la teología arminiana cree que la predestinación es condicional, basada en la presciencia de Dios, de tal manera que Dios murió por todos, pero por ninguno en particular, lo que lleva a la decisión final de la salvación en el hombre y no en Dios. Pero ¿es verdad que la salvación está en manos del hombre? En muchos pasajes de las Sagradas Escrituras se nos enseña que la Salvación es de Dios (Salmo 3: 8, 62: 1; Lamentaciones 3: 26; Lucas 3: 6; Romanos 1: 16; 2 Tesalonicenses 2: 13; Apocalipsis 19: 1), no del hombre, entonces solamente Él tiene el derecho de dársela a quien quiere.

No es una teología correcta la arminiana, porque no reconoce la enseñanza de las Escrituras que claramente evidencian que el hombre es un pecador que nada puede hacer para ser salvo (Genesis 3, Juan 3 y Romanos 3). Es asi que el ser humano es condenado porque su naturaleza desde Adán y Eva cuando pecaron fue corrompida por el pecado, peca por naturaleza y nada puede hacer para salvarse a sí mismo, solo Dios puede librarlo (Efesios 2: 1-3).

La siguiente doctrina que revisaremos de manera genera será la expiación limitada (de la muerte de Jesucristo y de la redención del hombre) que se expone con claridad en el capítulo 2 del libro “Los Cánones de Dort para el siglo XXI”[8] y enseña que los seres humanos no fueron creados para sí mismos sino para Dios, para glorificar el Nombre de Dios. Glorificar a Dios es reconocer, ensalzar, engrandecer, magnificar y alabar al único Dios Soberano Todopoderoso y que tiene Autoridad sobre todo y todos, asi como enseña el catecismo menor de Westminster “el fin principal del hombre es glorificar a Dios y gozar de Él para siempre”. El propósito del hombre es satisface únicamente en Dios, en glorificar a Dios, porque fuimos creados para adorar y magnificar a Dios, pero este propósito no puede ser obedecido sin Dios mismo, no podemos gozarnos en alabar a Dios con una naturaleza pecaminosa, esclava al pecado.

Lo anterior es importante comprenderlo, Romanos 3 nos aclara mejor que nadie hay que busque a Dios, no existe ni un poco de residuo de bien en el hombre que le haga buscar a Dios. Por esta razón es que solo Dios, por Su Misericordia puede regenerarnos, justificarnos y redimirnos para que podamos honrarle como El quiere, pero como manifiestan los cánones de Dort, la obra expiatoria no es universal sino que la obra expiatoria de Jesucristo es exclusiva.

La expiación limitada es una doctrina que enseña que Jesucristo murió por todos, pero no por todo el mundo como enseña la teología unversalista católica romana, sino por todos los que escogió de antemano, en la eternidad pasada. Pero ¿por qué solo escogió a unos y no a todos? No sabemos, como dice Lara et al “por una razón que escapa del conocimiento, Dios escogió a algunos seres humanos para ser salvos por el puro afecto de su voluntad (Ef. 1)”[9]. Es de esta manera que a quienes Dios escogió, por ellos murió y justificó, dándoles Salvación y nueva vida por Gracia, por medio de la Fe.

La siguiente doctrina que hace parte de la sana teología es la conocida “Gracia irresistible o llamamiento eficaz”, ambos términos buscan enseñar que la Salvación es de Jehová (Salmo 3: 8, Jonás 2: 9), determinada antes de la fundación del mundo (Efesios 1), libre y soberanamente por Dios[10]. Es gracias a la Gracia irresistible de Dios que fuimos regenerados, porque en nuestra propia naturaleza nos encontrábamos avergonzados por nuestro propio pecado para presentarnos ante la Santidad de Dios que excluye al hombre de Su Presencia por la eternidad, por lo tanto el juicio merecido al ser humano por su Pecado es la eterna condenación. Adán pecó contra Dios, quien es Juez, Soberano, Santo y Todopoderoso[11]

¿Cómo entendemos mejor lo anterior? Por los 10 mandamientos, los cuales expresan la Ley de Dios y la Ley moral que todo hombre debe obedecer. Estos mandamientos puestos en el arca del pacto, las 2 tablas de piedra tambien llamados decálogo enseñan la Ley fundamental y básica del antiguo pacto, y funcionaron tambien como la Ley básica y ética central del antiguo pacto.

