UNA SANA TEOLOGÍA PARA LA BUENA SALUD DE LA IGLESIA
Dicen
que “lo importante es tener buena salud”, es algo que escuchamos en la
cotidianidad, ahora en cuanto a la Iglesia es muy cierto, la buena salud de la
Iglesia es muy importante, porque una iglesia saludable es fuerte y vigorosa
para obedecer al Señor como Él quiere, pero una iglesia enferma nada puede
hacer sino solo dormir, mientras “se recupera”. Para que una iglesia enferma se
recupere de su enfermedad y restablezca su salud, asi como para que una iglesia
saludable mantenga su buena salud necesita de una sana teología.
Debido
a que la teología es el uso de la razón sometida a la Palabra de Dios, entonces
el centro no debe ser la razón sino la Palabra de Dios, por tal razón, lo
primero que debemos comprender es que una sana teología requiere someter el
razonamiento a la Palabra de Dios. Someter el razonamiento a la Palabra de Dios
es reconocer que no es el razonamiento, ni en una religión que hay salvación
sino solo en Jesucristo como lo declaran las Escrituras en 1 Timoteo 2: 5.
La
Biblia tambien llamadas las Sagradas Escrituras es la Palabra de Dios, y como
dijo Galileo ““Dios no nos ha dado la Biblia para que sepamos cómo es el cielo
sino para ir al cielo”. Por lo anterior es que debemos reconocer en la sana
teología que es en la Biblia que el Señor revela Su Salvación, no de ninguna
otra manera, y la Biblia nos enseña que solo Jesucristo salva al pecador, como
dijo Grau: “nadie se salva por pertenecer a la religión cristiana, sino por
pertenecer a Cristo”[1]
Lo
primero que debe comprender la Sana Teología es que solo Jesucristo salva y la Salvación
que nos ha ofrecido es a pecadores que se arrepienten y creen en El, por lo
tanto es por medio únicamente de la fe, la cual es don de Dios, que el pecador
es salvo. Y la fe viene por el oír y el oír la Palabra de Dios, por lo tanto la
exposición de la Biblia es la única forma en la que el hombre pecador por
milagro de Dios puede acercarse a Dios en arrepentimiento y fe.
“Pero
estas se han escrito para que creáis que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios, y
para que creyendo, tengáis vida en su nombre.” Juan 20: 31 (RVR
1960)
Para
comprender mejor lo que es una sana teología, debemos comprender que es teología.
En palabras de la RAE (Real Academia Española) la teología es la “ciencia que
trata de Dios fundada en los textos sagrados, la tradición y los dogmas.”[2].
No es teología, o no debería llamarse teología la ciencia de lo sobrenatural,
porque esto dejaría afuera el estudio de la naturaleza que Dios creó, como los
seres humanos, tampoco un simple discurso acerca de Dios, porque Orfeo y Homero
serian declarados teólogos, aunque en un sentido si lo fueron, pero no buenos teólogos,
tampoco es la ciencia de la religión, porque la misma palabra religión es
ambigua. La teología no es una ciencia cualquier sino es la ciencia mas sagrada
de todas que debe de cuidarse continuamente para evitar un erróneo estudio, por
lo tanto toma como estudio los hechos, reconoce los hechos en la Biblia, es de
esta manera que tambien lo han visto teólogos sanos como Charles Hodge de quien
podemos tomar principios hermenéuticos o de interpretación muy importantes para
evitar una dañina teología.[3]
EL
MÉTODO INDUCTIVO
Charles
Hodge cuando se refería a teología hacía mención de los hechos. Son los hechos
los que deben ser estudiados y expuesto en su relación interna, unos con otros
y cada uno de ellos con todos los demás. De esta manera en su libro Teología
Sistemática enseñó que la Biblia contiene las verdades que tiene que recopilar
el teólogo para producir una correcta teología bíblica y sistemática,
entendiendo la primera como determinar y enunciar los hechos de la Escritura y
la segunda como la relación entre los hechos en su armonía y consistencia.
Para
que los hechos sean asimilados es necesario realizar una adecuada teología
sistemática. Como protectores de la verdad y de la sana teología es nuestro
deber traer todos los hechos de la Revelación y ordenarlos con la sabiduría que
proviene de Dios. Es asi que se establece un método teológico inductivo que
comienza recogiendo hechos para inferir de las mismas leyes generales, este
método se diferencia en mucho del especulativo y místico los cuales son un gran
peligro y por tal motivo, para prevenir del uso de estos métodos a la Iglesia, se
explicaran a continuación:
-
El
método especulativo sirve como un proceso de pensamiento que tiene 3 formas:
deísta y racionalista (parten de axiomas metafísicos), dogmática (la razón
sobre la Biblia) y trascendental (la verdad tiene que ser descubierta para ser
entendida).
-
El
método místico es un asunto prioritariamente de los sentimientos, su aplicación
se convierte en algo “sobrenatural” y natural, en lo “sobrenatural” se refiere
a seguir la luz interior a través de los sentimientos y en lo natural en la
búsqueda de la pureza como lo más importante sin importar la religión.
En
el misticismo se reconocen a muchos teólogos como Schleiermacher que creía que
lo más sublime esta en los sentimientos, por lo que cada acción debe filtrarse
por medio de las emociones, aun la misma Biblia, es asi que no es tan diferente
al método especulativo, porque el especulativo pone la razón sobre la Biblia y
el místico las emociones sobre la Biblia. En cambio el método inductivo es
similar al que se aplica a las ciencias naturales:
1-
Toma
los hechos como son
2-
Se
asegura de tener los necesarios para justificar cualquier indiferencia
3-
Conforme
a los hechos determinados y clasificados deduce las leyes que las rigen
La
diferencia es clara, el método inductivo reconoce la autoridad de la Biblia
sobre las emociones y la razón, por esta razón la estudia de una manera
diferente al místico o al especulativo. Es asi que vamos comprendiendo cada vez
mejor que el teólogo sano reconoce el estudio de la Biblia como lo hace el
hombre de ciencia con la naturaleza.
El
método inductivo reconoce que las Escrituras enseñan la verdad y que los
efectos de la verdad con poder salvador del Espíritu Santo son extraordinarios,
asi tambien es muy cuidadoso al momento de interpretar los hechos, evitando dar
declaraciones doctrinales de manera apresurada sin antes realizar una
exhaustiva tarea investigativa. Para comprender mejor lo anterior revisemos el
siguiente ejemplo.
En
la Biblia podemos ver dos hechos aparentemente contradictorios: Jesucristo es
Omnisciente, tiene inteligencia Divina (Juan 8: 58), pero tambien tiene un
crecimiento intelectual e inteligencia humana (Juan 19: 28). Ambos deben ser
tenidos en cuenta, porque nos van a enseñar dos verdades: Jesucristo es
verdaderamente Dios y verdaderamente hombre.
