EL QUE SE HUMILLA…

“Porque el que se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido.” Mateo 23: 12 (RVR 1960)

 

Aquel que se deja llevar por la soberbia será humillado, porque el resultado de la soberbia siempre será humillación, pero humillarse, es decir no tener en alta estima su propio nombre, no darle la importancia a lo que los demás piensen o no vivir por o para la aceptación o el respeto de los demás producirá una verdadera estima y respeto.

 

No es fácil sobrellevar circunstancias de presión y hacerlo con humildad, pero es posible en Cristo no dejarnos afectar por el entorno y conservar la sencillez de corazón. Pero para poder tomar la decisión de ser humillado por la causa del evangelio es necesario dejar a un lado nuestro ego y conformismo para que nuestro corazón empiece a reconocer que el más importante de nuestra vida es Jesús y si en el camino como discípulos de Jesucristo se hace necesario ser humillados no tener miedo sino avanzar con valentía puestos los ojos en aquel que dio su vida por amor a nosotros.

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