Los 10 mandamientos enseñan la Santidad de Dios y que el ser humano es un pecador. Pero estos mandamientos no solo son visibles en el antiguo testamento sino tambien en el nuevo testamento. Asi es que el Señor dijo de los 10 mandamientos y el nuevo pacto en la profecía del antiguo pacto:

“Pero este es el pacto que haré con la casa de Israel después de aquellos días, dice Jehová: Daré mi ley en su mente, y la escribiré en su corazón; y yo seré a ellos por Dios, y ellos me serán por pueblo.” Jeremías 31: 33 (RVR 1960)

Es decir que Dios pondría en los suyos su Ley en su mente y corazón, esto era una profecía para el nuevo pacto, que el Señor escribiría la Ley básica y fundamental en la mente de los suyos, no con tinta sino con el Espíritu Santo (2 Corintios 3: 3). Pero ¿Qué significa esta Ley? El significado de los 10 mandamientos es el amor, porque el amor es el cumplimiento de la Ley (Romanos 13: 8-10), y lo que hace el Espíritu Santo en el creyente es un ministerio que da vida y no muerte en corazones humanos, escribiendo, no en piedras sino en los corazones la Ley Moral y La Ley a la verdad es Santa, no es mala, no se opone al amor, por el contrario, el amor es el cumplimiento de la Ley. La obediencia a la Ley, por lo tanto, es inútil sin el amor, es una completa pérdida de tiempo tratar de obedecer la Ley sin el amor de Dios.

El amor obedece a la ley de Dios, por esta razón tambien podemos estar seguros de que los 10 mandamientos fueron relevantes tanto en el antiguo como en el nuevo pacto. La Ley moral tambien llamada la Ley mosaica es base de los actos de conciencia, la misma ley natural (conciencia) como señala Romanos 1: 18-32, 41.  Dios tambien se ha revelado a sí mismo y a su Ley por medio de su creación.

Conforme a Hechos 17: 24-29 y Romanos 1: 19-21 podemos ver que el poder eterno y deidad quedan claramente expuestas en sus obras. Asi tambien la creación a la imagen de Dios exige a todas las criaturas conformidad moral a la Ley de Dios. Pero todo ser humano es culpable de incumplir la Ley moral incluso si nunca ha leído la Biblia. No glorificar a Dios, no ser agradecidos a Dios, pensar neciamente, son pecados por los que somos culpables, la conciencia señala asi a todo ser humano su pecaminosidad, porque la conciencia se somete a la Ley moral (Romanos 2: 14-16)

Sin ley no puede haber pecado, por lo tanto todos somos culpables de pecado porque la conciencia enseña a todos, aun a los que no tienen la Revelación Especial, como enseña Romanos 2. Así es que nadie tiene excusa. La única ley conocida por toda la humanidad y por los que son juzgados son los 10 mandamientos o tambien llamada ley moral.

Los 10 mandamientos trascienden todos los pactos y culturas, cada mandamiento en su esencia expresan la Ley de Dios de forma resumida. Los mandamientos aunque no son escritos textualmente en el nuevo testamento, se reconoce su vigencia en el Nuevo Testamento en diferentes textos como el sermón del monte, por tal razón la Iglesia debe recordar los 10 mandamientos continuamente, no como una simple ordenanza sino como medida o pesa de balanza a la hora de tomar decisiones, de evangelizar y de obrar.

 

IGLESIA SANA

“Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia” 2 Timoteo 3: 16 (RVR 1960)

Conforme a lo expuesto anteriormente podemos comprender un poco mejor que hemos sido salvos únicamente por Gracia, por medio de la Fe solamente en Jesucristo. Como salvos, somos llamados libres, pero no para vivir en aislamiento y bajo nuestras propias normas sino para ser Iglesia, cuerpo de Jesucristo, vivir en comunión unos con otros para glorificar a Dios, como Él quiere.

Los antecedentes de la Iglesia son el tabernáculo, el lugar de la Presencia de Dios, por lo que tambien es llamada Tierra Santa y reconocer que la Iglesia es Tierra Santa es tambien evitar que los elementos no ordenandos dentro de la congregación sustituyan los sí ordenados, como pretendieron hacer en muchas ocasiones los fariseos (Marcos 7: 7-9). Para poder disfrutar de una iglesia sana,[12] es necesario tener mucho cuidado de la doctrina, porque ella determinara la liturgia, la vida de los creyentes y el caminar de los creyentes sobre esta tierra.

Uno de los temas más discutidos en los últimos siglos han sido los canticos de alabanza congregacional, creo que es muy importante hablar de este tema porque la verdadera alabanza y predicación de la Palabra ha sido en muchos lugares desplazados por innovaciones que contradicen la Suficiencia de las Escrituras.

Las Escrituras deben ser el centro de la Iglesia, en toda su liturgia y organización, en todo momento, en su forma y esencia como el Señor ordenó en Su Palabra. Por lo tanto es importante tener mucho cuidado de una adoración como la que hicieron Nadab y Abiú (Levítico 10), los cuales fungieron un fuego extraño, una adoración para sí mismos. Asi mismo debemos tener mucho cuidado de concluir luego de saber que somos predestinados por la Soberanía de Dios en que “si Dios es soberano, entonces yo no soy responsable”, porque es un razonamiento que emana de un corazón corrompido. Todos somos responsables delante de Dios de tal manera que la Soberanía de Dios no excluye al hombre de su responsabilidad, como respondió Pablo en Romanos 9: 20 al corazón manipulador y engañoso del ser humano.

