ADICCIONES DEL SIGLO XXI

 

Los problemas se hacen cada vez más grandes en cuanto les prestemos más atención, causando en nuestros corazones angustia, perturbación y un grave malestar, pero cuando nuestra mirada es conducida a Dios la vanidad pierde importancia al igual que cualquier tipo de adicción. Muchos investigadores gnósticos concuerdan en decir que es imposible que una persona salga de una adicción y en parte tienen razón, porque es imposible para el ser humano en sus propias fuerzas pero nada hay imposible para Dios y Dios puede dar libertad a una persona de su esclavitud.

Las esclavitudes o adicciones del siglo XXI son más abstractas que concretas, porque han tomado mayor fuerza en las TIC (Tecnologías de la Información y Comunicación). Aunque sigue siendo un grave al problema las sustancias psicoactivas, existen nuevas adicciones que está empezando a esclavizar un mayor número de personas, principalmente en los lugares en los que ha llegado las TIC, no con eso digo que las TIC sean un problema sino la gran mayoría de su contenido, porque muchos de los que controlan este sistema mundanal generan un contenido antibíblico y profano a la Ley de Dios bajo el disfraz del entretenimiento.

Las nuevas adicciones torturan la mente de muchos bajo enseñanzas perturbadoras en pequeñas, medianas, grandes y hasta gigantes pantallas con el velo o el maquillaje de una falsa diversión. No hay doctrina mala que produzca frutos buenos, pero si una ilusión, es decir que aparenta a través de la astucia y el engaño ser bueno y generar plena satisfacción pero su realidad es perturbadora porque es la misma muerte. La muerte aunque sea contraria a la vida tiene un corazón que late con fuerza cada vez que se le permite, por eso es necesario rechazar todo mal pensamiento, evitar que haga un nido en nuestro corazón, y empezar a llenar todo nuestro ser con la Palabra de Dios, solo así será posible vencer correctamente las adicciones de este siglo, cualquier otra manera de querer vencerla terminara en un fracaso cada vez mayor, porque separados de Dios nada podemos hacer.