CANCIONES “CRISTIANAS” A LA LUZ DE LAS ESCRITURAS
“…Oraré con el espíritu,
pero también oraré con el entendimiento; cantaré con el espíritu, pero también
cantaré con el entendimiento”
1 Corintios 14: 15 (LBLA)
Es
importante examinar todo, retener lo bueno y desechar lo malo. En cuanto a las
canciones cristianas se ha visto un retroceso de la iglesia al momento de
empezar a aceptar canciones con poco o nada de fundamento bíblico, es un gran
error no cantar con el entendimiento porque es una deshonra a Dios. Si las
canciones van dirigidas a Dios pero no buscan agradarlo entonces existe una
incoherencia que puede evidenciar que la realidad de muchas canciones
cristianas no es agradar a Dios sino a personas.
Muchos
de los que ahora se llaman cantantes cristianos se preocupan más por el sonido,
la opinión pública que por la letra y la opinión de Dios, por lo que hablan de tener
canciones para el mundo y otras para Dios, pero no podemos engañarnos “nadie puede servir a dos señores, pues
menospreciará a uno y amará al otro, o querrá mucho a uno y despreciará al
otro. No se puede servir a la vez a Dios y a las riquezas” Mateo 6: 24
(NVI).
Los
himnos y canticos espirituales han sido menospreciadas en muchas iglesias que
los catalogan como aburridos y lentos. No quieren cantar himnos porque creen
que canciones “contemporáneas cristianas” son mejores, con un sonido que les
haga sentir como si estuvieran en el cielo y mejor consigo mismos, es que aun a
los no cristianos les gusta escuchar este tipo de música, pero se olvidan de
que “las canciones cristianas” no deberían estar para agradar al hombre sino
para alabar a Dios, es un grave peligro olvidar como iglesia que las alabanzas
no son para atraer a más personas del mundo a Cristo, ni mucho menos para
vanagloriarse como hizo satanás.
“Tú, querubín
protector de alas desplegadas,
yo te puse allí.
Estabas en el santo monte de Dios,
andabas en medio de las piedras de fuego.
Perfecto eras en tus caminos
desde el día que fuiste creado
hasta que la iniquidad se halló en ti.
A causa de la abundancia de tu comercio
te llenaste de violencia,
y pecaste;
yo, pues, te he expulsado por profano
del monte de Dios,
y te he eliminado, querubín protector,
de en medio de las piedras de fuego.
Se enalteció tu corazón a causa de tu hermosura;
corrompiste tu sabiduría a causa de tu esplendor”
Ezequiel 28: 14-17 (LBLA)
Es
importante el tiempo de alabanza en la iglesia, ensayar como “ministerio de
alabanza” para que salga lo mejor posible para Dios, pero no es lo más
importante y no se puede confundir alabanza con adoración. Dios busca
adoradores que le adoren en espíritu y verdad, adoradores no son personas que se
la pasan cantando sino son cristianos que en verdad temen a Dios (Romanos 12:
1). Un creyente que no sabe cantar bien, pero honra a Dios y procura agradarle
de corazón todos los días es mejor adorador que una persona que solo se
preocupa por cantar bonito.
“Mas la hora viene, y
ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en
verdad; porque también el Padre tales adoradores busca que le adoren. Dios
es Espíritu; y los que le adoran, en espíritu y en verdad es necesario que
adoren.” Juan 4: 23-24
(RVR 1960)
En
las Escrituras se nos exhorta continuamente a estar alertas y no aceptar todo
lo que parece bueno a la vista porque puede ser peligroso, es como un fruto
venenoso que puede verse a la vista agradable pero su fin es la muerte.
Tengamos mucho cuidado, filtremos lo que oímos y cantamos con la Palabra de
Dios, recordando que aun satanás se viste como ángel de luz (2 Corintios 11:
14), entonces no es de extrañar que los falsos siervos de Dios y las falsas
alabanzas a Dios tengan una apariencia de piedad.
En
este tema quería examinar a través de las Escrituras algunas de las “canciones
cristianas” más escuchadas, pero es mejor que cada persona en su relación con
Dios madure como creyente para que aprenda a comer de alimento sólido y
discernir cada día mejor el bien y el mal (Hebreos 5: 14). A continuación, se
hablará de algunas similitudes que tienen muchas de las mal llamadas canciones
cristianas que no son honestas ni honran a Dios.