Para evitar precisamente problemas de orden dentro de la liturgia de la Iglesia los reformados y con mayor fuerza los puritanos hablaron del principio regular. Este principio regulador me parece muy interesante porque su intención original fue regular la adoración de la Iglesia conjunta los domingos para el cuidado de su orden y solemnidad. Es un principio muy favorable, pero debe tener cuidado con llegar al extremo de decir cosas como que los instrumentos en la adoración están mal o que solo deben contarse himnos y salmos, porque el elemento central de este principio es la prudencia, no el legalismo y ha sido pensado en el orden eclesial, no en toda la vida, porque sabemos que la oración en público dentro de la Iglesia no será igual a la que se hace en la casa, en un devocional por ejemplo familiar, o cuando estamos en nuestra habitación en la intimidad.

Es necesario entender en la teología sana que las diferentes problemáticas dentro de muchas iglesias locales han generado una preocupación santa que ha dado como origen el principio regulador (1 Corintios 14), por lo tanto no debemos desconocerlo. Es mejor cuidar a la Iglesia de una falsa doctrina que ignorar las falsas doctrinas que han querido invadir a las iglesias locales, porque no somos libres para adorar como queramos a Dios sino a Dios como Él quiere, es asi que este principio busca guiar a la prudencia y a la Suficiencia de las Escrituras.

La Iglesia en sus reuniones de adoración debe cuidarse de dejarse influenciar por organizaciones sociales y más bien debe buscar la Santidad de Dios para el discipulado, el evangelismo y la Gran Comisión. En Efesios 3: 21 el Señor enseña que la Iglesia debe buscar darle gloria a Dios. Por lo tanto el principio regulador no debe verse como algo aburrido sino disfrutarlo, porque es para la Gloria de Dios.

El principio regulador en la adoración colectiva reconoce los siguientes 3 puntos básicos en la reunion dominical:

1-     LA PREDICACIÓN DE LA PALABRA: Explicación de las Escrituras con las mismas Escrituras.

2-     LA ALABANZA: Todos deben cantar en orden y no solo unos pocos, asi tambien serán canciones bíblicas, por esta razón se puede decir que se sigue enseñando la sana doctrina en medio de la alabanza y orando a Dios como Él quiere.

3-     LA ORACIÓN PUBLICA: Debe hacerse con entendimiento, reverencia, con una lengua conocida, temor y de manera piadosa, buscando la prudencia, debe someterse completamente a la Sola Escritura, de la misma manera que lo hace la predicación de la Palabra y la Alabanza.

El principio regulador nace debe evitar un ascetismo total, pero reconoce que toda la vida es adoración, por lo que hace una clara distinción entre estos estos dos términos: iglesia conjunta (adoración en un sentido especial) y la iglesia separada. La iglesia conjunta es cuando los creyentes se reúnen en un solo lugar en el que asumen la adoración en un sentido especial, separando un día de la semana para adorar a Dios. Ha sido asi su costumbre de reunirse en un solo lugar desde sus inicios, al menos una vez por semana, en cambio la iglesia separada es cada creyente en Cristo, en donde se encuentre, debe preguntarse ¿Cómo será el Señor glorificado y como glorificar a Dios con esto que hago? Sea que su oficio sea pastor o zapatero. Es asi que adoramos a Dios de una manera especial en la congregación y de otra manera tambien especial con nuestro trabajo, estudio, con lo que hacemos (1 Corintios 10: 31).

No estamos bajo la Ley sino bajo la Gracia, es un argumento al hecho de que los creyentes no están bajo el dominio del pecado, y estar bajo la Gracia significa no estar en condenación sino tener la posibilidad de obedecer la Ley en Jesucristo, por lo que podemos decir “no obedecemos para vivir, obedecemos porque vivimos”. Gracias a la Obra de Dios en nuestra vida podemos obedecer la Ley de Dios.

Con respecto al cuarto mandamiento (Éxodo 20: 8) hay varios cuestionamientos, principalmente en cuanto ¿a qué día se refiere el día de reposo? La Iglesia del primero siglo empezó a reunirse el domingo (Hechos 2: 42; Hechos 20: 7), asi fue que el día del Señor se comprende en el Nuevo Pacto como el domingo, en otras palabras el Domingo es el Sabbat del antiguo testamento.

Aunque el cuarto mandamiento no se repite palabra por palabra, debe reconocerse que aún es vigente aunque diferente en un sentido, porque deja de ser el sabado para ser el domingo. El primer día de la semana reemplaza el séptimo de la semana, por lo tanto en el nuevo pacto seguimos guardando el día de reposo desde el entendimiento de la Gracia, el Amor y la esperanza de la Resurrección, porque fue un domingo que el Señor resucitó y es asi que los domingos tambien recordamos que como el Señor resucitó resucitaremos un día por Él, gracias a Su Gracia.

La Ley es importante, debemos estudiarla como bien se dijo anteriormente, porque puede guiar pero no impulsar, es como una serie de notas que nos examinan para enseñarnos como estamos, por esto es que aunque no nos impulsan nos guían a Jesucristo en quien somos libres para poder obedecerla y amarla. Es asi que el principio regulador en si mismo no es nada, sino solo en el amor de Dios será útil como una prevención al error y a no seguir nuestro propio gusto o engañoso corazón. 