De
la sana teología se conocen los principios, pero estos se derivan de los
hechos, es decir de las Escrituras porque las Escrituras contienen todos los
hechos de la sana teología. Es asi que nuestra filosofía debe derivarse de la
Biblia y no lo contrario, concluyendo en este punto que la teoría tiene que ser
determinada por los hechos, y recordemos que cuando hablamos de hechos en la
sana teología nos referimos a la Biblia.
Muchas
herejías destructoras han llegado a la Iglesia debido a erróneas interpretaciones
de la Biblia, reconociendo a los hechos extrabíblicos como fuente de
interpretación, asi surgió el arminianismo, entre otras doctrinas. Pero nos
enfocaremos en el arminianismo, para poder revisar como un grupo de teólogos sanos
respondieron a esta doctrina en un documento, el cual terminó siendo relevante para
la salud de muchas iglesias, puesto que dio mayor y mejor claridad al pueblo de
Dios. Este documento fue llamado los cánones de Dort.
LOS
CÁNONES DE DORT: UNA RESPUESTA AL ARMINIANISMO
Los
cánones de Dort se pueden comprender como una respuesta al arminianismo, por lo
que antes de explicar de que trataba este documento, se hace relevante hablar
de la corriente teológica arminiana.
El
arminianismo nació con Arminio, quien fue un hombre que creció en medio del
auge de la Reforma, pero tambien del humanismo, es asi que tomó ideas de uno y
del otro bando para sustentar su teología, la cual se basó en el siguiente análisis:
Primero se preguntó ¿Puede la Gracia de Dios ser irresistible? Para Arminio fue
un contundente si, su argumento principal para esta respuesta tan apresurada
fue su propia experiencia, en donde observaba que la Gracia fue dada a todos,
pero no todos la habían aceptado, es decir que para este teólogo el hombre tenía
la capacidad de recibir o rechazar la Gracia. Aun asi, años atrás otros
reformadores como Juan Calvino ya habían respondido a este cuestionamiento de
la siguiente manera:
Dios
mueve nuestra voluntad, no como durante mucho tiempo se ha enseñado y creído,
de tal manera que después esté en nuestra mano desobedecer u oponernos a dicho
impulso; sino con tal eficacia, que hay que seguirlo por necesidad[4]
Arminio
no aceptó esta respuesta y prefirió seguir una que se encontraba mas inclinada
a la teología católica romana que enseñaba entre sus pensamientos una salvación
universal. Así fue que determinó exponer muchas de sus comprensiones, las
cuales eran principalmente de carácter soteriológico (referente a la
Salvación), enseñando un orden de la Salvación que en gran manera exaltaba a la
acción del hombre sobre la del Creador, cuando en realidad es lo contrario, la
acción del Creador siempre esta y estará sobre la acción de sus criaturas y
nadie esta sobre Dios, por eso Dios y solo Dios debe ser honrado y glorificado
en todo, cualquier pretensión de exaltar a alguna criatura que se encuentra debajo
de Dios es idolatría.
La
enseñanza de Arminio aparentemente no presentaba un problema muy grave pero el
desarrollo de su pensamiento demostraría que en verdad tendría consecuencias catastróficas
para la salud de la Iglesia, porque terminaba poniendo en el centro del
evangelio y aun de la misma Biblia al hombre y no a Dios, asi es que se ve la
fuerte influencia del humanismo en la persona de Arminio y posteriormente de
sus seguidores que fueron llamados arminianos.
El
conflicto de los arminianos o remonstrantes a la doctrina reformada que se había
expuesto con claridad, anteriormente en sus 5 solas, fue tan notoria que se
hizo un llamado a diversos teólogos del continente europeo para hacer una
reunion, asi fue que se dio inicio al Sínodo de Dort[5].
Pero antes de empezar esta reunion, la cual tenía tambien a los arminianos en el
gran salón de reunion para escuchar su explicación a estas extrañas doctrinas
se realizó una impresionante oración, en donde cada uno de los participantes de
la reunion declaró su sometimiento total a las Sagradas Escrituras, expresando
en conjunto esta promesa ante Dios:
“Prometo
ante Dios, en quien creo y a quien adoro, como presente en este lugar y como
Escudriñador de todos los corazones, que durante el curso de los procedimientos
de este Sínodo, que examinará y decidirá no solo los 5 puntos y todas las
diferencias resultantes de ellos, sino tambien cualquier otra doctrina, no usaré
ningún escrito humano, sino solo la palabra de Dios que es una regla infalible
de fe. Y durante todas estas discusiones, solo tendré como objetivo la gloria
de Dios, la paz de la Iglesia, y especialmente, la preservación de la pureza de
la doctrina. Ayúdame, mi Salvador Jesucristo. Ruego a Él que me ayude con Su
Espíritu Santo”[6]
Aun
asi, después de este encuentro y diferentes discusiones los arminianos
mostraron su rechazo a la doctrina soteriológica que se había reconocido desde
años atrás. Históricamente el arminianismo y sus seguidores que fueron llamados
tiempo después remonstrantes, rechazaron el Sínodo de Dort con una actitud
arrogante que los llevó a ser expulsados, luego perseguidos por algunos
extremistas y más tarde tuvieron un lugar de preminencia que les dio la
apertura para crear su propio Sínodo, escuela teológica y congregaciones.
Ahora, revisando esto es necesario volver al conjunto de cánones del Sínodo de
Dort que dieron fuerza a la teología ortodoxa para fortalecer una sana
doctrina, doctrina de la gracia que es necesario defender porque es basada solo
en la Escritura buscando solo la Gloria de Dios.
En
primer lugar hablaremos de la predestinación incondicional como elemento
esencial que niega la teología arminiana, según Roger E. Olson[7],
porque la teología arminiana cree que la predestinación es condicional, basada
en la presciencia de Dios, de tal manera que Dios murió por todos, pero por
ninguno en particular, lo que lleva a la decisión final de la salvación en el
hombre y no en Dios. Pero ¿es verdad que la salvación está en manos del hombre?
En muchos pasajes de las Sagradas Escrituras se nos enseña que la Salvación es
de Dios (Salmo 3: 8, 62: 1; Lamentaciones 3: 26; Lucas 3: 6; Romanos 1: 16; 2
Tesalonicenses 2: 13; Apocalipsis 19: 1), no del hombre, entonces solamente Él
tiene el derecho de dársela a quien quiere.
No
es una teología correcta la arminiana, porque no reconoce la enseñanza de las
Escrituras que claramente evidencian que el hombre es un pecador que nada puede
hacer para ser salvo (Genesis 3, Juan 3 y Romanos 3). Es asi que el ser humano
es condenado porque su naturaleza desde Adán y Eva cuando pecaron fue
corrompida por el pecado, peca por naturaleza y nada puede hacer para salvarse
a sí mismo, solo Dios puede librarlo (Efesios 2: 1-3).
