NO HUYAS DE LOS PROBLEMAS. MIRA A JESUCRISTO.
Todos los días estamos en
problemas, que pagar el arriendo, las deudas, la comida, que hay que trabajar,
tenemos problemas en el estudio, nos quieren echar, se incendió la casa, no
tenemos nada, el país está en crisis, en la casa siguen las discusiones, nuestros
amigos nos dieron la espalda, etc. Eso nos hace pensar en que no valemos nada o
en que nada vale la pena, sino que lo mejor es, como dice la canción de Jesse y
Joy “corre, corre, corre, corazón”. Huir ha sido aparentemente la mejor
solución, pero la verdad es que no lo es, eso es rendirse ante los problemas,
no sabiéndolos enfrentar.
La filosofía nos lleva a
pensar, como Salomón, cuando dijo “Miré
todas las obras que se hacen debajo del sol; y he aquí, todo ello es vanidad y
aflicción de espíritu.” [1]. Si, es así, todo es triste y sin
sentido, pero para quien no tiene fe, ni esperanza, ni amor. