ALGUNOS DOCUMENTOS DE LOS PRIMEROS SIGLOS
En los primeros siglos se destaca un gran número de producción bibliográfica, libros que enseñan el contexto de la época y de los cuales se va a hablar un poco. Empecemos con LA EPÍSTOLA DE BERNABÉ la cual apoyó el alegorismo como método de interpretación, por lo que se cree que fue un escrito proveniente de la escuela de Alejandría, que con Filón fue inicialmente judía pero luego cristiana, influenciada por las filosofías helenísticas por lo tanto destacada en el alegorismo. EL PASTOR DE HERMAS fue otra obra en la que Hermas dice que el cristiano debe permanecer firme en medio de la persecución, exhorta al arrepentimiento y enseña las penitencias como medio de restauración del pecador que ha sido salvo. Para Hermas la doctrina es preexistente y cree que debe permanecer pura.
En el mismo tiempo circuló otra literatura cristiana,
como EL EVANGELIO DE PEDRO y LA EPÍSTOLA DE LOS 12 APÓSTOLES que enseñó desde algunas
escuelas y tendencias teológicas en Siria, Asia menor, Alejandría y Roma, el
moralismo, judaísmo y el legalismo, con un gran interés ético que alegorizaba,
con un espíritu estoico similar al que anteriormente Filón había desarrollado
en Alejandría. Para los padres apostólicos el bautismo estaba estrechamente
relacionado a la purificación del alma por sus pecados y la eucaristía (santa
cena) a la unión de la Iglesia con Cristo.
Los apologistas griegos, en la misma época de los
padres apostólicos, empezaron a defender el cristianismo y a atacar el
paganismo. Se defendieron de quienes les decían que eran caníbales, vivían en
orgias y eran rebeldes. Muchos de ellos decían sobre los cristianos que lo
único bueno que tenían era Platón, porque creían que sus obras eran platónicas y
ateas, ateas porque no aceptaban a los dioses de ellos. A todos estos
adversarios se debían enfrentar los apologistas, también enseñaron con
inteligencia y sabiduría que los barbaros, griegos y judíos habían caído en la
idolatría, a diferencia de los cristianos que por la Gracia de Dios dejaron la idolatría
para volverse al Dios único y verdadero, formándose como un grupo en el que hay
autenticidad.
Justino Mártir, uno de los apologistas más conocidos
de esta época, decía que en el cristianismo encontró la verdadera filosofía.
Para Justino todo conocimiento es don de Cristo por lo que para él todos los
que han vivido con razón son cristianos, pero para evitar confusión también dijo
que la verdad solo puede ser conocida por medio de Jesucristo, el Logos
verdadero. Un problema de algunos de los apologistas de ese momento fue que para
evitar risas o burlas de los griegos, se enfocaron en usar un lenguaje
filosófico helenizado para ser vistos como gente culta, entre estos pueblos, un
grave error que luego dejó grandes inconvenientes. Pero continuemos conociendo
la vida de otros hombres que fueron de gran impacto para la Iglesia:
Taciano, discípulo de Justino, nació en Oriente, se
cree que en Siria, compuso EL DIATESARÓN, un esfuerzo en armonizar los cuatro
evangelios. A diferencia de Justino aseguró que la filosofía griega era
perversa y nada bueno se podía hallar en ella, si algo bueno tenía era porque
fue tomada del Antiguo Testamento. Para Taciano el Logos, el Verbo, es el
principio del mundo. Para él el alma es eterna para quienes conocen la verdad,
pero es una muerte eterna para quienes no.
Ireneo escribió en su tratado CONTRA LAS HEREJÍAS como
también lo hizo Atenagoras en su obra LA SUPLICA A FAVOR DE LOS CRISTIANOS una
refutación contra diferentes acusaciones a los cristianos, afirmando que ellos
no eran ateos, como se les acusaba, sino que creían verdaderamente en Dios, el
único Dios Verdadero, que el Padre y el Hijo son uno, así también que el
Espíritu Santo es emanación de Dios, pero también que Dios es el Padre, el Hijo
y el Espíritu Santo. De la misma manera rechazó las acusaciones de caníbales e
inmorales que les hacían, argumentando una defensa semejante a la de Justino.
Teófilo, el obispo de Antioquía, en sus tres libros
señaló la doctrina del conocimiento de Dios diciendo que solo es posible
recibirla por el que tiene alma pura, fue, como dice Gonzales: “el primer autor
cristiano que utilizó la palabra Trinidad”[1]
y afirmó que esta alma pura comprenderá que Dios es Trino y que el Logos, la
segunda persona de la Trinidad, es inmanente y trascendente, lo cual fue una
afirmación que ocupó un lugar importante en muchas discusiones posteriores.
Hermas muestra las contradicciones de los paganos por
lo que dijo a la Iglesia que no hace bien escucharlos. Existen otras apologías
cristianas que se han perdido con el tiempo, pero se conservan algunos
extractos desde otros libros. Debido a lo anterior fue necesario sistematizar
la doctrina cristiana, la cual empezó a desarrollarse con mayor profundidad y
más tarde a generar controversias que se deben aclarar para exponer las
herejías con el fin de evitarlas y condenarlas.
[1] Justo L. González, HISTORIA DEL
PENSAMIENTO CRISTIANO (Barcelona, España: CLIE, 2010), 199
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