LA VIDA DE POLICARPO, UN EJEMPLO DE FE

Policarpo, como narró Eusebio, recibió a sus perseguidores de una manera gentil, habló con ellos serenamente y los invitó a comer abundantemente, pero solo les pidió una hora para orar sin ser molestado, antes de partir, lo cual le concedieron. Su oración ferviente y llena de la gracia del Señor condujo a quienes le acompañaron hacia su condena a lamentarse en que un hombre tan venerable y digno de Dios tuviese que morir.[1] Ireneo, con respecto a Policarpo dijo:

Policarpo no solo fue instruido por los apóstoles y conversó con muchos que habían visto al Señor, sino que fue también designado por los apóstoles en Asia como obispo de Esmirna. También le vi en mi infancia, porque vivió mucho tiempo y murió a una edad muy avanzada en un glorioso martirio.[2]

Policarpo de Esmirna escribió epístolas con una teología relacionada al evangelio de Juan, puesto que fue discípulo de Juan, igual que Papias de Hierapolis. La última oración registrada de Policarpo, en el momento de su martirio, fue esta:

Oh, Padre de tu amado Hijo Jesucristo, por quien te conocemos, te bendigo por este día y esta hora, que yo puedo, junto a los mártires, compartir la copa de Cristo para la resurrección para vida eterna tanto de alma como de cuerpo en la inmortalidad del Espíritu Santo. Sea recibido hoy yo entre ellos como un sacrificio rico y acepto, según tu divino cumplimiento. Por esta razón te alabo por todo, te bendigo y glorifico por medio del eterno sumo sacerdote Jesucristo, tu amado Hijo, por quien sea la gloria a ti y al Espíritu Santo, ahora y por los siglos venideros. Amen.[3]

Policarpo, en cuanto a sus últimos años, se puede observar que tuvo una fe sólida, un ejemplo de vida para todos nosotros. La voz de los mártires, comentan de él que fue “un santo maduro de casi noventa años de edad, vivió suficiente tiempo para no importarle lo que sentía su oposición en cuanto a su fe en Cristo”.[4]



[1] Eusebio, Historia de la Iglesia (Grand Rapids, MI: Portavoz, 2007), 145

[2] Ireneo de Lyon, Contra las herejías (3.3)

[3] Carta de los cristianos de Esmirna. Martirio de Policarpo

[4] La voz de los mártires, Devoción extrema, trad. de Rafal B. Cruz (Miami, FL: Unilit, 2003), 192

Comentarios

Entradas populares de este blog

NO PUEDES EVITAR QUE UN PÁJARO VUELE SOBRE TU CABEZA

EL CONOCIMIENTO ES VANO SIN EL ENTENDIMIENTO

LA ARMADURA DE DIOS EN LA GUERRA ESPIRITUAL