COLUMNA Y BALUARTE DE LA VERDAD
“Por eso, desechando la mentira, hablad verdad cada uno con su prójimo, porque somos miembros los unos de los otros. Airaos, pero no pequéis; no se ponga el sol sobre vuestro enojo, ni deis lugar al diablo. El que robaba, no robe más, sino trabaje, haciendo con sus manos lo que es bueno, para que tenga qué compartir con el que padece necesidad.” Efesios 4: 25-28 (RVR 1995)
No debemos confundir la compasión con la
mentira, parece que no somos capaces de hablar con la verdad a nuestro hermano
porque creemos que estamos movidos por un sentimiento de compasión que nos
impide a hacerlo, pero la verdad es que este sentimiento no es otro que el
orgullo, porque el orgullo esconde la verdad.
La verdad debe ser defendida, amada y hablada
entre nosotros como Iglesia de Jesucristo, porque somos llamados columna y
sostén de la verdad, la verdad es la Palabra de Dios y Jesucristo mismo tambien
dijo que Él es la Verdad, por lo que honrar la Verdad es honrar a Dios, es asi
que tenemos el derecho y el deber de airarnos cuando la verdad no está siendo
predicada en la iglesia como debe ser predicada, esta ira santa es la que
motivara a la exhortación y al cuidado de la sana doctrina en la Iglesia y por
lo tanto de su integridad, porque de la enseñanza bíblica es que emerge la
verdadera comunión y amor entre nosotros.
No debemos seguir viviendo en la mentira,
sino desecharla por completo, desde nuestro interior, pero esto es imposible si
no nos refugiamos en la Gracia de Dios y en su Bendita Palabra, por lo que para
dejar los malos hábitos debemos reconocer nuestra total y necesaria dependencia
de Dios y obrar radicalmente en contra de los malos hábitos, dejándolos atrás.
Por esta razón el Señor ordena al que robaba y que ahora ha nacido de nuevo que
deje atrás este mal hábito y lo reemplace por uno bueno que sería trabajar lo
cual será de gran bendicion no solamente para el sino para quienes tambien
tengan necesidad, porque tendrá en como ayudarles. Por lo tanto, desechemos
toda mentira y honremos con gozo y firmeza la preciosas verdad.
Comentarios
Publicar un comentario