EL AMOR DE DIOS EN TIEMPOS DE ENFRIAMIENTO

El enfriamiento en un corazón es causado principalmente por el pecado que tiene su fundamento en la incredulidad. Un caso que explica lo anterior es el aborto, el cual es un delito o un crimen contra la vida de un inocente, los gobernantes al dejar de creer en Dios han optado por creer en su propia idea de valores que en la realidad son antivalores que promueven entre muchas cosas negativas: el egoísmo y la corrupción.

 

En medio de una sociedad egoísta y corrupta con un corazón endurecido como el hielo por el pecado ¿Qué puede hacer el que cree en Jesucristo? Primero es necesario que no se crea firme, porque el sistema puede afectar, por lo tanto es necesario que como cristianos estemos atentos como vigilantes ante las asechanzas del enemigo que quiere llevarnos a endurecer nuestros corazones. En ese proceso es importante que evitemos ir detrás de lo que el mundo desea, es decir que rechacemos toda idea del maligno y sigamos con firmeza a Jesucristo y su voluntad, aunque esto pueda causar nuestra muerte, porque quien quiere seguir a Jesucristo debe negarse a sí mismo. Lo anterior nos enseña que el cambio empieza primeramente en nosotros mismos, de manera individual, y seguidamente se dará de forma natural en los demás, es así que podemos comprender que el amor de Dios en nuestra vida siempre dará fruto de vida.

 

“Nosotros sabemos que hemos pasado de muerte a vida, en que amamos a los hermanos. El que no ama a su hermano, permanece en muerte.” 1 Juan 3: 14 (RVR 1960)