VERDADERA TEOCRACIA
La
teocracia se define como el gobierno de Dios, lo que no es igual a un gobierno
de hombres religiosos, por lo tanto lo que hubo en la edad media no fue una
teocracia y no debería llamársele de tal forma sino una religiocracia dada
principalmente por dos frentes el islam y el catolicísimo, los cuales son
despreciables por sus consecuencias y perturbante por su esencia.
“Vi un cielo nuevo y una tierra nueva;
porque el primer cielo y la primera tierra pasaron, y el mar ya no existía
más. Y yo Juan vi la santa ciudad, la nueva Jerusalén, descender del
cielo, de Dios, dispuesta como una esposa ataviada para su marido. Y oí
una gran voz del cielo que decía: He aquí el tabernáculo de Dios con los
hombres, y él morará con ellos; y ellos serán su pueblo, y Dios mismo estará
con ellos como su Dios. Enjugará Dios toda lágrima de los ojos de ellos; y ya
no habrá muerte, ni habrá más llanto, ni clamor, ni dolor; porque las primeras
cosas pasaron.” Apocalipsis 21: 1-4
(RVR 1960)
Como
verdaderos cristianos no anhelamos que hombres con falsas doctrinas e ideas
mentirosas gobiernen en el mundo pero nuestro ser no se preocupa, ni debe
angustiarse por ello, porque no esperamos en el hombre sino en Dios y en su
gobierno, es decir que esperamos una verdadera Teocracia, la cual aún no hemos
podido disfrutar a causa del pecado, esperamos el día en que Jesucristo
gobierne directamente, es nuestra esperanza por la que clamamos día y
noche MARANATHA que significa JESUCRISTO
VIENE.
La
esperanza del cristiano es su resurrección, para disfrutar con Cristo de su
gobierno por la eternidad, porque sabemos que el mejor camino para nuestras
vidas es el que Dios ha trazado, por esta razón no estamos en contra de la
Teocracia sino en contra de la religiocracia y no creemos que hubiera existido
en la humanidad caída una teocracia como la que anhelamos, porque sabemos que
solo será posible en los nuevos cielos y la nueva tierra, por lo tanto
descansamos en el Señor que las tribulaciones que pasemos sobre esta tierra no
son nada en comparación de la gloria de Dios que disfrutaremos en la
resurrección de nuestro ser.
“El Espíritu y la novia del Cordero
dicen: «¡Ven!» Que todos los que escuchen también digan: «¡Ven!» Que todo el
que tenga sed y quiera, venga y beba gratis del agua de la vida.” Apocalipsis 22: 17 (PDT)
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