La
siguiente doctrina que revisaremos de manera genera será la expiación limitada
(de la muerte de Jesucristo y de la redención del hombre) que se expone con
claridad en el capítulo 2 del libro “Los Cánones de Dort para el siglo XXI”[8]
y enseña que los seres humanos no fueron creados para sí mismos sino para Dios,
para glorificar el Nombre de Dios. Glorificar a Dios es reconocer, ensalzar,
engrandecer, magnificar y alabar al único Dios Soberano Todopoderoso y que tiene
Autoridad sobre todo y todos, asi como enseña el catecismo menor de Westminster
“el fin principal del hombre es glorificar a Dios y gozar de Él para siempre”.
El propósito del hombre es satisface únicamente en Dios, en glorificar a Dios,
porque fuimos creados para adorar y magnificar a Dios, pero este propósito no
puede ser obedecido sin Dios mismo, no podemos gozarnos en alabar a Dios con una
naturaleza pecaminosa, esclava al pecado.
Lo
anterior es importante comprenderlo, Romanos 3 nos aclara mejor que nadie hay
que busque a Dios, no existe ni un poco de residuo de bien en el hombre que le
haga buscar a Dios. Por esta razón es que solo Dios, por Su Misericordia puede
regenerarnos, justificarnos y redimirnos para que podamos honrarle como El
quiere, pero como manifiestan los cánones de Dort, la obra expiatoria no es
universal sino que la obra expiatoria de Jesucristo es exclusiva.
La
expiación limitada es una doctrina que enseña que Jesucristo murió por todos,
pero no por todo el mundo como enseña la teología unversalista católica romana,
sino por todos los que escogió de antemano, en la eternidad pasada. Pero ¿por
qué solo escogió a unos y no a todos? No sabemos, como dice Lara et al “por una
razón que escapa del conocimiento, Dios escogió a algunos seres humanos para
ser salvos por el puro afecto de su voluntad (Ef. 1)”[9].
Es de esta manera que a quienes Dios escogió, por ellos murió y justificó,
dándoles Salvación y nueva vida por Gracia, por medio de la Fe.
La
siguiente doctrina que hace parte de la sana teología es la conocida “Gracia
irresistible o llamamiento eficaz”, ambos términos buscan enseñar que la
Salvación es de Jehová (Salmo 3: 8, Jonás 2: 9), determinada antes de la
fundación del mundo (Efesios 1), libre y soberanamente por Dios[10].
Es gracias a la Gracia irresistible de Dios que fuimos regenerados, porque en
nuestra propia naturaleza nos encontrábamos avergonzados por nuestro propio pecado
para presentarnos ante la Santidad de Dios que excluye al hombre de Su
Presencia por la eternidad, por lo tanto el juicio merecido al ser humano por
su Pecado es la eterna condenación. Adán pecó contra Dios, quien es Juez,
Soberano, Santo y Todopoderoso[11]
¿Cómo
entendemos mejor lo anterior? Por los 10 mandamientos, los cuales expresan la
Ley de Dios y la Ley moral que todo hombre debe obedecer. Estos mandamientos puestos
en el arca del pacto, las 2 tablas de piedra tambien llamados decálogo enseñan
la Ley fundamental y básica del antiguo pacto, y funcionaron tambien como la
Ley básica y ética central del antiguo pacto.
Los
10 mandamientos enseñan la Santidad de Dios y que el ser humano es un pecador.
Pero estos mandamientos no solo son visibles en el antiguo testamento sino
tambien en el nuevo testamento. Asi es que el Señor dijo de los 10 mandamientos
y el nuevo pacto en la profecía del antiguo pacto:
“Pero
este es el pacto que haré con la casa de Israel después de aquellos días, dice
Jehová: Daré mi ley en su mente, y la escribiré en su corazón; y yo seré a
ellos por Dios, y ellos me serán por pueblo.” Jeremías 31: 33 (RVR 1960)
Es
decir que Dios pondría en los suyos su Ley en su mente y corazón, esto era una
profecía para el nuevo pacto, que el Señor escribiría la Ley básica y
fundamental en la mente de los suyos, no con tinta sino con el Espíritu Santo
(2 Corintios 3: 3). Pero ¿Qué significa esta Ley? El significado de los 10
mandamientos es el amor, porque el amor es el cumplimiento de la Ley (Romanos
13: 8-10), y lo que hace el Espíritu Santo en el creyente es un ministerio que
da vida y no muerte en corazones humanos, escribiendo, no en piedras sino en
los corazones la Ley Moral y La Ley a la verdad es Santa, no es mala, no se
opone al amor, por el contrario, el amor es el cumplimiento de la Ley. La
obediencia a la Ley, por lo tanto, es inútil sin el amor, es una completa pérdida
de tiempo tratar de obedecer la Ley sin el amor de Dios.
El
amor obedece a la ley de Dios, por esta razón tambien podemos estar seguros de
que los 10 mandamientos fueron relevantes tanto en el antiguo como en el nuevo
pacto. La Ley moral tambien llamada la Ley mosaica es base de los actos de
conciencia, la misma ley natural (conciencia) como señala Romanos 1: 18-32,
41. Dios tambien se ha revelado a sí
mismo y a su Ley por medio de su creación.
Conforme
a Hechos 17: 24-29 y Romanos 1: 19-21 podemos ver que el poder eterno y deidad
quedan claramente expuestas en sus obras. Asi tambien la creación a la imagen
de Dios exige a todas las criaturas conformidad moral a la Ley de Dios. Pero todo
ser humano es culpable de incumplir la Ley moral incluso si nunca ha leído la
Biblia. No glorificar a Dios, no ser agradecidos a Dios, pensar neciamente, son
pecados por los que somos culpables, la conciencia señala asi a todo ser humano
su pecaminosidad, porque la conciencia se somete a la Ley moral (Romanos 2:
14-16)
Sin
ley no puede haber pecado, por lo tanto todos somos culpables de pecado porque
la conciencia enseña a todos, aun a los que no tienen la Revelación Especial,
como enseña Romanos 2. Así es que nadie tiene excusa. La única ley conocida por
toda la humanidad y por los que son juzgados son los 10 mandamientos o tambien
llamada ley moral.
Los
10 mandamientos trascienden todos los pactos y culturas, cada mandamiento en su
esencia expresan la Ley de Dios de forma resumida. Los mandamientos aunque no
son escritos textualmente en el nuevo testamento, se reconoce su vigencia en el
Nuevo Testamento en diferentes textos como el sermón del monte, por tal razón la
Iglesia debe recordar los 10 mandamientos continuamente, no como una simple
ordenanza sino como medida o pesa de balanza a la hora de tomar decisiones, de
evangelizar y de obrar.
