¿ADICTOS AL CELULAR?
El celular es una herramienta tecnológica que carece de carácter moral es decir que no es mala ni buena, aunque puede ser útil, y el uso que se hace de la misma si tiene un peso moral, por es razón el problema no es la herramienta sino la utilidad que se le da a la misma. Si se trata a una herramienta como si fuera una necesidad dejará de tener buena utilidad, será como nubosidades en el camino, no permitirá ver el lugar por transitar.
Los
celulares tenían una función principal, recibir y hacer llamadas, como un
teléfono fijo, pero a diferencia de este, la persona podía movilizarse porque
lo llevaba consigo, por lo que se conocía como teléfono móvil. Pero a medida
que han pasado los años han adquirido más funciones, convirtiéndose en más que
un teléfono un computador pequeño que puede ser llevado a todas partes, en
donde aparentemente puedes tener lo que quieras: una amistad (redes sociales),
domicilios, banco, colegio, universidad, hasta la misma “iglesia”.
La
llegada del internet ha cambiado muchas costumbres alrededor del mundo, para
bien o para mal, aunque más para mal que para bien, porque ha convertido a un
mundo más indiferente a la realidad y dependiente de un aparato tecnológico. Es
triste ver como las personas se matan por un celular, se quitan la vida por lo
que ahora llaman ciberacoso o ciberbullying, se quedan horas y horas
hipnotizados al frente de una pantalla, hasta pueden pasar años, muriendo lentamente
al frente de una herramienta que había sido pensada, algún día atrás, para unir
en vez de separar.
“Todas las cosas me son lícitas,
pero no todas son de provecho. Todas las cosas me son lícitas, pero yo no me
dejaré dominar por ninguna.” 1 Corintios 6: 12 (LBLA)
El
Señor Jesucristo vino a traer libertad a las almas cautivas del pecado, esa
libertad para decir no a lo que quiere dominarnos como podría ser un celular. No
es que el celular tenga un carácter moral negativo sino el problema radica en
la persona que se deja dominar por este, así pasa con la marihuana, nunca se
podrá erradicar el uso ilegal de la marihuana mientras se siga atacando a la
planta, porque el problema no es la planta de la marihuana sino el hombre
pecador que la usa para fines perversos.
Si
tienes problemas con el celular, el problema eres tú no tu celular, entonces
reconoce delante de Dios tu pecado, el cual solo puede ser erradicado por medio
del arrepentimiento y la fe en Cristo Jesús.
“¡Ten misericordia de mí, oh Dios,
ten misericordia! ...” Salmos 57: 1 (NTV)
Comentarios
Publicar un comentario