OBEDECER A NUESTRAS AUTORIDADES CON UNA MUY BUENA ACTITUD
“Esclavos, obedeced a vuestros amos terrenales con temor y temblor, con sencillez de vuestro corazón, como a Cristo; no sirviendo al ojo, como los que quieren agradar a los hombres, sino como siervos de Cristo, de corazón haciendo la voluntad de Dios. Servid de buena voluntad, como al Señor y no a los hombres, sabiendo que el bien que cada uno haga, ése recibirá del Señor, sea siervo o sea libre.” Efesios 6: 5-8 (RVR 1995)
En
lo largo de nuestra vida nos damos cuenta de que estamos bajo diferentes
autoridades. Desde nuestro nacimiento tenemos una autoridad que Dios nos ha
dado que son nuestros padres los cuales debemos honrar (Efesios 6:2), asi
tambien en la escuela como estudiantes nos encontramos bajo la autoridad de los
profesores, cuando trabajamos como empleados tambien tenemos un jefe como
autoridad, y asi tambien como ciudadanos del común, tenemos a la constitución, por
lo tanto no podemos negar el papel de la autoridad en nuestra vida, pero ¿Cómo
debemos responder a la autoridad?
En
primer lugar es necesario reconocer a la máxima Autoridad, aquella que está por
encima aun de la misma constitución, la Autoridad de la Palabra de Dios, y la
Biblia es la Palabra de Dios. En este pasaje de la Biblia el Señor nos enseña
que no hay ninguna autoridad que Dios no haya puesto, por lo tanto debemos
respetarla y obedecerla, siempre y cuando sus órdenes no contradigan la Palabra
de Dios, la Biblia que es nuestra máxima Autoridad. Ahora ¿Cómo nos enseña la
Biblia que debemos obedecer a nuestras autoridades?
No
es importante solo obedecer a nuestras autoridades sino hacerlo de una manera
sincera, con amor y buena voluntad, como si lo estuviéramos haciendo para el
Señor, con buena actitud, en humildad y con excelencia, porque no hay autoridad
que no haya sido puesta por Dios, por lo tanto quien obedece a las autoridades
de buena voluntad esta siendo obediente a Dios, mas quien no, esta siendo
rebelde a Dios.
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