LA GRAN MATANZA DEL 24 DE AGOSTO DE 1572
La trágica, terrible y
triste muerte a sangre fría de miles de reformadores franceses es un acto repugnante,
despreciable e inhumano atribuido principalmente al Destructor, el Padre de
mentiras (Jn. 8: 44), llamado Satanás que, con todos sus demonios, solo han
venido a este mundo a matar, robar y a destruir, pero no están solos, ellos tienen
sus esclavos, personas de gran influencia como lo fueron los Papas, los reyes Carlos
V, Fernando I, Catalina de Medici, la Casa de Guisa, quienes fueron las
cabecillas y principales responsables del intento de genocidio que asesinó a miles
de protestantes que murieron aquella inolvidable noche del 24 de agosto de
1572, en un territorio que se ha hecho llamar la cuna del humanismo, del feminismo
y el existencialismo.
Francia, tambien ha sido conocida
por ser un país en donde nacieron valientes hombres de la fe pero muchos de
ellos huyeron porque fueron perseguidos en su mismo territorio en manos de
impíos que solo buscaron destruirles por completo. Lamentablemente hoy en día
sigue siendo un país que continua persiguiendo a los cristianos, imponiendo
ideas muy contrarias a las enseñanzas de las Escrituras, tan solo hay que mirar
a lo que recientemente ocurrió en la inauguración de los juegos olímpicos, la
expresión de una cultura enemiga de Jesucristo, para darse cuenta de la
terrible abominación que puede producir un corazón alejado del Señor.
Antecedentes
a la Masacre del día de San Bartolomé
Francia, la heredera del Sacro
Imperio Romano-germánico (1309-1377), que durante 70 años mantuvo el imperio
del Papado en Aviñón no recibió fácil, ni gratamente, la Reforma. Por el
contrario, batalló en contra de la Reforma arduamente, con todas sus fuerzas, hasta
no poder más. Se cree que Jacques Lefèvre d'Étaples fue el primer promotor de
la Reforma en Francia, aunque no la apoyó por completo, teniendo una actitud muy
similar a la de Erasmo de Rotterdam, e igual que él fue conocido como el padre
del humanismo, una evidencia más que demuestra que Dios puede usar a cualquiera
para Su obra, aun el mismo Satanás está al servicio del único Todopoderoso Dios.
El hecho más reconocido de Lefèvre y útil para la Reforma fue su primera
traducción de la Biblia al francés, aun asi no se desligó por completo del
catolicismo romano. Entre sus primeros discípulos se encontraba Guillermo Farel
quien pasó de ser un gran devoto católico a un entusiasta reformador que más
tarde iría a Ginebra a fortalecer la Reforma con apoyo de Calvino, otro
expatriado de Francia a causa de sus perseguidores.[1]
Es tambien interesante saber que el primo de Calvino, Pierre Robert Olivétan, había
realizado una traducción de la Biblia por esas mismas fechas.
Aunque desde Ginebra se
realizaron intentos de Reforma a Francia, hubo grandes opositores, que
impidieron y masacraron hasta la muerte a todos los que apoyaban la Reforma en
este país que se hacía llamar la segunda Roma, la cuna del humanismo y del
libre pensamiento, pero la misma evidencia demuestra que este libre pensamiento
era una parafernalia que solo quería mostrarse justa por fuera cuando era una
bazofia por dentro, puesto que enérgicamente contradecía las Escrituras. Tal
como el Papa estaba haciendo en Roma con las obras de arte de Rafael Sanzio o
los reyes de Francia con Leonardo da Vinci, Macron y su gobierno recientemente
han hecho con los juegos olímpicos, para reproducir de manera sutil, pero
siniestra, sus diabólicas ideas anticristianas.
