LA LUCHA POR LA VERDAD

 

La lucha por la Verdad define nuestra Eternidad, con esto quiero decir que defender la Verdad es relevante en nuestra humanidad, mucho más importante de lo que creemos, de tal manera que morirán muchos en el infierno por la eternidad, por no creer en la Verdad, prefiriendo vivir en la mentira de sus religiones falsas que han inventado antes que reconocer su pecado y volverse en arrepentimiento ante el Señor. Por lo tanto, como cristiano, defiende la Verdad, estudia la Biblia con mucha profundidad porque es en la Biblia que podemos comprender, entender y amar la Verdad y solo el Maestro nos enseñara lo que significa la Verdad.

“Dijo entonces Jesús a los judíos que habían creído en él: Si vosotros permaneciereis en mi palabra, seréis verdaderamente mis discípulos; y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres.” Juan 8: 31-32 (RVR 1960)

“Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí.” Juan 14: 6 (RVR 1960)

La Verdad es la Palabra y la Palabra es Vida y Jesucristo es el Camino, por lo tanto, podemos afirmar con reverencia desde nuestro corazón que “En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios.” (Jn 1.1) Luchar por la Verdad significa estudiar a profundidad la Biblia, porque es la Palabra de Dios, vivirla y enseñarla, es valorar la Vida, amarla y compartirla, es seguir el Camino, dejar atrás al mundo y negarse a sí mismo, porque no es un discípulo digno de Jesucristo aquel que después de poner su mano en el arado mira hacia atrás, quien sigue amando al dinero o quien no está dispuesto a tomar su propia cruz para seguirlo, por lo tanto para luchar por la verdad es importante humillarse y reverenciarse ante la Verdad constantemente, quien es Jesucristo, lo hacemos desde nuestro corazón y lo evidenciamos con nuestras palabras de tal manera que no podemos hablar aquello que nuestro corazón sometido a la Palabra de Dios ha comprendido que está mal sino solo nuestros labios deben destilar aquello en que su corazón se ha regocijado, que debe ser la Palabra de Dios.

Si nuestra vida no evidencia con nuestras palabras sazonamiento y sabiduría, entonces tenemos un problema fuerte desde el corazón, porque es desde el interior del ser humano que nacen las palabras, por lo tanto, examina tu corazón por medio de la Palabra, para que ella sea mostrándote en qué estas mal para que volviendo de tu error seas guiado en el Camino del Señor, el cual es Justo y Sabio.