Este principio, como bien se dijo antes, proviene del axioma “Sola Escritura”, regulando aun el modo de servir a Dios el cual está determinado por Dios mismo, por lo que es importante someterse a Dios en toda manera, aun en la manera de someternos a Dios y lo hacemos sometiéndonos a la Biblia. Los puritanos se sometieron al principio regulador, le dieron bastante relevancia, siendo un medio que usaron para promover la limpieza y pureza dentro de las iglesias que cada día parecían ser más frías y lejanas al Señor. Pero los anglicanos, con su postura, negaron el principio regulador de los puritanos, e ignoraron la identidad de la Iglesia, prefiriendo someterse al principio normativo y a un conjunto de tradiciones humanas. Muy similar a lo que ocurre hoy día en muchas iglesias que han preferido alabar a Dios de una manera bulliciosa y desordenada desde un argumento tradicional, olvidando someterse a la Palabra de Dios que nos habla de adorno y de orden.

El principio regulador de la Adoración contradice esta frase: “lo que se ha mandado es correcto y lo que no se ha mandado es incorrecto”, afirmando que la conciencia debe someterse a Dios en toda la vida, aun en la que de manera explícita no se ha mandado. En la adoración se sugiere la prudencia, es un tiempo de reunion congregacional por la santa Iglesia que debe buscar solemnidad.

Adorar en Espíritu y Verdad es una importante instrucción de seguir en todo lugar y especialmente en la congregación. Es importante congregarse como Iglesia, porque las congregaciones de la iglesia son santas y las reuniones eclesiales deben ser consideradas como un lugar de reunion diferente a otro, por lo tanto la liturgia debe darse de una manera solemne y respetuosa.

Iglesia, casa de Dios, Columna y Baluarte de la Verdad, templo de Dios, eres una asamblea de creyentes del Dios viviente, no algo sin importancia y ha sido por Gracia. Estábamos excluidos de los pactos de la promesa (Efesios 2: 12) pero Dios nos hizo pueblo suyo, ahora somo hijos del Nuevo Pacto, sellados con la sangre de Jesucristo, engendrados por Dios, administradores de la gracia de Dios (1 Pedro 4-5) llamados Iglesia.

Es importante amar a la Iglesia y reunirse en una iglesia local, porque Jesús ama a la Iglesia y la ha ordenado en iglesias locales, es asi que el Nuevo Testamento fue escrito en su mayoría para las iglesias y la otra parte restante para los pastores y/o lideres de las iglesias locales. La iglesia requiere orden, el orden de Dios enseñado en la Biblia, por lo tanto la Iglesia debe ser estimada y no puede pensarse en ser reemplazada por organizaciones como las paraeclesiales que deben ser un apoyo pero no un reemplazo de la iglesia.

La Iglesia de Dios es Universal, el cuerpo de Jesucristo, pero la iglesia local se refiere a un grupo de creyentes que se organizan en un lugar y contexto en específico y es visible. La iglesia local es un organismo vivo visible que está organizada por Dios bajo unos parámetros específicos y estipulados en la Biblia, pero ¿Qué nos enseña la Biblia?

La Biblia habla principalmente de Dios (No política, ni economía). Por lo tanto la iglesia que no tiene su base en la Biblia y no habla del Dios de la Biblia, sino se centra en otras cosas como la psicología, la superación personal, la economía o la política, no debe llamarse iglesia hasta que se enfoque principalmente en la Biblia y en el Dios Único y Verdadero.

La Iglesia debe estar mirando a la Eternidad no a la vanidad, y la disciplina es un factor relevante en la purificación de la iglesia (Mateo 18: 15). La verdadera iglesia se cimenta en la sana doctrina, ora, evangeliza y como propósito principal en todo lo que es y hace es glorificar a Dios. Por lo tanto aquellos que son salvos deben ser instruidos correctamente en la Palabra de Dios, no en predicaciones que solo hablan de experiencias u emociones sino en predicaciones expositivas por hombres bien instruidos en la Verdad, es asi que antes de salir a evangelizar como iglesia local es necesario que la iglesia este bien fundamentada, en primer lugar, en la Palabra de Dios.

Dios mismo ha enseñado este orden, dejando los indicativos antes que los imperativos, es decir primero instruye y luego ordena. Asi hizo Jesucristo, la Segunda Persona de la Trinidad, primeramente enseñó a sus discípulos, instruyó sus corazones en la Verdad, en Él, para luego comisionarlos a predicar el evangelio, pero lamentablemente en muchas iglesias se está haciendo lo contrario, dejando a un lado el orden bíblico.

Conforme a lo anterior y a modo de resumen se invita a las iglesias locales que están enfermas por tanta dañina teología a que dejen, se aparten de la falsa doctrina y de todo tipo de engaño, para volver en arrepentimiento ante Dios, sometiéndose a Su Palabra. Pero tambien se invita a las iglesias que están en la sana doctrina a que se fortalezcan cada vez más en el Señor y se sometan a Dios, usen los medios de gracia y tambien el orden dentro de la iglesia para evitar que entren falsas enseñanzas, como falsos hermanos, algo que puede ayudar bastante a esto es su declaración y confesión de Fe, considero que adherirse a la confesión bautista de Londres puede ser un buen apoyo, como lo han hecho las iglesias bautistas reformadas y tambien la membresía.

