NO DEBAN A NADIE NADA
Toda persona, sin exclusión alguna, acepte o no a Dios, ha recibido como mandato Divino someterse a las autoridades que gobiernan, es decir a aquellos que tienen un poder especial sobre nosotros porque Dios les ha dado el derecho de mandar o gobernar conforme a las leyes para que seamos premiados por hacer lo bueno o castigados por hacer lo malo y hacer lo malo se resume en la falta de amor, porque el amor no hace mal a su prójimo, pero en caso de que la autoridad quiera abusar de su poder y pretender obligarte a hacer el mal, entonces, solo en ese caso, tenemos la libertad de rebelarnos contra tal autoridad, porque aquel hecho le ha llevado a perder su autoridad.
No solo por razones de castigo es necesario obedecer a las autoridades sino también por razones de conciencia y de testimonio, no podemos mostrar arrogancia y altives al mundo sino por el contrario honestidad, pagando por ejemplo los impuestos, bienes u obligaciones que hemos adquirido. Ahora es necesario que recordemos que estamos de paso sobre esta tierra, como peregrinos, por lo tanto desechemos toda obra banal de este mundo y refugiémonos en el Señor Jesucristo evitando satisfacer todo deseo de la carne.
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