En
sus propias fuerzas o entendimiento, dicen algunas canciones, que se puede
buscar a Dios, olvidando el versículo que dice “no hay quien busque a Dios”
(Rom. 3: 11), a veces parecen reflexiones de filósofos en donde relatan como en
su propia meditación escucharon la voz de Dios, excluyendo la Biblia, es que de
principio a fin lo que dicen la mayoría de falsas alabanzas se centra en el ser
humano, no en Dios, dejando en claro que son canciones religiosas que lo que menos
les interesa hacer es glorificar a Dios y sus obras, por esta razón tienen
palabras como quiero, busco, anhelo pero no se quedan solo allí sino llegan al
atrevimiento de decir cosas como “declaro” y como si estuvieran dando órdenes a
Dios invitan a la gente a decirle levántate, desciende, entre otras palabras
que ignoran la condición miserable del hombre ante Dios. Lo anterior intuye que
no están basadas en la Biblia sino en la propia reflexión humana que busca
fortalecer un amor propio, en donde muchas veces parece que no cantan a Dios
sino a sí mismos o a otra persona.
No
es una emoción de remordimiento o tu propio análisis sobre la vida lo que te
puede dar vista espiritual. Las Escrituras enseñan que es Dios mismo quien le
da vista espiritual a un hombre ciego espiritualmente, no solo vista sino vida
porque sin Cristo estamos muertos en espíritu. Dios ofrece nueva vida a toda
persona, no a través de su propia reflexión, sino por medio únicamente de
Jesucristo.
“Pues Dios, que dijo que
de las tinieblas resplandeciera la luz, es el que ha resplandecido en nuestros
corazones, para iluminación del conocimiento de la gloria de Dios en la faz de
Cristo.” 1 Corintios
4: 6 (LBLA)
Que
interesante que las canciones cristianas “más populares” no alaban a Dios sino
al hombre y lo que puede hacer el hombre por Dios, como hizo Caín, no hablan
con claridad la enseñanza de la Biblia, aunque en algunos párrafos nombran a
Cristo, pero la gente la canta, porque no canta con el entendimiento sino con
la carne, para satisfacerse a sí misma. Es lamentable observar que no existe
verdadera exaltación a Dios en muchas canciones, sino que la persona que canta
se exalta solo a sí misma, a su ego, diciendo todo lo que puede hacer,
olvidando todo lo que puede hacer Dios, prefiriendo ir tras su propia
motivación para excluir completamente la Biblia. El fin entonces no es Cristo
sino es no tener miedo ni preocupación, ser felices, pero para que se vea
cristiana la canción en algunos párrafos nombran a Dios, pero ¿será que hablan
del verdadero Dios? Lo importante en una alabanza es honrar a Dios y su
Palabra, reconocer que aun siendo nuevas criaturas podemos caer, pero en Cristo
somos más que vencedores, entonces no se trata de nosotros sino de Él, su
victoria.
En
algunas canciones cristianos he escuchado cosas como cantaré, me entregaré,
viviré, rendiré, entre otras promesas que hacen en futuro a Dios, pero ¿por qué
lo dicen en futuro? Y ¿Por qué buscan hacer un compromiso a Dios sin
entendimiento? NO podemos hacer promesas a Dios a la ligera, ni tampoco el
evangelio es para arrepentirse después cuando tengamos tiempo sino es un
mensaje que invita a la reconciliación con Dios en tiempo presente.
“Vuelve ahora en amistad
con él, y tendrás paz; y por ello te vendrá bien.” Job 22: 21 (RR 1960)
“Así
que ahora podemos alegrarnos por nuestra nueva y maravillosa relación
con Dios gracias a que nuestro Señor Jesucristo nos hizo amigos de Dios.” Romanos 5: 11 (NTV)
La
salvación no es progresiva, ni se enseña el mensaje de reconciliarse con Dios
para después sino ahora mismo. La gran mayoría de “canciones cristianas
contemporáneas” no tienen fundamento bíblico, pero si una melodía que hasta
hace llorar a más de uno, pero solo estimula las emociones humanas e ignora la
voluntad de Dios, es decir su Palabra.