La membresía en una iglesia local, legalmente constituida bajo los preceptos de Dios, es importante para el crecimiento y desarrollo de un creyente, sin esta es difícil el crecimiento y desarrollo, por no decir imposible, asi tambien la reunion eclesial debe hacerse con orden, evitando el desorden y su ausencia de solemnidad.

La Iglesia, el pueblo que pertenece a Dios, no puede crecer sin iglesias locales. La reunion eclesial es muy edificante, la doctrina y la enseñanza es muy importante en la Iglesia. La membresía en una iglesia local la cuida de falsas doctrinas y fortalece el ordenamiento en la congregación, pero ¿Quién puede ser miembro de una iglesia sana? Un nuevo nacido, un no nacido no puede ser parte de ninguna iglesia, asi tambien serán miembros quienes están de acuerdo con la sana doctrina y están dispuestos a comprometerse para cuidarla.

Es de una iglesia local de sana doctrina bien instituida que salen misioneros bien formados. Una iglesia fuerte tiene una doctrina sana fuerte. No se va a la iglesia a pasar el rato o exaltar ciertas emociones sino a adorar al Dios vivo y eterno, pero tambien se evidencia la adoración a Dios en el amor en acciones y palabras.  Como se dijo anteriormente tambien la declaración y confesión de Fe es un punto de apoyo para la membresía de la iglesia local de sana doctrina.

El credo ha sido relevante para las iglesias bautistas reformadas y particulares, buscando promover el ministerio de la piedad y el evangelio de Cristo Jesús como dones de Dios administrados por la Iglesia, porque la Iglesia es Columna y Baluarte de la Verdad (La Revelación Especial). La Santa Escritura es la regla suficiente de la Iglesia y los credos buscan ser fieles a esta regla suficiente. Pero se ha visto que los hombres no se oponen a los credos o confesiones en cuanto a estos no se opongan a ellos, es asi que la confesión es un apoyo a la sana doctrina, no a los hombres, porque se apoya en la sana doctrina que se fundamenta en la Palabra de Dios.

Por lo anterior la Biblia, es el Libro que hay que estudiar y es necesario estudiarla toda para poder conocer mejor cada parte, reconociendo que LA BIBLIA ES LA ÚNICA REVELACIÓN ESPECIAL (La Revelación de Dios mismo en la Escritura) y LA ÚNICA FUENTE DE AUTORIDAD INFALIBLE. Toda la Escritura es inspirada por Dios como la misma Biblia lo enseña. Rechazar la Palabra es como rechazar a Dios porque Dios mismo es la Palabra como enseña Juan 1: 1, el evangelio no solo se trata de Dios sino es de Dios, le pertenece a Dios, no tenemos ningún derecho a cambiarla y realizar nuestras propias interpretaciones, solo tiene una, aunque muchas aplicaciones.

La Escritura aunque fue escrita por hombres, no es de hombres sino de Dios. Solo los manuscritos originales son inerrantes. Aunque no poseemos los originales si las copias, y las copias en su conjunto demuestran que provienen del original, por lo tanto son fiel copia del original que debe reconocerse.

 

TEOLOGÍA DEL PACTO Y DISPENSACIONALISMO

Las dos palabras escritas como título en esta última sección de la sana teología son desconocidas para muchos cristianos, pero no por eso carecen de relevancia. Son importantes ambas porque ambas nos permiten comprender mejor la enseñanza de las Escrituras.

La teología del pacto nos permite comprender que Dios se ha relacionado con el ser humano desde que lo creó por medio de pactos, un pacto eterno, antes de la fundación del mundo, uno de obras y otro de gracia, que inicia desde que el ser humano pecó contra Dios, pero el dispensacionalismo tambien nos ayuda a comprender un poco mejor la escatología, en cuanto a las cosas que están por venir narrado principalmente en el Apocalipsis y Daniel. Pero veamos en un primer momento lo que son los pactos.

En la antigüedad cuando se hacía un pacto no se sellaba el mismo con un estrechón de manos o un abrazo, sino como hizo Abram con Dios, animales muertos y partidos en dos, de tal manera que quien rompía el pacto le sucedería lo mismo que con los animales, es asi que Adán al romper el pacto era merecedor de la muerte (Genesis 3, 15). El pacto entre Dios y la humanidad fue quebrantado por Adán, nuestro representante, por lo que no solo Adán sino todos merecemos morir por no ser fieles al pacto con Dios.

Dios se acercó a Adán, luego que fuera el mismo Adán que rompió el pacto de obras con Dios. Es asi que tambien Dios llama de manera eficaz a quienes están en la Divina predestinación ¿Cómo lo hace? Por medio de la predicación de la Palabra de Dios.