IGLESIA
SANA
“Toda
la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para
corregir, para instruir en justicia” 2 Timoteo 3: 16 (RVR 1960)
Conforme
a lo expuesto anteriormente podemos comprender un poco mejor que hemos sido
salvos únicamente por Gracia, por medio de la Fe solamente en Jesucristo. Como
salvos, somos llamados libres, pero no para vivir en aislamiento y bajo
nuestras propias normas sino para ser Iglesia, cuerpo de Jesucristo, vivir en comunión
unos con otros para glorificar a Dios, como Él quiere.
Los
antecedentes de la Iglesia son el tabernáculo, el lugar de la Presencia de
Dios, por lo que tambien es llamada Tierra Santa y reconocer que la Iglesia es
Tierra Santa es tambien evitar que los elementos no ordenandos dentro de la
congregación sustituyan los sí ordenados, como pretendieron hacer en muchas
ocasiones los fariseos (Marcos 7: 7-9). Para poder disfrutar de una iglesia
sana,[12]
es necesario tener mucho cuidado de la doctrina, porque ella determinara la
liturgia, la vida de los creyentes y el caminar de los creyentes sobre esta
tierra.
Uno
de los temas más discutidos en los últimos siglos han sido los canticos de
alabanza congregacional, creo que es muy importante hablar de este tema porque
la verdadera alabanza y predicación de la Palabra ha sido en muchos lugares
desplazados por innovaciones que contradicen la Suficiencia de las Escrituras.
Las
Escrituras deben ser el centro de la Iglesia, en toda su liturgia y
organización, en todo momento, en su forma y esencia como el Señor ordenó en Su
Palabra. Por lo tanto es importante tener mucho cuidado de una adoración como
la que hicieron Nadab y Abiú (Levítico 10), los cuales fungieron un fuego
extraño, una adoración para sí mismos. Asi mismo debemos tener mucho cuidado de
concluir luego de saber que somos predestinados por la Soberanía de Dios en que
“si Dios es soberano, entonces yo no soy responsable”, porque es un
razonamiento que emana de un corazón corrompido. Todos somos responsables
delante de Dios de tal manera que la Soberanía de Dios no excluye al hombre de
su responsabilidad, como respondió Pablo en Romanos 9: 20 al corazón
manipulador y engañoso del ser humano.
Para
evitar precisamente problemas de orden dentro de la liturgia de la Iglesia los
reformados y con mayor fuerza los puritanos hablaron del principio regular.
Este principio regulador me parece muy interesante porque su intención original
fue regular la adoración de la Iglesia conjunta los domingos para el cuidado de
su orden y solemnidad. Es un principio muy favorable, pero debe tener cuidado
con llegar al extremo de decir cosas como que los instrumentos en la adoración
están mal o que solo deben contarse himnos y salmos, porque el elemento central
de este principio es la prudencia, no el legalismo y ha sido pensado en el
orden eclesial, no en toda la vida, porque sabemos que la oración en público
dentro de la Iglesia no será igual a la que se hace en la casa, en un
devocional por ejemplo familiar, o cuando estamos en nuestra habitación en la
intimidad.
Es
necesario entender en la teología sana que las diferentes problemáticas dentro
de muchas iglesias locales han generado una preocupación santa que ha dado como
origen el principio regulador (1 Corintios 14), por lo tanto no debemos desconocerlo.
Es mejor cuidar a la Iglesia de una falsa doctrina que ignorar las falsas
doctrinas que han querido invadir a las iglesias locales, porque no somos
libres para adorar como queramos a Dios sino a Dios como Él quiere, es asi que
este principio busca guiar a la prudencia y a la Suficiencia de las Escrituras.
La
Iglesia en sus reuniones de adoración debe cuidarse de dejarse influenciar por
organizaciones sociales y más bien debe buscar la Santidad de Dios para el
discipulado, el evangelismo y la Gran Comisión. En Efesios 3: 21 el Señor enseña
que la Iglesia debe buscar darle gloria a Dios. Por lo tanto el principio
regulador no debe verse como algo aburrido sino disfrutarlo, porque es para la
Gloria de Dios.
El
principio regulador en la adoración colectiva reconoce los siguientes 3 puntos básicos
en la reunion dominical:
1-
LA
PREDICACIÓN DE LA PALABRA: Explicación de las Escrituras con las mismas Escrituras.
2-
LA
ALABANZA: Todos deben cantar en orden y no solo unos pocos, asi tambien serán canciones
bíblicas, por esta razón se puede decir que se sigue enseñando la sana doctrina
en medio de la alabanza y orando a Dios como Él quiere.
3-
LA
ORACIÓN PUBLICA: Debe hacerse con entendimiento, reverencia, con una lengua
conocida, temor y de manera piadosa, buscando la prudencia, debe someterse completamente
a la Sola Escritura, de la misma manera que lo hace la predicación de la
Palabra y la Alabanza.
El
principio regulador nace debe evitar un ascetismo total, pero reconoce que toda
la vida es adoración, por lo que hace una clara distinción entre estos estos
dos términos: iglesia conjunta (adoración en un sentido especial) y la iglesia
separada. La iglesia conjunta es cuando los creyentes se reúnen en un solo
lugar en el que asumen la adoración en un sentido especial, separando un día de
la semana para adorar a Dios. Ha sido asi su costumbre de reunirse en un solo
lugar desde sus inicios, al menos una vez por semana, en cambio la iglesia
separada es cada creyente en Cristo, en donde se encuentre, debe preguntarse
¿Cómo será el Señor glorificado y como glorificar a Dios con esto que hago? Sea
que su oficio sea pastor o zapatero. Es asi que adoramos a Dios de una manera
especial en la congregación y de otra manera tambien especial con nuestro
trabajo, estudio, con lo que hacemos (1 Corintios 10: 31).
No
estamos bajo la Ley sino bajo la Gracia, es un argumento al hecho de que los
creyentes no están bajo el dominio del pecado, y estar bajo la Gracia significa
no estar en condenación sino tener la posibilidad de obedecer la Ley en
Jesucristo, por lo que podemos decir “no obedecemos para vivir, obedecemos
porque vivimos”. Gracias a la Obra de Dios en nuestra vida podemos obedecer la
Ley de Dios.
Con
respecto al cuarto mandamiento (Éxodo 20: 8) hay varios cuestionamientos, principalmente
en cuanto ¿a qué día se refiere el día de reposo? La Iglesia del primero siglo
empezó a reunirse el domingo (Hechos 2: 42; Hechos 20: 7), asi fue que el día
del Señor se comprende en el Nuevo Pacto como el domingo, en otras palabras el
Domingo es el Sabbat del antiguo testamento.
