DIOS ES SOBERANO
“Pero me dirás: ¿Por qué, pues, inculpa? porque ¿quién ha resistido a su voluntad? Mas antes, oh hombre, ¿quién eres tú, para que alterques con Dios? ¿Dirá el vaso de barro al que lo formó: Por qué me has hecho así? ¿O no tiene potestad el alfarero sobre el barro, para hacer de la misma masa un vaso para honra y otro para deshonra?” Romanos 9: 19-21 (RVR 1960)
Dios no es injusto como algunos pretenden apelar. Pablo defiende la justicia de Dios en la soberanía de Dios, porque Dios tiene el derecho de decidir sobre su creación y aunque toda la humanidad justamente merece la condenación, la misericordia de Dios escogió a algunos para salvar, eso no significa que Dios escogió a unos para condenar, no se le puede atribuir a Dios la autoría del pecado sino que cada persona es responsable de su propio pecado. Lo que significa es que el mismo ser humano es condenado por su propia maldad, nadie puede culpar a Dios de su condenación, cada uno es responsable de su propio pecado, pero Dios escogió a unos para salvar, de toda esa masa corrompida de pecadores escogió a unos para salvarlos del pecado y de la condenación.
El hombre es una criatura que no tiene derecho de decirle a Dios lo que tiene que hacer, la humanidad caída en su arrogancia cree que puede altercar contra su Creador, pero debiera humillarse ante su Creador y darle gracias por su soberanía. Si decidiera llevar a todos al infierno no habría ninguna injusticia en Dios, es justo que fuéramos al infierno, es lo que merecemos por nuestra propia arrogancia, pecaminosidad e incredulidad, pero la gracia soberana de Dios escogió a unos, a nosotros que no lo merecíamos y eso debe llevarnos a una profunda humillación ante Dios, a un debido agradecimiento, a una entrega total a Él, porque no lo merecíamos ni lo merecemos, no podíamos ni queríamos buscar a Dios (Rom. 3). Todos debiéramos estar completamente alejados de Dios para siempre, pero Dios escogió a algunos para que podamos vivir para Él.
La
justicia de Dios debe ser considerada con profunda humildad y reverencia, porque
en Jesucristo hemos sido justificados, pagó por nuestra redención, a Dios solo
es la gloria, no hubo ninguna obra nuestra, y aunque la predestinación es un
gran misterio que no podemos entender por nuestra finita mente ante tal infinito
misterio, debemos reconocerlo y agradecer a Dios en inmensa humildad porque
hizo todo para salvarnos aunque nosotros hicimos todo para condenarnos. Dios es
soberano y puede disponer de sus criaturas como quiere, eso debe llevarnos a
agradecer a Dios con un corazón humilde, humillándonos ante él para reconocer
que nada hicimos para ser sus hijos, sino que ha sido su pura gracia soberana
que nos escogió. A manera de aplicación, como cristiano, recuerda en profunda
reverencia que fue por Gracia de Dios que fuiste escogido, por lo tanto procura
con todas nuestras fuerzas vivir una vida que sea conforme a su santo
llamamiento y sigue predicando el evangelio, no sabemos a quién el Señor ha
escogido, predica a todos, los que escuchen y creyeren en el evangelio serán
aquellos predestinados que serán salvos, por lo tanto trabaja en la
evangelización y en tu santificación, pero al mismo tiempo descansa en la
soberanía de Dios.
Comentarios
Publicar un comentario