El pacto eterno de Dios, el pacto de la Gracia perdona a los que Dios ha escogido, a los que Dios conoció, apartándolos para sí mismo, antes de la fundación del mundo, por lo tanto no somos apartados para hacer el mal sino para Dios y en eso hay regocijo para el creyente. Pero para comprender un poco mejor lo expuesto veamos con orden lo que nos enseña la teología del pacto.

En la Eternidad pasada el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo determinaron la Redención (Salmo 25: 14, Efesios 1: 4), Jesucristo realizaría el papel principal en la Redención, debía tomar forma humana y morir por los pecadores elegidos como el Padre había decretado.

En el pacto de Redención se entiende que el Padre prometió al Hijo darle a los pecadores elegidos y preservarlos tambien en la eternidad, en otras palabras el Padre eligió, el Hijo estuvo de acuerdo, se sometió voluntariamente a los horrores de la cruz, fue levantado de los muertos y les dijo a sus discípulos “os conviene que yo me vaya; porque si no me fuera, el Consolador no vendría a vosotros; más si me fuere, os lo enviaré” (Juan 16: 17). El Espíritu Santo se somete al Padre y al Hijo. De esta manera se comprende que en la eternidad pasada, donde solo estaba Dios, antes de crear todo, la Trinidad determinó todo lo que sucedería, escogiendo tambien a quienes serian salvos y tendrían vida eterna, entonces Dios creó al ser humano, a Adán y Eva, quienes no tenían ninguna predisposición para pecar, antes de pecar, su corazón no estaba inclinado al mal, pero después de pecar, desobedeciendo a Dios, la Trinidad expulsó a Adán y su mujer (Genesis 3: 22, 24). Desde entonces el ser humano no puede no pecar, este pacto que el hombre quebrantó es llamado pacto por obras, porque las obras eran las que mantenían al pacto, la promesa de vida. De esta manera, el pacto era determinado por las obras de Adán y Eva, en específico la obediencia a una orden. La idea de este pacto es que el ser humano comprendiera que aun sus mejores acciones para ganar la vida eterna no eran suficientes.

El pacto de obras surge en el Jardín del Edén, en donde Adán es formado. En este pacto (Genesis 2: 15-17) el Señor enseñó a Adán y Eva los términos del pacto. Los parámetros eran los siguientes: si Adán obedecía tendría vida si no tendría muerte, no solo para el sino para toda su descendencia, es asi que Adán es entendido como un representante o jefe federal de la humanidad, pero al desobedecer introdujo la muerte y la naturaleza pecaminosa a la humanidad. En medio del huerto, tambien surgieron los 10 mandamientos, porque un solo mandamiento dado por Dios expresaba la esencia de los 10 mandamientos (Éxodo 20, Deuteronomio 5): el amor, el Señor los sintetizó de la siguiente manera:

“Jesús le dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente. Este es el primero y grande mandamiento. Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. De estos dos mandamientos depende toda la ley y los profetas.” Mateo 22: 37-40 (RVR 1960)

Por amor a Dios y a su prójimo el ser humano debía ser fiel a este pacto, a este mandamiento, pero el egoísmo brotó en su corazón, decidiendo por el pecado antes que por el amor. La teología del Pacto enseña a modo general que tanto el Antiguo como el Nuevo Testamento dicen “Solo por Gracia, Solo por medio de la Fe, Solo en Cristo”.

La palabra pacto significa trato solemne de Dios, no es un acuerdo bilateral entre Dios y el hombre como generalmente lo entendemos, sino que quien determina sus características y condiciones es Dios (No el hombre). La teología del pacto es un gran apoyo para interpretar mejor las Escrituras, en ella se hablan de pactos, cada uno con diferentes características, y revelados en diferentes tiempos.

En Genesis 3: 15 se observa el comienzo de algo bueno, el inicio del Pacto de Gracia, es asi que este versículo bíblico es conocido como el protoevangelio, una semilla de esperanza para la humanidad que fue creciendo progresivamente hasta llegar a su plenitud en la muerte de Jesucristo. Este se ha desarrollado en las siguientes etapas de maneras diferentes pero siendo el mismo: Pacto con Noe, Pacto Abrahámico (Genesis 17), Pacto Mosaico (Éxodo 19-25), Pacto Davídico (2 Samuel 7) y el Nuevo Pacto que es llamado nuevo no en relación con el Abrahámico sino con el Mosaico (Hebreos 8: 6-13).

Desobedecer a Dios trajo maldición y el juicio de Dios a la humanidad y todas sus generaciones posteriores. Es asi que en Adán todos mueren (Romanos 5), porque toda la humanidad hereda la naturaleza pecaminosa, debido a que nuestro representante Adán cayó en el pecado, quebrantando el pacto de obras.

El pecado original nos enseña que todos somos culpables, aunque no participamos de manera directa en el pecado de Adán, pero el evangelio enseña que solo Jesús fue fiel al pacto de obras, nadie más, y es asi que solamente en El estamos en el Nuevo Pacto.