Aunque
el cuarto mandamiento no se repite palabra por palabra, debe reconocerse que aún
es vigente aunque diferente en un sentido, porque deja de ser el sabado para
ser el domingo. El primer día de la semana reemplaza el séptimo de la semana,
por lo tanto en el nuevo pacto seguimos guardando el día de reposo desde el
entendimiento de la Gracia, el Amor y la esperanza de la Resurrección, porque
fue un domingo que el Señor resucitó y es asi que los domingos tambien
recordamos que como el Señor resucitó resucitaremos un día por Él, gracias a Su
Gracia.
La
Ley es importante, debemos estudiarla como bien se dijo anteriormente, porque puede
guiar pero no impulsar, es como una serie de notas que nos examinan para
enseñarnos como estamos, por esto es que aunque no nos impulsan nos guían a
Jesucristo en quien somos libres para poder obedecerla y amarla. Es asi que el
principio regulador en si mismo no es nada, sino solo en el amor de Dios será útil
como una prevención al error y a no seguir nuestro propio gusto o engañoso corazón.
Este
principio, como bien se dijo antes, proviene del axioma “Sola Escritura”,
regulando aun el modo de servir a Dios el cual está determinado por Dios mismo,
por lo que es importante someterse a Dios en toda manera, aun en la manera de
someternos a Dios y lo hacemos sometiéndonos a la Biblia. Los puritanos se
sometieron al principio regulador, le dieron bastante relevancia, siendo un
medio que usaron para promover la limpieza y pureza dentro de las iglesias que
cada día parecían ser más frías y lejanas al Señor. Pero los anglicanos, con su
postura, negaron el principio regulador de los puritanos, e ignoraron la
identidad de la Iglesia, prefiriendo someterse al principio normativo y a un
conjunto de tradiciones humanas. Muy similar a lo que ocurre hoy día en muchas
iglesias que han preferido alabar a Dios de una manera bulliciosa y desordenada
desde un argumento tradicional, olvidando someterse a la Palabra de Dios que
nos habla de adorno y de orden.
El
principio regulador de la Adoración contradice esta frase: “lo que se ha
mandado es correcto y lo que no se ha mandado es incorrecto”, afirmando que la
conciencia debe someterse a Dios en toda la vida, aun en la que de manera explícita
no se ha mandado. En la adoración se sugiere la prudencia, es un tiempo de
reunion congregacional por la santa Iglesia que debe buscar solemnidad.
Adorar
en Espíritu y Verdad es una importante instrucción de seguir en todo lugar y
especialmente en la congregación. Es importante congregarse como Iglesia,
porque las congregaciones de la iglesia son santas y las reuniones eclesiales
deben ser consideradas como un lugar de reunion diferente a otro, por lo tanto
la liturgia debe darse de una manera solemne y respetuosa.
Iglesia,
casa de Dios, Columna y Baluarte de la Verdad, templo de Dios, eres una
asamblea de creyentes del Dios viviente, no algo sin importancia y ha sido por
Gracia. Estábamos excluidos de los pactos de la promesa (Efesios 2: 12) pero Dios
nos hizo pueblo suyo, ahora somo hijos del Nuevo Pacto, sellados con la sangre
de Jesucristo, engendrados por Dios, administradores de la gracia de Dios (1
Pedro 4-5) llamados Iglesia.
Es
importante amar a la Iglesia y reunirse en una iglesia local, porque Jesús ama
a la Iglesia y la ha ordenado en iglesias locales, es asi que el Nuevo
Testamento fue escrito en su mayoría para las iglesias y la otra parte restante
para los pastores y/o lideres de las iglesias locales. La iglesia requiere
orden, el orden de Dios enseñado en la Biblia, por lo tanto la Iglesia debe ser
estimada y no puede pensarse en ser reemplazada por organizaciones como las paraeclesiales
que deben ser un apoyo pero no un reemplazo de la iglesia.
La
Iglesia de Dios es Universal, el cuerpo de Jesucristo, pero la iglesia local se
refiere a un grupo de creyentes que se organizan en un lugar y contexto en específico
y es visible. La iglesia local es un organismo vivo visible que está organizada
por Dios bajo unos parámetros específicos y estipulados en la Biblia, pero ¿Qué
nos enseña la Biblia?
La
Biblia habla principalmente de Dios (No política, ni economía). Por lo tanto la
iglesia que no tiene su base en la Biblia y no habla del Dios de la Biblia, sino
se centra en otras cosas como la psicología, la superación personal, la economía
o la política, no debe llamarse iglesia hasta que se enfoque principalmente en
la Biblia y en el Dios Único y Verdadero.
La
Iglesia debe estar mirando a la Eternidad no a la vanidad, y la disciplina es
un factor relevante en la purificación de la iglesia (Mateo 18: 15). La
verdadera iglesia se cimenta en la sana doctrina, ora, evangeliza y como
propósito principal en todo lo que es y hace es glorificar a Dios. Por lo tanto
aquellos que son salvos deben ser instruidos correctamente en la Palabra de
Dios, no en predicaciones que solo hablan de experiencias u emociones sino en
predicaciones expositivas por hombres bien instruidos en la Verdad, es asi que
antes de salir a evangelizar como iglesia local es necesario que la iglesia
este bien fundamentada, en primer lugar, en la Palabra de Dios.
Dios
mismo ha enseñado este orden, dejando los indicativos antes que los
imperativos, es decir primero instruye y luego ordena. Asi hizo Jesucristo, la
Segunda Persona de la Trinidad, primeramente enseñó a sus discípulos, instruyó
sus corazones en la Verdad, en Él, para luego comisionarlos a predicar el
evangelio, pero lamentablemente en muchas iglesias se está haciendo lo
contrario, dejando a un lado el orden bíblico.
Conforme
a lo anterior y a modo de resumen se invita a las iglesias locales que están enfermas
por tanta dañina teología a que dejen, se aparten de la falsa doctrina y de
todo tipo de engaño, para volver en arrepentimiento ante Dios, sometiéndose a
Su Palabra. Pero tambien se invita a las iglesias que están en la sana doctrina
a que se fortalezcan cada vez más en el Señor y se sometan a Dios, usen los
medios de gracia y tambien el orden dentro de la iglesia para evitar que entren
falsas enseñanzas, como falsos hermanos, algo que puede ayudar bastante a esto
es su declaración y confesión de Fe, considero que adherirse a la confesión bautista
de Londres puede ser un buen apoyo, como lo han hecho las iglesias bautistas
reformadas y tambien la membresía.
La
membresía en una iglesia local, legalmente constituida bajo los preceptos de
Dios, es importante para el crecimiento y desarrollo de un creyente, sin esta
es difícil el crecimiento y desarrollo, por no decir imposible, asi tambien la
reunion eclesial debe hacerse con orden, evitando el desorden y su ausencia de
solemnidad.
