¿LA BIBLIA LLEGÓ A SER LA PALABRA DE DIOS?
La historia de la Iglesia se ha contado de diversas maneras, algunas personas lamentablemente la han manipulado para decir que fue en la historia de la Iglesia que la Iglesia hizo de la Biblia la Palabra de Dios, pero este es un erróneo argumento, porque la misma historia de la Iglesia enseña que los padres de la Iglesia, aquellos que cristianos que siguieron después de los apóstoles, recibiendo directamente de ellos instrucciones, recibieron el Antiguo Testamento como la Palabra de Dios, pero también el Nuevo Testamento como Palabra de Dios, por lo tanto lo que hizo la Iglesia no fue hacer a la Biblia Palabra de Dios sino aceptar la Biblia, cada libro canónico, como la bendita Palabra de Dios.
La Iglesia ha permanecido por aquellos que creyeron en
el Señor, pero si no hubiera creído la Iglesia no hubiera permanecido (Isaías
7: 9), no puede separarse a la Iglesia de las Escrituras. Es en las Escrituras
que la Iglesia nace, antes del Señor formalizar su Iglesia con su resurrección,
Dios tenía un pueblo, no fue todo Israel, muchos de ellos ni siquiera fueron
israelitas, pero fueron llamados pueblo suyo, porque confiaron en el Señor, en
Su Palabra (Salmo 56: 10). No puede haber pueblo de Dios si este pueblo no cree
en Dios, los que no creen en la Palabra de Dios, no fueron pueblo de Dios ni
son Iglesia, sino idolatras que sirven sin razón a sus propios dioses que nada
son porque solo hay un Dios verdadero.
El Dios único y verdadero que conoció Moisés es el
mismo Dios único y verdadero que cree la Iglesia, por lo tanto la Iglesia no
inventó ninguna religión sino que nació como la promesa del Antiguo Testamento
lo había profetizado, en su tiempo, después de la resurrección de Jesucristo, y
por esta razón no solo cree en el Nuevo Testamento sino también en el Antiguo
Testamento que enseña semejanza entre la historia de la Iglesia y la de Israel
en que a pesar de sus grandes equivocaciones Dios la sigue guiando y
conservando para Su Gloria.
La Iglesia presentó diferentes conflictos no solo
externos, sino también internos, en donde muchos de los que fueron llamados
herejes en verdad si lo fueron, pero algunos quizás no, solo se equivocaron,
pero ¿Cómo saber quién era y quien no era hereje? La soberbia no permite la
corrección en el Señor, por lo tanto la humildad es corregible en la Palabra de
Dios, si alguno continuaba con su falsa enseñanza a pesar de ser amonestado el
tal era un hereje o apóstata, pero si se arrepentía podía volver a la comunión
en la Iglesia, en muchas ocasiones así correspondió la Iglesia de los primeros
siglos, pero en otras lamentablemente no lo hizo. Aun así, también la historia
de la Iglesia permite reconocer la ortodoxia, es decir la fidelidad de algunos
hombres a la sana doctrina, lo cual tuvo como propósito la edificación del
cuerpo de Jesucristo y la santificación de la Iglesia, personas prudentes que aprendieron
a tener cuidado con su lengua, refrenándola para el mal, evitando ofender con
ella al hermano, y usándola para el bien (Sant. 3), porque se sometieron a las
Escrituras y guardaron en su corazón la Palabra del Señor para no pecar contra
Dios.
Agustín, como más adelante lo hizo Lutero, se acercó
al Señor humillado, como lo hizo el publicano (Lucas 18: 9-14), y este corazón
fue agradable al Señor, contrito y humillado, para recibir la Sana Doctrina,
puesto que solo Jesucristo puede abrir los ojos para poder ver las maravillas
de la Palabra de Dios y así se puede evidenciar en la vida de estos hombres,
que cometieron errores pero fueron corregidos en su proceso por la bendita
Palabra de Dios, así como se evidencia en la historia de la Iglesia y de cada
individuo que ha confiado en el Señor Jesucristo.
Así también se puede ver en similitud que estas
primeras producciones cristianas tenían mucho que ver con apologética, es decir
con la defensa de la sana doctrina, porque en aquel entonces empezaron a surgir
falsas enseñanzas. Actualmente estamos también en tiempos de falsas doctrinas y
creería que mucho más que en los primeros 5 siglos, por lo que es necesario que
nos preparemos bien en la Biblia para no caer en los falsos engaños.
En los primeros siglos se puede ver el desarrollo y
formación del canon Bíblico, confirmado y aceptado, pero no creado, por la
Iglesia, y así se evidencia en cada uno de los escritos ortodoxos que se han
producido a través de la historia de la Iglesia, los cuales han tenido como
fundamento y autoridad a la que han apelado primeramente a las Escrituras, porque
la han reconocido como la bendita Palabra de Dios.
La Historia de la Iglesia que ha sido escrita y
conservada hasta la contemporaneidad aunque no enseña todos los acontecimientos
que ocurrieron en la Iglesia primigenia, es decir la Iglesia primitiva o
primera Iglesia, se han preservado documentos que revelan algunos
acontecimientos que ocurrieron en los primeros siglos, es decir, su pasado,
porque en su pasado puede conocer mejor su presente, su identidad, tener mucho
más cuidado de las decisiones que piensa tomar, para vivir sabiamente.
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