LA IGLESIA COMO EL EQUIPO DE RECONCILIACIÓN PARA LA GLORIA DE DIOS

Les ruego, hermanos, por nuestro Señor Jesucristo y por el amor del Espíritu, que se esfuercen juntamente conmigo en sus oraciones a Dios por mí, para que sea librado de los que son desobedientes en Judea, y que mi servicio a Jerusalén sea aceptable a los santos, y para que con gozo llegue a ustedes por la voluntad de Dios, y encuentre confortante reposo con ustedes. El Dios de paz sea con todos ustedes. Amén. Rom. 15: 30-33 (NBLA)

Pablo ha predicado en diferentes lugares del evangelio de Jesucristo, con el deseo de seguir proclamando las buenas nuevas de salvación en aquellos territorios en donde no se había anunciado la plenitud del evangelio de Cristo. Este gran deseo es un ejemplo que debemos imitar como Iglesia, buscando ser parte de la obra misionera, la Gran Comisión, de ir y hacer discípulos a todas las naciones (Mateo 28: 18-20). Un trabajo en equipo que procuró realizar Pablo, con los hermanos en Cristo, por eso les invitó humildemente a unirse a esta gran obra de amor, orando por él.

La Iglesia, y cada iglesia local, debe recibir con gozo la exhortación que ha hecho en estos versículos el Apóstol a los gentiles. Pero veamos algunas de las grandes enseñanzas que podemos recibir del expuesto hermoso mensaje. En primer lugar Pablo se dirige a la iglesia en Roma de manera humilde, no prepotente, aunque era un Apóstol (1 Co. 15: 7-9) y su autoridad apostólica era bien conocida entre las iglesias. El ejemplo de Pablo enseña a pastores, diáconos, a cualquier líder, como a cualquier persona de la iglesia a vivir en humildad, evitando toda pretensión, más bien procurando la unidad y fortaleza dentro de la Iglesia para el servicio al Señor, por eso Pablo les ruega, no por él, ni por ellos, sino por nuestro Señor Jesucristo y por el amor del Espíritu.

La unidad de la iglesia en el servicio no debe ser por otro motivo que por nuestro Señor Jesucristo y por el amor del Espíritu, en la voluntad del Padre (v. 32), es decir que la relación de la Iglesia con la Trinidad debe ser la motivación primordial del servicio al Señor y la comunión eclesial como hermanos. El trabajo misionero, que es el servicio al que se refiere Pablo en este pasaje, es en equipo. Pablo no podía solo, por más apóstol que fuera, necesitaba el apoyo de sus hermanos, por eso animó a los creyentes a que “se esfuercen juntamente conmigo en sus oraciones a Dios por mí”, lo que deja como enseñanza que ningún misionero fue llamado a hacer la Gran Comisión de manera individual, solo y aislado como una isla, porque necesita el apoyo de su iglesia local, al igual que un pastor, un anciano o un diacono necesita que estemos orando por ellos, por lo tanto no dejemos de orar, si lo estamos haciendo, por nuestros pastores, diáconos y misioneros, porque ellos no pueden solos, pero si no lo estamos haciendo es tiempo de empezar a hacerlo para que no desfallezcan.

Pablo no solo pide oración general a la iglesia en Roma, sino que es específico en esta petición, lo cual nos lleva a la tercera enseñanza de este pasaje: debemos pedirle a los hermanos que oren por nosotros pero digámosle tambien de manera específica por qué, igualmente nuestras oraciones por los que están llevando la preciosa semilla de la Palabra de Dios debe procurar ser especifica. En el caso de Pablo son cuatro claras peticiones: “para que sea librado de los que son desobedientes en Judea, y que mi servicio a Jerusalén sea aceptable a los santos, y para que con gozo llegue a ustedes por la voluntad de Dios, y encuentre confortante reposo con ustedes”, las cuales no eran peticiones hedonistas, ni egoístas, sino con un propósito claro que era dar a conocer a Cristo entre las naciones y confortar a la Iglesia, es decir que fueron peticiones para la gloria de Dios, para que Dios fuera glorificado entre las personas, pero para ello era necesario que las rebeldes personas incrédulas se reconciliaran con el Dios de paz y que los creyentes judíos y gentiles convivieran en paz, por eso termina este sección diciéndoles que “El Dios de paz sea con todos ustedes. Amén”.

Comentarios

Entradas populares de este blog

LA GRAN MATANZA DEL 24 DE AGOSTO DE 1572

SÍNTOMAS DE UNA CRISIS ESPIRITUAL

EL CONOCIMIENTO ES VANO SIN EL ENTENDIMIENTO