Catalina de Medici, sobrina
del Papa Leon X (Giovanni di Lorenzo de' Medici) una mujer noble, fiel católica
y llena de supersticiones que a la edad de 14 años se casó con Enrique II,
segundo hijo de los reyes católicos de Francia, Francisco I y Claudia de
Francia, no podía tener hijos, por lo que presionada por su marido se apresuró
a buscar médicos, magos, curanderos, adivinos y astrólogos, para remediar su
infertilidad, hasta que acudió a Miguel de Nostradamus (1503-1566), un chaman,
adivino y astrologo francés al que Catalina, en su gnosticismo pagano, le
atribuyó su posición de reina y madre de reyes, puesto que posteriormente le
nacieron diez hijos, entre los que estaban los reyes: Margarita, Francisco II,
Carlos IX, y Enrique III.[2]
Enrique II de Francia
(1519-1559), coronado como rey de Francia en 1547, fue un ferviente defensor
del catolicismo romano, pero debido a sus graves disputas con España toleró a
los protestantes por un tiempo. En esas mismas épocas el almirante Gaspar de
Coligny fue nombrado caudillo de sus
tropas francesas durante la batalla de San Quintín, pero los resultados no
fueron los esperados y permaneció dos años en prisión, tiempo en el que se
convirtió al protestantismo, y se volvió una figura importante entre los
hugonotes. Debido a las continuas victorias de los españoles sobre los
franceses, Francia se vio forzada a firmar un acuerdo el tres de abril de 1559
con Felipe II de España, conocido como el tratado de la Paz de
Cateau-Cambrésis,[3]
y entre los muchos acuerdos acordaron ambos reyes trabajar activamente en
contra de los protestantes, propiciando posteriores guerras de religión en
Francia. Por esta razón la Reforma tanto en Francia como en España se vio
retrasada, tremendamente obstaculizada, ingresando de manera muy lenta y difícil.[4]
Con motivo de la celebración de enlace se hicieron unos juegos, pero en medio
de estas celebraciones el rey de Francia sufrió un accidente fatal.
Gabriel I de Montgomery,
capitán de su guardia, involuntariamente hirió de muerte al rey y este expiró de manera sorpresiva el 10 de
julio de 1559[5],
dejando como resultado que su hijo Francisco II gobernara. El reinado de
Francisco II fue muy breve, de tan solo un año, porque murió en diciembre de
1560 debido a un envenenamiento que no es de extrañar que fuere ocasionado por
su misma madre. Carlos IX sucedió al trono, pero debido a que tenía tan solo
diez años, Catalina, la reina madre, ejerció oficialmente la regencia. [6]
La reina madre manipulaba
fácilmente a su hijo Carlos IX para que en apoyo de la Casa de Guisa, una
familia de la nobleza francesa que repudiaba a los protestantes, emprendiera
grandes matanzas en contra de los hugonotes, quienes fueron declarados como
herejes por el Concilio de Trento (1545-1563) debido a que creían en la
Suficiencia y Autoridad de las Escrituras, como en la Justificación solo por
Gracia y solo por medio de la Fe, solo en Jesucristo, y no estaban de acuerdo
con elevar las tradiciones al mismo nivel de las Escrituras. De esta manera fue
que en este periodo de “guerra de religiones” se perpetuaron grandes masacres (la
masacre de Merindol (1545), de Wassy (1562), entre otras) que buscaban el
exterminio de los reformadores, por lo que murieron un masivo número de
hugonotes. Luego, la reina madre Catalina de Médici, al prever una derrota
inminente de su reino se vio obligada a hacer las paces con los reformados, y
el 5 de agosto de 1570 firmó la Paz de Saint-Germain y como sello de este pacto
planeó la boda de su hija Margarita con Carlos IV, el hijo de la reina protestante
Jeanne d'Albret.
Había un aparente tiempo
de calma en Francia, los hugonotes estaban empezando a influir en la sociedad, en
1571 fue reconocida su Confesión de Fe, y el número de ellos empezó a crecer
rápidamente, lo cual hizo preocupar a la reina madre Catalina de Medici, quien ideó
el asesinato de la reina Jeanne d'Albret (9 de Junio de 1572), en medio de la
planeación de la boda de su hija,[7]
y tambien estuvo involucrada en el atentado del almirante Coligny (22 de agosto
de 1572), general de las tropas de los hugonotes, la cual fue ejecutada tan
solo cuatro dias después del matrimonio de su hija Margarita y Enrique de Borbón
(18 de agosto de 1572), anunciando de manera silenciosa a los reformadores que
aquellas bodas que se estaban celebrando serian recordadas como las bodas de
sangre, o el día de la gran matanza de San Bartolomé.