 

PECAMINOSIDAD UNIVERSAL - NECESIDAD URGENTE DE SER REDIMIDO

¿Cómo vivir ante Dios quien es Santo, Santo, Santo? El propósito de la Ley es mostrar nuestra pecaminosidad y a Jesucristo, porque nadie sino solo Jesucristo pudo obedecer la Ley, es asi que comprendemos mejor que ningún ser humano puede seguir un pacto de obras, porque nadie puede salvarse por las obras.

La Biblia en su recorrer de años de construcción fue una revelación progresiva, en donde cada pacto fue dando cada vez más luz en su progreso hasta el nuevo pacto que fue el propósito final de cada pacto. Su progreso enseña que el tema central siempre fue Jesucristo.

“… vestíos del nuevo hombre, creado según Dios en la justicia y santidad de la verdad.” Efesios 4: 24 (RVR 1960)

Debido a lo que hizo Adán todos fuimos expulsados, pero el Pacto de Gracia y en específico el Nuevo Pacto es la respuesta. La manera de expresar nuestro amor a Dios es guardando los mandamientos de Dios, es asi que la Ley se convierte en nuestro lenguaje de amor para decirle a Dios que lo amamos y como señal del nuevo pacto tenemos la santa cena que debe ser celebrada de manera periódica en nuestras iglesias sanas como un recordatorio de lo que el Señor hizo por nosotros, del Nuevo Pacto que tambien nos enseña que nuestra vida ya no nos pertenece a nosotros mismo sino a Él, por lo tanto tambien nos guía a la santificación.

Por la Gracia de Dios podemos entender que en nuestro peor día seguimos siendo sostenidos por la mano de Dios, como lo será en el mejor día, porque el Nuevo Pacto no depende de nosotros sino de Dios mismo, es asi que el nuevo pacto nos enseña que nuestro amor es muy limitado pero el amor de Dios es completo y es perfecto.

“Si somos infieles, Él permanece fiel, pues no puede negarse a sí mismo.” 2 Timoteo 2: 13 (LBLA)

No se basa en nuestras obras sino en quienes somos por Gracia, somos hijos de Dios porque hemos nacido de nuevo. Cuando pecamos nos debemos sentir mal, porque no honramos a Dios, y debemos confesar nuestros pecados, arrepentirnos ante Dios, asumir las consecuencias de nuestras decisiones, pero Dios nos sigue amando y lo seguirá haciendo a pesar de nosotros mismos.

Todos hablan de obras pero el cristianismo no habla de obras humanas sino de Jesucristo, lo cual no significa que sea una licencia para pecar sino una de ser hijos de Dios para andar conforme a su voluntad, en amor. Es importante administrar bien el tiempo, en esto tambien se demuestra adoración al Dios verdadero.

Cada día es un gran día debido a lo que Dios hizo y no lo que yo he hecho, es asi que todo se trata de Dios, por esto es que cuando estemos en el cielo no estaremos aburridos sino contentos alabando al Señor. El evangelismo se relaciona a las misiones no solo desde la conocida Gran Comisión de Mateo 28: 19-20 sino que en diferentes pasajes de las Escrituras, como se explicara más adelante: una gran responsabilidad y misión de la Iglesia de compartir las buenas noticias de Salvación, a todos, a los elegidos como a los no elegidos por Dios.

“Mirad, pues, con diligencia cómo andéis, no como necios sino como sabios, aprovechando bien el tiempo, porque los días son malos.” Efesios 5: 15-16 (RVR 1960)

 

LA SANA DOCTRINA

Se puede concluir el mensaje de este capítulo en dos palabras: Sana Doctrina. La doctrina, como dijo Jamieson: “es un resumen de la enseñanza bíblica que es tanto fiel a la Biblia como útil para la vida”.[13] Por esta razón la sana teología es la sana doctrina que es fiel a las Sagradas Escrituras y tambien es práctica, no es algo místico sin una aplicación clara para nuestra vida, sino es clara en su práctica.

Debido a que las Escrituras son una revelación de la mente de Dios, la enseñanza Bíblica es coherente; permanece unida como un todo. Esto significa que, cuando se interpreta apropiadamente, la Biblia nunca se contradice a sí misma y nunca nos puede inducir al error de ninguna manera[14]

La teología en comunidad se refiere a las enseñanzas dominicales o de algún otro día de la semana en la Iglesia, estas fortalecen a la comunidad, la guía a la verdad, por lo tanto no debemos menospreciar las reuniones en la iglesia, sino por el contrario apreciar la sana doctrina que nos permite crecer juntos como iglesia ayudándonos unos a otros en el Camino del Señor y en el crecimiento de la piedad.

La sana doctrina produce un cambio verdadero en la mente y el corazón, porque se trata de la exposición de la Palabra de Dios, pero no confundir con falsos avivamientos, que solo son la manipulación de las emociones. La sana doctrina empieza con la mente para llegar al corazón, nos lleva a amar aún más la Palabra de Dios y a Dios, a glorificarlo y a alabarlo como debemos, a humillarnos ante Su Santidad y honrarlo.