Es
importante dejar toda pretensión y presunción, así como evitar la filosofía que
en nuestros tiempos la más aceptada y recibida es el humanismo y dentro del
humanismo se puede ver cómo ha tomado tanta fuerza la psicología. No debemos
dejarnos llevar por la psicología, porque en primer lugar la psicología se
centra en el hombre, sus capacidades, sus emociones, percepciones y
sentimientos, los cuales no sirven para nada sino reconocemos en primer lugar
que el centro de nuestra vida debe ser Dios y lo que nos enseña en su Palabra.
Aunque tengamos aparentemente buenas intenciones y un corazón supuestamente que
busca a Dios, pero no nos centramos en la Biblia, no sirven de nada las buenas
intenciones.
Los
musulmanes, budistas, entre otros, creen que adoran a Dios, al Dios verdadero,
pero no están adorando al Dios verdadero porque no le conocen. La misma Palabra
nos enseña que muchas personas creerán que en verdad conocen a Dios y le
sirven, pero en verdad son enemigos de Él. Jesucristo mismo dijo sobre los
últimos tiempos:
“Estas cosas os he dicho para que
no tengáis tropiezo. Os expulsarán de las sinagogas; pero viene la
hora cuando cualquiera que os mate pensará que así rinde un
servicio a Dios. 3 Y harán estas cosas porque no han conocido ni al
Padre ni a mí.” Juan
16: 1-3 (LBLA)
Escudriñar
la Biblia nos fortalece espiritualmente para poder discernir aun cual es la mejor
manera de alabar a Dios, qué canticos de alabanza son conforme a la voluntad de
Dios y cuáles son centrados en voluntades humanas, entre otras cosas que nos
ayudaran a cimentarnos mejor como iglesia en el fundamento que es Jesucristo.
Ahora en cuanto a conocer si una canción en verdad alaba a Dios existen muchas
reglas de oro que podemos encontrar en la Palabra como que no alabamos a Dios
por lo que uno hace ni es sino por quien es Dios y lo que hace Dios. De esta
manera fue que alabaron personas a Dios, como lo hizo María:
“Entonces dijo María:
«Mi alma glorifica al Señor,
y mi espíritu se regocija en Dios mi Salvador,
porque se ha dignado fijarse en su humilde sierva.
Desde ahora me llamarán dichosa todas las generaciones,
porque el Poderoso ha hecho grandes cosas por mí.
¡Santo es su nombre!
De generación en generación
se extiende su misericordia a los que le temen.
Hizo proezas con su brazo;
desbarató las intrigas de los soberbios.
De sus tronos derrocó a los poderosos,
mientras que ha exaltado a los humildes.
A los hambrientos los colmó de bienes,
y a los ricos los despidió con las manos vacías.
Acudió en ayuda de su siervo Israel
y, cumpliendo su promesa a nuestros padres,
mostró su misericordia a Abraham
y a su descendencia para siempre».”
Lucas 1: 46-55 (NVI)
María,
la hermana de Aarón, alabó a Dios por sus obras, por lo que había hecho en su
pueblo, de la siguiente manera:
“Y María les respondía:
Cantad a Jehová, porque en extremo se ha engrandecido;
Ha echado en el mar al caballo y al jinete.”
Éxodo 15: 21 (RVR 1960)
David
alabó a Dios por quien es El y lo que hizo en su vida de una manera personal
diciendo:
“El Señor es mi roca, mi
baluarte y mi libertador;
mi Dios, mi roca en quien me refugio;
mi escudo y el cuerno de mi salvación, mi altura inexpugnable y mi
refugio;
salvador mío, tú me salvas de la violencia.
Invoco al Señor, que es digno de ser alabado,
y soy salvo de mis enemigos.
Las ondas de la muerte me cercaron,
los torrentes de iniquidad me atemorizaron;
los lazos del Seol me rodearon,
las redes de la muerte surgieron ante mí.
En mi angustia invoqué al Señor,
sí, clamé a mi Dios;
desde su templo oyó mi voz,
y mi clamor llegó a sus oídos.”
2 Samuel 22: 2-7 (LBLA)
La
alabanza a Dios es como una oración entonada que hacemos acompañados de una
melodía de fondo que busca glorificar solamente el nombre de Dios, la adoración
a diferencia de la alabanza no solo es un momento de canticos sino es una vida
de sumisión a la Palabra de Dios, por lo tanto antes de buscar cantar bonito y
tocar bien un instrumento busca permanecer fiel a Dios y a su Palabra,
obedeciendo por amor a sus preceptos.
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