La
Iglesia, el pueblo que pertenece a Dios, no puede crecer sin iglesias locales.
La reunion eclesial es muy edificante, la doctrina y la enseñanza es muy
importante en la Iglesia. La membresía en una iglesia local la cuida de falsas doctrinas
y fortalece el ordenamiento en la congregación, pero ¿Quién puede ser miembro
de una iglesia sana? Un nuevo nacido, un no nacido no puede ser parte de
ninguna iglesia, asi tambien serán miembros quienes están de acuerdo con la sana
doctrina y están dispuestos a comprometerse para cuidarla.
Es
de una iglesia local de sana doctrina bien instituida que salen misioneros bien
formados. Una iglesia fuerte tiene una doctrina sana fuerte. No se va a la iglesia
a pasar el rato o exaltar ciertas emociones sino a adorar al Dios vivo y eterno,
pero tambien se evidencia la adoración a Dios en el amor en acciones y palabras. Como se dijo anteriormente tambien la declaración
y confesión de Fe es un punto de apoyo para la membresía de la iglesia local de
sana doctrina.
El
credo ha sido relevante para las iglesias bautistas reformadas y particulares,
buscando promover el ministerio de la piedad y el evangelio de Cristo Jesús
como dones de Dios administrados por la Iglesia, porque la Iglesia es Columna y
Baluarte de la Verdad (La Revelación Especial). La Santa Escritura es la regla
suficiente de la Iglesia y los credos buscan ser fieles a esta regla
suficiente. Pero se ha visto que los hombres no se oponen a los credos o
confesiones en cuanto a estos no se opongan a ellos, es asi que la confesión es
un apoyo a la sana doctrina, no a los hombres, porque se apoya en la sana
doctrina que se fundamenta en la Palabra de Dios.
Por
lo anterior la Biblia, es el Libro que hay que estudiar y es necesario
estudiarla toda para poder conocer mejor cada parte, reconociendo que LA BIBLIA
ES LA ÚNICA REVELACIÓN ESPECIAL (La Revelación de Dios mismo en la Escritura) y
LA ÚNICA FUENTE DE AUTORIDAD INFALIBLE. Toda la Escritura es inspirada por Dios
como la misma Biblia lo enseña. Rechazar la Palabra es como rechazar a Dios
porque Dios mismo es la Palabra como enseña Juan 1: 1, el evangelio no solo se
trata de Dios sino es de Dios, le pertenece a Dios, no tenemos ningún derecho a
cambiarla y realizar nuestras propias interpretaciones, solo tiene una, aunque
muchas aplicaciones.
La
Escritura aunque fue escrita por hombres, no es de hombres sino de Dios. Solo
los manuscritos originales son inerrantes. Aunque no poseemos los originales si
las copias, y las copias en su conjunto demuestran que provienen del original,
por lo tanto son fiel copia del original que debe reconocerse.
TEOLOGÍA
DEL PACTO Y DISPENSACIONALISMO
Las
dos palabras escritas como título en esta última sección de la sana teología son
desconocidas para muchos cristianos, pero no por eso carecen de relevancia. Son
importantes ambas porque ambas nos permiten comprender mejor la enseñanza de
las Escrituras.
La
teología del pacto nos permite comprender que Dios se ha relacionado con el ser
humano desde que lo creó por medio de pactos, un pacto eterno, antes de la fundación
del mundo, uno de obras y otro de gracia, que inicia desde que el ser humano
pecó contra Dios, pero el dispensacionalismo tambien nos ayuda a comprender un
poco mejor la escatología, en cuanto a las cosas que están por venir narrado
principalmente en el Apocalipsis y Daniel. Pero veamos en un primer momento lo
que son los pactos.
En
la antigüedad cuando se hacía un pacto no se sellaba el mismo con un estrechón
de manos o un abrazo, sino como hizo Abram con Dios, animales muertos y
partidos en dos, de tal manera que quien rompía el pacto le sucedería lo mismo
que con los animales, es asi que Adán al romper el pacto era merecedor de la
muerte (Genesis 3, 15). El pacto entre Dios y la humanidad fue quebrantado por
Adán, nuestro representante, por lo que no solo Adán sino todos merecemos morir
por no ser fieles al pacto con Dios.
Dios
se acercó a Adán, luego que fuera el mismo Adán que rompió el pacto de obras
con Dios. Es asi que tambien Dios llama de manera eficaz a quienes están en la Divina
predestinación ¿Cómo lo hace? Por medio de la predicación de la Palabra de
Dios.
El
pacto eterno de Dios, el pacto de la Gracia perdona a los que Dios ha escogido,
a los que Dios conoció, apartándolos para sí mismo, antes de la fundación del
mundo, por lo tanto no somos apartados para hacer el mal sino para Dios y en
eso hay regocijo para el creyente. Pero para comprender un poco mejor lo
expuesto veamos con orden lo que nos enseña la teología del pacto.
En
la Eternidad pasada el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo determinaron la
Redención (Salmo 25: 14, Efesios 1: 4), Jesucristo realizaría el papel
principal en la Redención, debía tomar forma humana y morir por los pecadores
elegidos como el Padre había decretado.
En
el pacto de Redención se entiende que el Padre prometió al Hijo darle a los
pecadores elegidos y preservarlos tambien en la eternidad, en otras palabras el
Padre eligió, el Hijo estuvo de acuerdo, se sometió voluntariamente a los
horrores de la cruz, fue levantado de los muertos y les dijo a sus discípulos
“os conviene que yo me vaya; porque si no me fuera, el Consolador no vendría a
vosotros; más si me fuere, os lo enviaré” (Juan 16: 17). El Espíritu Santo se
somete al Padre y al Hijo. De esta manera se comprende que en la eternidad
pasada, donde solo estaba Dios, antes de crear todo, la Trinidad determinó todo
lo que sucedería, escogiendo tambien a quienes serian salvos y tendrían vida
eterna, entonces Dios creó al ser humano, a Adán y Eva, quienes no tenían
ninguna predisposición para pecar, antes de pecar, su corazón no estaba
inclinado al mal, pero después de pecar, desobedeciendo a Dios, la Trinidad expulsó
a Adán y su mujer (Genesis 3: 22, 24). Desde entonces el ser humano no puede no
pecar, este pacto que el hombre quebrantó es llamado pacto por obras, porque
las obras eran las que mantenían al pacto, la promesa de vida. De esta manera, el
pacto era determinado por las obras de Adán y Eva, en específico la obediencia
a una orden. La idea de este pacto es que el ser humano comprendiera que aun
sus mejores acciones para ganar la vida eterna no eran suficientes.