La
Gran Matanza del 24 de Agosto de 1572
La Reforma no fue igual
de aceptada en todos los países de Europa, en Francia no pudo ingresar
fácilmente. En este lugar se les llamaba a los reformadores hugonotes, esta
palabra proviene del francés “huguenot” que a su vez se deriva del alemán
“Eidgenosse” que significa confederado o compañero de juramento, [8]
porque se creía que estaban aliados con los suizos, muy probablemente porque el
principal lugar de formación de los reformadores era Ginebra, lugar donde se
encontraba la base más fuerte de la Reforma liderada por Calvino y Teodoro de
Beza.
A mediados del siglo XVI
el protestantismo empezó a expandirse rápidamente en Francia, un grupo cada vez
mas grande se fue integrando a las iglesias de los hugonotes. Calvino en su
esperanza de una nación reformada preparó dos documentos en 1559, los cuales
fueron aceptados, gracias tambien a la obra misional de muchos pastores
preparados en Ginebra, estos documentos fueron: la Confesión Gálica y el Orden Eclesiástico,
pero la contrarreforma ya estaba llegando para impedir que el país se volviera
al protestantismo, y aunque muchos lo abrazaron, el Estado preparó grandes
persecuciones para defender el poder que había obtenido por el concordato con
Roma (1516), aun asi no pudieron evitar el crecimiento del protestantismo, y el
2 de abril de 1571 fue adoptada por los hugonotes la Confesión de Fe que había
enviado Calvino en el sínodo de la Rochelle, con la presencia de Teodoro de
Beza, la reina Jeanne d'Albret, su hijo Enrique de Borbón, el almirante Coligny
y el príncipe Louis de Condé. [9]
El país parecía estar
dividido en dos facciones, muchas familias nobles que habían integrado la
iglesia de los hugonotes, empezaron a formar su propio ejercito dirigido por el
almirante Caspard de Coligny. Grandes guerras se estaban suscitando en
diferentes partes del territorio entre protestantes y católicos romanos, hasta
que en 1572 en medio de la fiesta de reconciliación de las dos partes, que
sería confirmada con la boda del protestante Enrique de Borbón, rey de Navarra,
y la princesa Margarita, séptima hija de Enrique II de Francia y Catalina de
Medici, la reina madre Catalina de Médicis, cambió las políticas de la boda,
para que esta se convirtiera en “la boda de sangre”. Es llamada la boda de
sangre porque fue rodeada de muertes y masacres; después del atentado del
almirante Caspard de Coligny, en el que un francotirador le disparó, hiriéndolo
aunque no de muerte, los ánimos estaban empezando a incitar a la población y el
rey Carlos IX, manipulado una vez más por su madre Catalina de Medici y la Casa
de Guisa, ordenó cerrar las puertas de la ciudad de Paris y asesinar en la
noche del 24 de Agosto de 1572 a todos los hugonotes, empezando con el almirante
Coligny, quien fue cruelmente asesinado. Según cuenta el historiador Justo
Gonzales el caudillo hugonote murió de la siguiente manera:
Coligny
fue sorprendido en su cámara, donde fue herido repetidamente. Todavía vivo, lo
arrojaron por la ventana a la calle, donde esperaba el duque quien lo pateó y
le dio muerte[10]
El asesinato despiadado del
duque de Guisa hacia el almirante Coligny y de todo este ejército de hombres
crueles a los miles de hugonotes que perdieron su vida en una noche de
gran matanza que se extendió de manera descontrolada a otros territorios,
debido a la gran arrogancia y pecaminosidad de una ideología que había socavado
la mente de muchos, merece un total repudio.[11]La
noche del día de san Bartolomé, aquel 24 de Agosto de 1572 no será olvidado
jamás en la historia, la gran matanza en Francia debe ser recordada en la
historia de Francia y de la humanidad. Fue una gran pérdida, el horror y
espanto de este suceso fue tan enorme que se extendió a otros reinos, como lo
narra González:
La
noticia conmovió al resto de Europa. Como hemos dicho, Guillermo el Taciturno,
que a la sazón marchaba sobre Bruselas (y que después se casó con una de las
hijas de Coligny) se vio obligado a suspender su campaña. Isabel de Inglaterra
se vistió de luto. El emperador Maximiliano II, con todo y ser buen católico,
expresó su horror[12]
Cinco dias antes de este
gran horror, el 18 de agosto de 1572, Margarita de Valois se casó con Enrique
de Borbón, quien aparentemente era protestante y se encontraba en medio de este
trágico suceso, a él tambien buscaron asesinar, pero fue protegido o negó ser
