NADA DE ESO ME HACE FELIZ
Dicen que la
felicidad es lo que todo el mundo quiere tener pero nadie la ha podido obtener.
Ese pensamiento ha hecho que películas como “en busca de la felicidad”, frases
como “dont worry be happy”, entre otros, sean tan bien aceptados en el comercio
para atraer. Los discursos de ahora carecen de sentido porque se han centrado
en esa felicidad más que en el sentido de la vida.
“Hace cuatro años que no le encuentro sentido a
mis días. No quiero estudiar, no quiero ser psicólogo, no quiero pasar mi vida
en una oficina. He tratado de tener sexo desenfrenado, usar drogas, pero me es
imposible ser feliz”, decía un
joven en su primera carta de despedida antes de suicidarse.
Las historias de
suicidio son interminables, pero aún siguen habiendo muchas personas en medio
nuestro que aunque no han pensado en el suicidio viven una vida sin propósito,
sin sentido, y sin razón de ser. La psicología ha sido una invención humana
cuyo propósito de su conformación fue darle sentido a la vida de las personas,
pero ha fracasado porque el propósito de cada ser humano no es subjetivo, ni ha
sido maquinado por el hombre sino por el Creador. Solo nuestro Creador nos
puede dar respuesta a nuestro despropósito, porque fue El quien nos diseñó. Rebelarnos
contra El solo nos llevaría a nuestro propio fracaso.
Dios no nos ha
creado simplemente para ser felices sino para algo aun mayor que nos conllevara
a vivir verdaderamente en completa felicidad. Dios nos ha creado para que nos
gocemos en sus mandamientos y nos recreemos en la base de la ley que es el
amor. Pero no solo en entornos tranquilos sino aun, en los más violentos, el
Señor desea que le sigamos. Quizás te estés preguntando ¿Qué debo hacer para
seguirle? Entrégale tu vida a Él, Jesucristo ya la entregó por ti.
“…Jesús les dijo: Los que están sanos no tienen
necesidad de médico, sino los que están enfermos; no he venido a llamar a
justos, sino a pecadores.” Marcos
2: 17 (LBLA)