El
pacto de obras surge en el Jardín del Edén, en donde Adán es formado. En este
pacto (Genesis 2: 15-17) el Señor enseñó a Adán y Eva los términos del pacto.
Los parámetros eran los siguientes: si Adán obedecía tendría vida si no tendría
muerte, no solo para el sino para toda su descendencia, es asi que Adán es
entendido como un representante o jefe federal de la humanidad, pero al
desobedecer introdujo la muerte y la naturaleza pecaminosa a la humanidad. En
medio del huerto, tambien surgieron los 10 mandamientos, porque un solo
mandamiento dado por Dios expresaba la esencia de los 10 mandamientos (Éxodo 20,
Deuteronomio 5): el amor, el Señor los sintetizó de la siguiente manera:
“Jesús
le dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con
toda tu mente. Este es el primero y grande mandamiento. Y el segundo
es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. De estos dos
mandamientos depende toda la ley y los profetas.” Mateo 22: 37-40 (RVR 1960)
Por
amor a Dios y a su prójimo el ser humano debía ser fiel a este pacto, a este
mandamiento, pero el egoísmo brotó en su corazón, decidiendo por el pecado
antes que por el amor. La teología del Pacto enseña a modo general que tanto el
Antiguo como el Nuevo Testamento dicen “Solo por Gracia, Solo por medio de la
Fe, Solo en Cristo”.
La
palabra pacto significa trato solemne de Dios, no es un acuerdo bilateral entre
Dios y el hombre como generalmente lo entendemos, sino que quien determina sus
características y condiciones es Dios (No el hombre). La teología del pacto es
un gran apoyo para interpretar mejor las Escrituras, en ella se hablan de pactos,
cada uno con diferentes características, y revelados en diferentes tiempos.
En
Genesis 3: 15 se observa el comienzo de algo bueno, el inicio del Pacto de Gracia,
es asi que este versículo bíblico es conocido como el protoevangelio, una
semilla de esperanza para la humanidad que fue creciendo progresivamente hasta
llegar a su plenitud en la muerte de Jesucristo. Este se ha desarrollado en las
siguientes etapas de maneras diferentes pero siendo el mismo: Pacto con Noe,
Pacto Abrahámico (Genesis 17), Pacto Mosaico (Éxodo 19-25), Pacto Davídico (2
Samuel 7) y el Nuevo Pacto que es llamado nuevo no en relación con el
Abrahámico sino con el Mosaico (Hebreos 8: 6-13).
Desobedecer
a Dios trajo maldición y el juicio de Dios a la humanidad y todas sus
generaciones posteriores. Es asi que en Adán todos mueren (Romanos 5), porque toda
la humanidad hereda la naturaleza pecaminosa, debido a que nuestro
representante Adán cayó en el pecado, quebrantando el pacto de obras.
El
pecado original nos enseña que todos somos culpables, aunque no participamos de
manera directa en el pecado de Adán, pero el evangelio enseña que solo Jesús
fue fiel al pacto de obras, nadie más, y es asi que solamente en El estamos en el
Nuevo Pacto.
PECAMINOSIDAD
UNIVERSAL - NECESIDAD URGENTE DE SER REDIMIDO
¿Cómo
vivir ante Dios quien es Santo, Santo, Santo? El propósito de la Ley es mostrar
nuestra pecaminosidad y a Jesucristo, porque nadie sino solo Jesucristo pudo
obedecer la Ley, es asi que comprendemos mejor que ningún ser humano puede seguir
un pacto de obras, porque nadie puede salvarse por las obras.
La
Biblia en su recorrer de años de construcción fue una revelación progresiva, en
donde cada pacto fue dando cada vez más luz en su progreso hasta el nuevo pacto
que fue el propósito final de cada pacto. Su progreso enseña que el tema central
siempre fue Jesucristo.
“… vestíos
del nuevo hombre, creado según Dios en la justicia y santidad de la
verdad.”
Efesios 4: 24 (RVR 1960)
Debido
a lo que hizo Adán todos fuimos expulsados, pero el Pacto de Gracia y en
específico el Nuevo Pacto es la respuesta. La manera de expresar nuestro amor a
Dios es guardando los mandamientos de Dios, es asi que la Ley se convierte en
nuestro lenguaje de amor para decirle a Dios que lo amamos y como señal del
nuevo pacto tenemos la santa cena que debe ser celebrada de manera periódica en
nuestras iglesias sanas como un recordatorio de lo que el Señor hizo por
nosotros, del Nuevo Pacto que tambien nos enseña que nuestra vida ya no nos
pertenece a nosotros mismo sino a Él, por lo tanto tambien nos guía a la santificación.
Por
la Gracia de Dios podemos entender que en nuestro peor día seguimos siendo
sostenidos por la mano de Dios, como lo será en el mejor día, porque el Nuevo Pacto
no depende de nosotros sino de Dios mismo, es asi que el nuevo pacto nos enseña
que nuestro amor es muy limitado pero el amor de Dios es completo y es perfecto.
“Si
somos infieles, Él permanece fiel, pues no puede negarse a sí mismo.” 2 Timoteo
2: 13 (LBLA)
No
se basa en nuestras obras sino en quienes somos por Gracia, somos hijos de Dios
porque hemos nacido de nuevo. Cuando pecamos nos debemos sentir mal, porque no
honramos a Dios, y debemos confesar nuestros pecados, arrepentirnos ante Dios, asumir
las consecuencias de nuestras decisiones, pero Dios nos sigue amando y lo seguirá
haciendo a pesar de nosotros mismos.
Todos
hablan de obras pero el cristianismo no habla de obras humanas sino de
Jesucristo, lo cual no significa que sea una licencia para pecar sino una de
ser hijos de Dios para andar conforme a su voluntad, en amor. Es importante
administrar bien el tiempo, en esto tambien se demuestra adoración al Dios
verdadero.
Cada
día es un gran día debido a lo que Dios hizo y no lo que yo he hecho, es asi
que todo se trata de Dios, por esto es que cuando estemos en el cielo no
estaremos aburridos sino contentos alabando al Señor. El evangelismo se
relaciona a las misiones no solo desde la conocida Gran Comisión de Mateo 28:
19-20 sino que en diferentes pasajes de las Escrituras, como se explicara más
adelante: una gran responsabilidad y misión de la Iglesia de compartir las
buenas noticias de Salvación, a todos, a los elegidos como a los no elegidos
por Dios.
“Mirad,
pues, con diligencia cómo andéis, no como necios sino como sabios, aprovechando
bien el tiempo, porque los días son malos.” Efesios 5: 15-16 (RVR 1960)
LA
SANA DOCTRINA
Se
puede concluir el mensaje de este capítulo en dos palabras: Sana Doctrina. La
doctrina, como dijo Jamieson: “es un resumen de la enseñanza bíblica que es
tanto fiel a la Biblia como útil para la vida”.[13]
Por esta razón la sana teología es la sana doctrina que es fiel a las Sagradas
Escrituras y tambien es práctica, no es algo místico sin una aplicación clara
para nuestra vida, sino es clara en su práctica.