protestante para salvaguardar su vida. Las masacres continuaron en todo el
territorio francés, obligando a muchos hugonotes huir de su país a nuevas
tierras, hasta que en la guerra de los Enriques, el duque de Guisa que
cruelmente había asesinado a Coligny murió en el mismo lugar que ordenó esta
gran matanza, como narra el historiador Gonzales:
El
día antes de la Nochebuena de 1588, por ordenes del Rey, Enrique de Guisa fue
asesinado en el mismo lugar donde quince años antes había dado ordenes para la
matanza de San Bartolomé[13]
El
Edicto de Nantes
El rey Carlos IX murió en
medio de una grave angustia que no le dejaba descansar, su salud física y
mental fue empeorando hasta su muerte. El día de la gran matanza del 24 de
agosto de 1572 fue un gran remordimiento para su alma que lo llevó el 30 de
mayo de 1574 a su pronta sepultura, con tan solo 23 años, sufriendo las
consecuencias de sus malas decisiones, debido a no haber reinado justamente. Le
sucedió al trono su hermano Enrique III que se vio obligado a apoyar a los
hugonotes y a dejar como sucesor al trono al protestante Enrique de Borbón, lo
que provocó la guerra de los Enriques (Enrique de Guisa, Enrique III y Enrique
de Borbón) porque Enrique de Guisa no quería que gobernara un hugonote, esta
guerra se dio después de la muerte de la reina madre Catalina de Médici que tambien
murió gravemente de la misma enfermedad respiratoria con la que murió su hijo
Carlos IX, llamada pleuresía. El rey Enrique III fue apuñalado por un fraile
dominico y Enrique de Guisa tambien fue asesinado. Es evidentemente comprobado,
una vez más, lo que dijo Jesucristo: “todos los que tomen la espada, a espada
perecerán” (Mt. 26: 52).
El reino de Enrique de Borbón
o Enrique IV, quien se había declarado protestante hasta su subida al trono, después
de más de 20 de años de la matanza, en 1598 proclamó el Edicto de Nantes, dando
derecho y protección civil a los hugonotes, promoviendo su participación a la
sociedad y permitiéndoles estudiar y trabajar, principalmente en la ciudad en
donde se había realizado años atrás el concilio que adoptó la Confesión de Fe,
la ciudad portuaria de La Rochelle.[14]
Pero esta gran matanza había opacado la esperanza de un país protestante,
muchos de los reformadores franceses que quedaron, huyeron del país, y otras
familias de nobles prefirieron volver al romanismo, por lo que años después, en
1585, la política absolutista de Luis XIII y Luis XIV (1643-1715) pudo derrocar
en 1685 el edicto de Nantes haciendo que la los hugonotes fueran de nuevo
llamados una religión ilegitima, la iglesia de los hugonotes fue llamada una
iglesia del desierto, similar a lo que había pasado siglos antes con los
valdenses, porque sus congregaciones quedaron como un desierto después de esta
gran persecución que desterrando y forzando a muchos a la reconversión los
redujo a una minoría muy reducida, que debía esconderse de las continuas
amenazas hasta 1789, en la Revolución Francesa, que les dio mayores libertades
y empezó a fortalecerlos a principios del siglo XIX gracias al réveil (“avivamiento”)
europeo, pero eso es otra historia.[15]
La
integridad de los hugonotes en medio de una sociedad inmoral
La Confesión de fe de la
Rochelle, como fue la de Augsburgo para el pueblo alemán, buscó enseñar
claramente a la sociedad en general la creencia de los hugonotes, que no era
contraria sino fiel a la misma fe de la Iglesia primitiva, como ellos mismos
dijeron:
Es
evidente que estamos de acuerdo con la Iglesia antigua, que estaba unida a la
Ley y el Evangelio (..) hemos declarado delante de los hombres lo que creemos
con el corazón delante de Dios, para vivir y morir por su gracia.[16]
Los reformadores
claramente hablaron en contra de la doctrina católica romana, no estuvieron de
acuerdo con el concilio de Trento, porque eran engaños a los que entendieron
que debían oponerse, pero tambien afirmaron con su boca lo que creyeron en su corazón
que solo Jesucristo es el Señor y en Su Gracia se refugiaron. La moralidad e
integridad de estos hombres que dispusieron aun su vida, es un ejemplo para
aquellos que en la actualidad luchan en contra del falso liberalismo de esa
Francia perversa que ha producido ideologías llenas de liberalismo y paganismo,
como las que han representado Bourdieu, Foucault, Sartre, Simone de Beauvoir,
entre otros.
