UNA MUY PÉSIMA ACOMPAÑANTE LLAMADA VIOLENCIA
La
violencia parece ser la mejor acompañante de muchas de nuestras relaciones,
porque está bastante presente en cada una de nuestras conversaciones,
enemistades y amistades. No es verdad que algunos sean buenos y otros malos,
cuando la realidad es que no hay bueno ni aun uno.
Las
marchas se han convertido en una manera, no de protestar, sino de manifestar la
violencia que el ser humano tiene por naturaleza. Protestar significa exponer
con claridad la inconformidad por algo que no es justo, pero muchos han usado
este término para asesinar, robar y destruir a los demás. No existe aquello que
muchos han llamado protestas violentas, porque protesta se contrapone a la
violencia, debido a que violencia es usar la fuerza para imponerse sobre otra
persona cometiendo abusos en la libertad individual y colectiva.
La
confusión es un sentimiento natural en el desastre, pero en la paz no, por lo
tanto, sentir confusión permite reconocer un desastre. En la actualidad los
principios, los valores, los fundamentos son una confusión porque son un gran
desastre, pero este terrible caos es posible que sea resuelto solo cuando la
sociedad empiece a clamar de corazón la misericordia de Dios, pero si la
sociedad no lo hace y tu si decides hacerlo (lee Josué 24: 15), querido lector,
el entorno ya no será preocupante para ti, porque en Cristo podrás vivir en
paz, sin importar el lugar o las situaciones que te rodeen, porque paz no es un
lugar sino es reconciliación con Dios por medio de Cristo.
La
violencia de un pueblo manipulado por el diablo y contaminado por las mentiras
de la religión se vio en contra de Esteban, siervo de Dios, pero Esteban no
tuvo temor de la multitud sino predicó con valentía la Palabra de Dios a cada
uno de los que tenían en sus manos una piedra lista para lanzar (Hechos 7). Es
de esta manera que el amor se enfrenta contra aquellos que son violentos, con
una paz sobrenatural que permite poner los ojos en Cristo sin miedo a lo que
vendrá.
El
amor es una decisión que a veces también calla, no se deja llevar por las
emociones y espera, no se altera. Pero es una decisión que solo es posible
asumir cuando el poderoso amor de Dios gobierna nuestro ser.
“En esto se mostró el
amor de Dios para con nosotros, en que Dios envió a su Hijo unigénito al mundo,
para que vivamos por él.”
1 Juan 4: 9 (RVR 1960)
La
violencia no terminara sobre esta tierra hasta que la tierra misma sea
completamente destruida y cuando esto ocurra llegaran nuevos cielos (Apocalipsis
21).
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