Debido
a que las Escrituras son una revelación de la mente de Dios, la enseñanza
Bíblica es coherente; permanece unida como un todo. Esto significa que, cuando
se interpreta apropiadamente, la Biblia nunca se contradice a sí misma y nunca
nos puede inducir al error de ninguna manera[14]
La
teología en comunidad se refiere a las enseñanzas dominicales o de algún otro
día de la semana en la Iglesia, estas fortalecen a la comunidad, la guía a la
verdad, por lo tanto no debemos menospreciar las reuniones en la iglesia, sino
por el contrario apreciar la sana doctrina que nos permite crecer juntos como iglesia
ayudándonos unos a otros en el Camino del Señor y en el crecimiento de la
piedad.
La
sana doctrina produce un cambio verdadero en la mente y el corazón, porque se
trata de la exposición de la Palabra de Dios, pero no confundir con falsos
avivamientos, que solo son la manipulación de las emociones. La sana doctrina
empieza con la mente para llegar al corazón, nos lleva a amar aún más la
Palabra de Dios y a Dios, a glorificarlo y a alabarlo como debemos, a
humillarnos ante Su Santidad y honrarlo.
La
sana doctrina no nos lleva a unirnos a grupos sociales, sino a fortalecer más
la comunidad cristiana, a amar más la santidad y buscarla, a purificar la
Iglesia, a ser cristianos más veraces y auténticos.
La
sana doctrina debe pasar de nuestra cabeza a nuestro corazón, de tal manera que
podamos aprender no solo la enseñanza bíblica sino tambien a obedecerla, como
es debido, por lo tanto algo anda mal si nosotros decimos que amamos la sana
doctrina, pero odiamos a nuestros hermanos. Por lo anterior es importante que
nos reunamos en una iglesia de sana doctrina para que la semilla de la sana
doctrina sea profundamente arraigada a nuestra vida.
La
sana doctrina debe llevar a la búsqueda de la santidad, debido a que este ha
sido el objetivo de las Escrituras, de la Palabra de Dios, podríamos decir que
de Dios para nosotros, como enseña 1 Pedro 1: 14-17 y 1 Juan 3: 2-3, para que
nuestro carácter, mente y corazón, sea moldeado conforme al Perfecto, a Cristo.
Pero esto solo es posible en el amor, como dijo Bobby “el amor es la meta de la
sana doctrina. Si no nos amamos los unos a los otros, entonces no hemos sido
correctamente cautivados por la verdad”[15]
La
adoración no es para nosotros, a veces pensamos que asi es, buscando, sin
quizás darnos cuenta, nuestra exaltación inquiriendo en experiencias muy
emocionalistas, pero la adoración es “dar a Dios la gloria que merece por quien
es Él y por lo que ha hecho por nosotros en Cristo”[16]
“Dad
a Jehová la gloria debida a su nombre; Adorad a Jehová en la hermosura de la
santidad.”
Salmo 29: 2 (RVR 1960)
La
sana doctrina nos habla de una predicación expositiva que significa exponer
claramente la enseñanza de la Palabra, cualquier pretensión de determinar una adoración
contraria a las Sagradas Escrituras es idolatría, como bien dijo Ligon Duncan: “2
maneras de cometer idolatría: adorar a cualquier cosa que no sea el verdadero
Dios o adorar al verdadero Dios de manera inadecuada”[17]
Las
experiencias mismas deben someterse a las Escrituras para comprobar su
autenticidad, no se puede extraer teología de pensamientos propios lo cual
generara un sinfín de teologías, por lo anterior una sana teología es
construida en el sometimiento de las Sagradas Escrituras y solo una sana teología
construye iglesias sanas.
“Toda
la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para
corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea
perfecto, enteramente preparado para toda buena obra.”
2
Timoteo 3: 16-17 (RVR 1960)
[2] REAL ACADEMIA
ESPAÑOLA: Diccionario de la lengua española, 23.ª ed., [versión 23.7 en
línea]. Teología <https://dle.rae.es/teología> [29 de Febrero de 2024].
[3] Revisar libro
Teología Sistemática de Hodge (Editorial CLIE, 2014)
[4]Sugel Michelen.
Calvino y el libre albedrio (12 FEBRERO, 2010). https://www.coalicionporelevangelio.org/entradas/sugel-michelen/calvino-y-el-libre-albedrio/
[5] Un sínodo se
refiere a una reunion o concilio de diferentes teólogos, en el caso del Sínodo
de Dort fue una reunion de teólogos de diferentes lugares del mundo en la ciudad
de Dordrecht para discutir sobre los puntos propuestos por los remonstrantes.
[6] Isaac Lara, ed., Los
Cánones de Dort para el siglo XXI (Medellín, Colombia: Académica 21, 2023),
32-33
[7] Isaac Lara, ed., Los
Cánones de Dort para el siglo XXI, 66.
[8] Isaac Lara, ed., Los
Cánones de Dort para el siglo XXI (Medellín, Colombia: Académica 21, 2023)
[9] Isaac Lara, ed., Los
Cánones de Dort para el siglo XXI, 160
[10] Isaac Lara, ed., Los
Cánones de Dort para el siglo XXI, 230
[11] Isaac Lara, ed., Los
Cánones de Dort para el siglo XXI, 259
[12] Nótese la distinción
entre iglesia con la i minúscula, refiriéndose a iglesia local y la Iglesia con
la I mayúscula, refiriéndose a la Iglesia Universal
[13] Bobby Jamieson, La
sana doctrina - ¿Cómo crece una iglesia en el amor y en la santidad de Dios?,
trad. de Xavier B. Patiño (Medellín, Colombia: Poiema publicaciones, 2014), 18
[14] Bobby Jamieson, La
sana doctrina - ¿Cómo crece una iglesia en el amor y en la santidad de Dios?,
40
[15] Bobby Jamieson, La
sana doctrina - ¿Cómo crece una iglesia en el amor y en la santidad de Dios?,
71
[16] Bobby Jamieson, La
sana doctrina - ¿Cómo crece una iglesia en el amor y en la santidad de Dios?,
93
[17] J. Ligon Duncan III, “Does God Care How We Worship?”
en Give Praise to God: A Vision for Reforming Worship, (¿le importa a Dios como
adoramos? En
Dad gloria a Dios: una vision para reformar la adoración), p. 33. Editores: Graham Ryken, Deek W.H. Thomas y J. Ligon
Duncan III, Phillipsburg, (Nueva Jersey), 2003.
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