La
Francia del siglo XVI y del presente siglo
El presente escrito hace
una conexión del pasado con el presente, para explicar la decadencia moral que
vive hoy en día Francia a partir de su pasado que le ha causado grandes
desviaciones, porque recordar es entender con el buen propósito de mejorar. Se
ha hecho memoria histórica de la gran matanza ocurrida el 24 de agosto de 1572
en Paris, una tragedia que aunque se quisiera olvidar es menester recordar como
una advertencia para el mundo del presente, para que este hecho no quede en el
completo olvido de la sociedad, como ha ocurrido con muchas otras persecuciones
que se han ejecutado en contra de los cristianos a través de los siglos, porque
la cristiandad debe tener la seguridad de que ningún acto como estos, quedará
en impunidad para siempre, porque Dios en su justicia vengará la muerte de sus
hijos en aquel día de Su Gran Ira.
Han pasado muchos años
después de lo ocurrido en Francia, alrededor de 500 años, pero las voces de los
mártires aún siguen clamando a gran voz, junto a los otros testigos de todos
los tiempos que han sido asesinados (Apocalipsis 6:9-11). El juicio del Señor
esta cada día más cerca y aquellos que creyeron poder burlarse de Dios
cometiendo tales crímenes como los ocurridos el 24 de agosto de 1572, cerraran
su boca en el Dia del Juicio porque de Dios nadie se puede burlar (Gal. 6: 7).
Los recientes juegos
olímpicos de Paris 2024, demuestran que el gobierno de Francia, sigue estando a
favor de lo que es contrario a Dios. El gobierno de Macron, es uno más que en
el incesante deseo de poder ha buscado congraciarse con los demás y de esta
manera delegó la logística de la inauguración de los juegos olímpicos a Thomas
Jolly quien vio la oportunidad de revelar al mundo su ideología anticristiana,
con el apoyo de Leïla Slimani y Fanny Herrero, detrás del manipulado concepto
de la inclusión,[17]
el cual ha sido mal definido porque su usó original era para referirse a la
población con discapacidad, pero nunca para incluir la depravación. No es
coherente hablar de solidaridad y amabilidad en festivales paganos que reflejan
valores antimorales que no tienen nada de solidaridad ni amabilidad con los
valores expresados claramente en las Escrituras y escrita en la conciencia de
todo ser humano, por lo que se hace un llamado a los cristianos que se
encuentran rodeados de estas ideologías destructoras a recordar el ejemplo de
los hugonotes que creían que “una pequeña minoría de cristianos evangélicos con
el evangelio en sus corazones son mas fuertes que una multitud de siervos del
Papa, del diablo y del mundo.”[18]
CONCLUSIÓN
Los reformadores
franceses (hugonotes) dejan valiosos aprendizajes, de coraje y valentía, de
persistencia y constancia, hacen un eco de Hebreos 11: 37-38 que dice “fueron
apedreados, aserrados, puestos a prueba, muertos a filo de espada (…) de los
cuales el mundo no era digno” (RVR 1960). Los hugonotes muy probablemente
cometieron muchos errores, pero a pesar de sus equivocaciones, poco
entendimiento sobre la vida cristiana y desconocimiento sobre las Escrituras,
tenían un corazón deseoso de aprender del Señor, de tener iglesias en donde
pudieran congregarse y de aprender correctamente la Palabra de Dios, de poder
ser alimentados de la verdad y dejar de recibir falsedades del catolicismo
romano que por muchos años había invadido su territorio. Por lo anterior es que
su ferviente anhelo por el Dios único, vivo y verdadero es un gran ejemplo y
testimonio que habla hasta nuestros dias. Muchos de ellos murieron por no negar
su fe, en la convicción de una morada mejor, por lo tanto la Iglesia
contemporánea debe recordarlos para que su ánimo para obedecer a Dios, a pesar
de los tiempos, sea reavivándose para la honra y gloria del Señor, Dios
Todopoderoso.