La sana doctrina no nos lleva a unirnos a grupos sociales, sino a fortalecer más la comunidad cristiana, a amar más la santidad y buscarla, a purificar la Iglesia, a ser cristianos más veraces y auténticos.

La sana doctrina debe pasar de nuestra cabeza a nuestro corazón, de tal manera que podamos aprender no solo la enseñanza bíblica sino tambien a obedecerla, como es debido, por lo tanto algo anda mal si nosotros decimos que amamos la sana doctrina, pero odiamos a nuestros hermanos. Por lo anterior es importante que nos reunamos en una iglesia de sana doctrina para que la semilla de la sana doctrina sea profundamente arraigada a nuestra vida.

La sana doctrina debe llevar a la búsqueda de la santidad, debido a que este ha sido el objetivo de las Escrituras, de la Palabra de Dios, podríamos decir que de Dios para nosotros, como enseña 1 Pedro 1: 14-17 y 1 Juan 3: 2-3, para que nuestro carácter, mente y corazón, sea moldeado conforme al Perfecto, a Cristo. Pero esto solo es posible en el amor, como dijo Bobby “el amor es la meta de la sana doctrina. Si no nos amamos los unos a los otros, entonces no hemos sido correctamente cautivados por la verdad”[15]

La adoración no es para nosotros, a veces pensamos que asi es, buscando, sin quizás darnos cuenta, nuestra exaltación inquiriendo en experiencias muy emocionalistas, pero la adoración es “dar a Dios la gloria que merece por quien es Él y por lo que ha hecho por nosotros en Cristo”[16]

“Dad a Jehová la gloria debida a su nombre; Adorad a Jehová en la hermosura de la santidad.” Salmo 29: 2 (RVR 1960)

La sana doctrina nos habla de una predicación expositiva que significa exponer claramente la enseñanza de la Palabra, cualquier pretensión de determinar una adoración contraria a las Sagradas Escrituras es idolatría, como bien dijo Ligon Duncan: “2 maneras de cometer idolatría: adorar a cualquier cosa que no sea el verdadero Dios o adorar al verdadero Dios de manera inadecuada”[17]

Las experiencias mismas deben someterse a las Escrituras para comprobar su autenticidad, no se puede extraer teología de pensamientos propios lo cual generara un sinfín de teologías, por lo anterior una sana teología es construida en el sometimiento de las Sagradas Escrituras y solo una sana teología construye iglesias sanas.

 

“Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra.”

2 Timoteo 3: 16-17 (RVR 1960)



[2] REAL ACADEMIA ESPAÑOLA: Diccionario de la lengua española, 23.ª ed., [versión 23.7 en línea]. Teología <https://dle.rae.es/teología> [29 de Febrero de 2024].

[3] Revisar libro Teología Sistemática de Hodge (Editorial CLIE, 2014)

[4]Sugel Michelen. Calvino y el libre albedrio (12 FEBRERO, 2010). https://www.coalicionporelevangelio.org/entradas/sugel-michelen/calvino-y-el-libre-albedrio/

[5] Un sínodo se refiere a una reunion o concilio de diferentes teólogos, en el caso del Sínodo de Dort fue una reunion de teólogos de diferentes lugares del mundo en la ciudad de Dordrecht para discutir sobre los puntos propuestos por los remonstrantes.

[6] Isaac Lara, ed., Los Cánones de Dort para el siglo XXI (Medellín, Colombia: Académica 21, 2023), 32-33

[7] Isaac Lara, ed., Los Cánones de Dort para el siglo XXI, 66.

[8] Isaac Lara, ed., Los Cánones de Dort para el siglo XXI (Medellín, Colombia: Académica 21, 2023)

[9] Isaac Lara, ed., Los Cánones de Dort para el siglo XXI, 160

[10] Isaac Lara, ed., Los Cánones de Dort para el siglo XXI, 230

[11] Isaac Lara, ed., Los Cánones de Dort para el siglo XXI, 259

[12] Nótese la distinción entre iglesia con la i minúscula, refiriéndose a iglesia local y la Iglesia con la I mayúscula, refiriéndose a la Iglesia Universal

[13] Bobby Jamieson, La sana doctrina - ¿Cómo crece una iglesia en el amor y en la santidad de Dios?, trad. de Xavier B. Patiño (Medellín, Colombia: Poiema publicaciones, 2014), 18

[14] Bobby Jamieson, La sana doctrina - ¿Cómo crece una iglesia en el amor y en la santidad de Dios?, 40

[15] Bobby Jamieson, La sana doctrina - ¿Cómo crece una iglesia en el amor y en la santidad de Dios?, 71

[16] Bobby Jamieson, La sana doctrina - ¿Cómo crece una iglesia en el amor y en la santidad de Dios?, 93

[17] J. Ligon Duncan III, “Does God Care How We Worship?” en Give Praise to God: A Vision for Reforming Worship, (¿le importa a Dios como adoramos? En Dad gloria a Dios: una vision para reformar la adoración), p. 33. Editores: Graham Ryken, Deek W.H. Thomas y J. Ligon Duncan III, Phillipsburg, (Nueva Jersey), 2003.

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