NO SERÁ AVERGONZADO EL QUE CREE EN JESUCRISTO
“¿Qué, pues, diremos? Que los gentiles, que no iban tras la justicia, han alcanzado la justicia, es decir, la justicia que es por fe; mas Israel, que iba tras una ley de justicia, no la alcanzó. ¿Por qué? Porque iban tras ella no por fe, sino como por obras de la ley, pues tropezaron en la piedra de tropiezo, como está escrito: He aquí pongo en Sion piedra de tropiezo y roca de caída; Y el que creyere en él, no será avergonzado.” Romanos 9: 30-33 (RVR 1960)
La justicia de Dios que el apóstol
Pablo ha estado explicando no solo es un conjunto de virtudes, sino es el
carácter de Jesucristo y es un decreto legal que declara solo por la fe a un
cristiano libre de la pena y el castigo eterno que merecía, porque Jesucristo
pagó su deuda, mas no solo eso sino que la justicia de Jesucristo le ha sido
imputada. Los gentiles no fueron aceptados delante de Dios por ser gentiles, ni
porque no iban tras la justicia, sino que la causa de haber alcanzado la
justicia, la justicia que es por fe, fue porque Dios los escogió, no a todos,
pero si a muchos, como tambien lo ha hecho con muchos judíos, los llamó y ofreció
justificación, la cual no recibieron porque quisieron sino porque Dios por su
Gracia los llamó a la fe. En cambio los judíos que iban tras la justificación
por sus obras no la alcanzaron, como tampoco la obtendrá ninguna persona que
crea que pueda acercarse a Dios por sus méritos.
Los gentiles y judíos, cualquier
persona, sin importar su nacionalidad o historia familiar, nunca jamás será
justificada por las obras de la ley, nunca alcanzara libertad del pecado con la
ley, porque todo ser humano es vendido al pecado, esclavo de la maldad y
condenado al eterno fuego. Una vez más vemos que Dios está enseñando a la
humanidad que solo Jesucristo es la respuesta a la miseria eterna en la que está
envuelto todo hombre, pero para aquellos que han preferido ir tras las obras de
la ley para su justificación Jesucristo no es amado, sino odiado, por eso los
fariseos y los actuales religiosos judaizantes no pueden amar a Jesucristo, sino
lo odian, porque ellos se esfuerzan por salvarse y condenar a otros, cuando la
misma obra de Jesucristo enseña que solo su sacrificio expiatorio puede eliminar
la culpa por el pecado y limpiar al pecador.
Solo Dios puede salvar al ser humano, y
el único y verdadero Dios Trino ha ofrecido justificación a todo aquel que se
arrepiente y cree en Jesucristo. El que cree en Jesucristo, verdadero Dios y
verdadero hombre, no será avergonzado jamás, y este punto debe ser un constante
pensamiento en nuestros corazones, de tal manera de que no tengamos miedo de
anunciar a Jesucristo en todo lugar, aunque otros lo rechazan o nos traten de
irracionales, pero no lo somos, todo lo contrario, por Gracia somos sabios en
creer en Jesucristo, porque confiar plenamente en Jesucristo es de personas
sensatas.
“…pues nada me propuse saber entre
vosotros, excepto a Jesucristo, y este crucificado.” 1 Corintios 2: 2 (LBLA)
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