UN MUNDO VIOLENTO
Los vándalos son llamados comúnmente a
quienes usan la violencia en medio de las protestas o para referirse también a
aquellos que saquean negocios, roban dinero, etc. Su noción social se construye
a partir de un pueblo antiguo germano que empezó a ser conocido por saquear y
robar a Roma en el año 455; por lo anterior es mejor evitar usar la palabra
vándalo para referirse a una persona violenta, mejor es usar el adjetivo que
corresponda a lo que se quiere decir.
Las
personas que protestaron con violencia en el año 2019 en todo el contexto
latinoamericano fueron producto y títeres de unas ideas que se oponen muy
claramente a Dios, su Palabra y su orden. Estas situaciones están aumentando con
el fin de dar entrada al último tirano sobre esta tierra, el anticristo.
“…no os dejéis mover fácilmente de
vuestro modo de pensar, ni os conturbéis, ni por espíritu, ni por palabra, ni
por carta como si fuera nuestra, en el sentido de que el día del Señor está
cerca. Nadie os engañe en ninguna manera; porque no vendrá sin que antes
venga la apostasía, y se manifieste el hombre de pecado, el hijo de
perdición, el cual se opone y se levanta contra todo lo que se llama Dios
o es objeto de culto; tanto que se sienta en el templo de Dios como Dios,
haciéndose pasar por Dios.” 2
Tesalonicenses 2: 2-4 (RVR 1960)
Uno de los ideales que ha conducido a
la sociedad al desastre ha sido la relatividad. La relatividad moral es un
verdadero suicidio al razonamiento porque manifestar que todo es relativo
produce una mirada desconfiable y completamente absurda al convertirse, aun la
misma afirmación que se hace, en una verdad relativa, por lo tanto, imposible
de creer.
El mundo no solo se ha vuelto una
porquería, sino una completa locura. Pareciera que todos los gobernantes y
dirigentes hubieran salido del manicomio, porque aun sus pensamientos que
manifiestan al pueblo hacen dudar de que en verdad sean personas razonables.
Las personas, la mayoría, no tiene
criterio, sino se dejan llevar fácilmente por cualquier doctrina o pensamiento.
El
estado social moderno se ha basado aparentemente en unos principios
democráticos que buscan el bienestar y el punto de máximo de felicidad de cada
uno de sus ciudadanos, pero a la verdad esto es pura mentira, porque el Estado al
estar conformado por hombres que no reconocen al Dios vivo y verdadero, no le
importa ni un poco a los demás sino tan solo su propio bienestar.
Los
sociólogos en su intento de explicar diversos fenómenos sociales, como el
status quo, protestas en masas o encapuchados que solo saben lanzar piedras,
han promovido teorías sociales como el pánico moral (Stanley Cohen), histeria
colectica o la doctrina del shock (Naomi Klein). Estas teorías tienen una clara
postura sociológica en contra del capitalismo y el neoliberalismo, por lo
tanto, manifiestan que el estado es culpable de todos los desastres que pueden
ocurrir en un paro nacional o en una protesta “pacifica”.
Los
psicólogos también han querido explicar estas conductas en donde se ven grupos
grandes de personas usando la violencia en una teoría que han llamado la teoría
del aprendizaje social (TAS), la cual se resumir con el dicho populi “donde va
Vicente va la Gente”, es decir si la persona está en un grupo y ve que este
empieza a usar la violencia ella también lo hace, con el fin de ser aceptado en
el grupo, esto explica un poco mejor porque muchos de los que se manifiestan en
una marcha publica no tienen ideales claros frente a lo que marchan, sino lo
hacen para acompañar a su amigo o para ser aceptado en un determinado colectivo.
El
mundo de la porquería no solo se ha agradado de la violencia física sino
también de la mental, emocional y social, las cuales son tipos de violencia
realmente peores que la anterior. Una de ellas fue su más reciente construcción
de la ideología de género. Es importante destacar que la participación del
gobierno es más aclamada en momentos de crisis que en momentos de una aparente
paz, por lo que muchos gobiernos aprovechan el caos para generar reformas
constitucionales o promulgar leyes inmorales bíblicamente, mientras el pueblo
esta distraído.
La
ideología del genero ha sido un constructo que ha reunido la perversión sexual,
el asesinato a bebes no nacidos y el abandono a principios bíblicos, bueno el último
punto es la principal misión de esta artimaña de satanás que ha destruido
muchos hogares y vidas alrededor del mundo. De lo anterior se pueden leer
demasiados documentos, pero lo cierto y puntual es que no creen en el diseño
original del hombre y la mujer.
La
estrategia de crear una guerra en lo oculto y luego manifestar en público la
disposición para hacer la paz, aunque es bastante antigua ha seguido mostrando
su eficacia para muchos dictadores y gobernantes. Otra forma de cubrir todo el
desastre en un mundo como el nuestro ha sido la arquitectura y las grandes
construcciones que han llevado al pueblo a olvidar las atrocidades que cometen
nuestros dirigentes, porque parece ser mejor lo que se ve por fuera que lo que
realmente ocurre adentro.
La conciencia es la mejor compañía de
la verdadera ciencia. Ella es la que nos advierte junto a la razón de aquello
que es malo y nos motiva a seguir lo que es verdaderamente bueno. Es su voz,
por lo tanto, la que debemos escuchar, porque ella nos lleva a reconocer
nuestra maldad y a que solo en Cristo esta la verdad, porque Él es la Verdad.
El
estilo de vida de muchos ha sido motivado por crear una fachada embellecida
para ser el centro de atención y admiración de los demás, aunque la realidad
sea un desastre, así es que la televisión como los diferentes medios de
comunicación contemporáneos empezaron a ser tan usados, porque reflejaban una
mentira que todos querían y quieren creer. Pero el principio de realidad y la
fuerza de la verdad no permitirán que este engaño perdure en la eternidad sino
hay un fin que ha sido establecido y aun aquellos que decidieron confiar más en
el engaño que en la Verdad morirán en este fin.
“Jesús le dijo: Yo soy el
camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí.” Juan 14: 6 (RVR 1960)
Las
naciones necesitan con urgencia gobernantes justos, que tengan principios
bíblicos, pero más que gobernantes justos, necesitamos a Jesucristo como Señor
de nuestras vidas.
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