ALEJADOS DE DIOS
“Como ellos no quisieron tener en
cuenta a Dios, Dios los entregó a una mente depravada, para hacer cosas que no
deben. Están atestados de toda injusticia, fornicación, perversidad, avaricia,
maldad; llenos de envidia, homicidios, contiendas, engaños y perversidades. Son
murmuradores, calumniadores, enemigos de Dios, injuriosos, soberbios,
vanidosos, inventores de males, desobedientes a los padres, necios, desleales,
sin afecto natural, implacables, sin misericordia. Esos, aunque conocen el
juicio de Dios, que los que practican tales cosas son dignos de muerte, no sólo
las hacen, sino que también se complacen con los que las practican.” Romanos 1: 28-32
El perverso camino de la impiedad es
uno alejado completamente de Dios, es en este sendero que aprobaron ir aquellos
que mudaron la verdad de Dios por la mentira, honrando a las criaturas antes
que al Creador. Vivir lejos de Dios, no estar en Dios, fue el mismo pasil que
deambuló Caín, uno que aprueba no vivir en Dios, pero es en este errar que el
ser humano es abandonado por su Creador para que haga nada bueno.
Nada bueno es lo único que puede hacer
el que se satisface de toda injusticia, iniquidad e inmoralidad. Las características
del que celebra vivir sin Dios es malicia, soberbia, intranquilidad, deshonra a
los padres, como enseñan claramente los versículos 31 y 32. Es un completo despiadado
todo aquel que vive alejado de Dios.
La muerte es lo que merecen este tipo
de personas, pero ¿Qué si ellos eres tú? Es fácil señalar cuando se trata de
otros, pero cuando te describen a ti ¿Puedes aceptarlo? Cuando el rey David fue
reprendido por Natán, escuchó la historia de un hombre rico que había robado a
otro que era pobre, fue fácil señalar al rico, pero cuando confrontado por
Natán comprendió que a quien juzgaba era él, se entristeció y llegó al
arrepentimiento. Estos versículos, como cada pasaje de la Biblia, hablan
claramente de Jesucristo, el tema central no es el perverso camino de la
impiedad sino Jesucristo, porque es únicamente Jesucristo el Camino, la
Respuesta para aquel que se encuentra alejado de Dios, y mira que el perverso
que es nombrado allí, no es unos, sino terminamos siendo todos, más adelante,
en Romanos 3, nos lo confirmará Pablo, pero es en medio de esta mala noticia
que podemos ver a Jesucristo resplandeciendo como un faro en medio de la densa
oscuridad. Solo Jesucristo puede salvar a un hombre pecador, muerto por su
pecado, que nada puede hacer sino solo el mal.
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