BIBLIOGRAFÍA
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es Thomas Jolly? Está en el ojo de huracán por los Juegos Olímpicos de Paris»,
Vanguardia, publicado el 29 de julio de 2024,
https://www.vanguardia.com/entretenimiento/tendencias/2024/07/29/quien-es-thomas-jolly-esta-en-el-ojo-de-huracan-por-los-juegos-olimpicos-de-paris/
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[1] «El agitador francés: Guillermo
Farel», Johnathon Bowers , publicado el 15 octubre de 2017, https://www.coalicionporelevangelio.org/articulo/el-agitador-frances-guillaume-farel/.
[2] Cultura Millenial, «Historia de
Francia Cap. 14. El edicto de Nantes. | Podcast Diana Uribe», video de YouTube,
publicado el 28 de mayo de 2022, https://www.youtube.com/watch?v=poCCQfmwZS4.
[3] «Tratado de Cateau Cambresis
firmado el 2 de abril de 1559 entre España, Francia e Inglaterra», Consejo de
Estado (España. 1521-1834), acceso 19 de agosto de 2024,
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[4] «Abdicación y tratado de
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[5] «La tragedia de Enrique II de
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[6]«Caterina Miloro, Curiosidades de
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Texto: Antonio Fernández / Locución, publicado el 13 de mayo de 2024, https://historia.nationalgeographic.com.es/a/catalina-medicis-la-reina-negra_15914.
[7] Vitacura Cultura, «Ciclo de
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[8] «Etimología de Hugonote», Eduardo
Morales, acceso el 19 de ago. de 24, https://etimologias.dechile.net/?hugonote
[9] Confesión de fe la Rochelle, trad.
de Gonzalo David (Santiago, Chile: Ediciones del pueblo, 2020), 4-5
[10] Justo L. González, Historia de
la reforma (Miami, Fl: Unilit, 2003), 152
[11] Bernard Coster, Unidad y
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Andamio, 2009), 154-155
[12] Justo L. González, Historia de
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[13] Justo L. González, Historia de
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[14] «Enrique IV de Francia y el Edicto
de Nantes», Stephen M Davis, traducido por Agustina Cardozo, publicado el 11
julio 2022,
https://www.worldhistory.org/trans/es/2-2031/enrique-iv-de-francia-y-el-edicto-de-nantes.
[15] Bernard Coster, Unidad y
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Andamio, 2009), 155-156
[16] Confesión de fe la Rochelle, trad.
de Gonzalo David (Santiago, Chile: Ediciones del pueblo, 2020), 8
[17] «¿Quién es Thomas Jolly? Está en
el ojo de huracán por los Juegos Olímpicos de Paris», Vanguardia, publicado el
29 de julio de 2024,
https://www.vanguardia.com/entretenimiento/tendencias/2024/07/29/quien-es-thomas-jolly-esta-en-el-ojo-de-huracan-por-los-juegos-olimpicos-de-paris/
[18] J.C. Ryle, Grandes lideres del
siglo XVIII: Una era de avivamientos, ed. Jaime D. Caballero (Lima, Perú: Teología
para vivir, 2019), 497
Excelente Alejo, sigue adelante!!
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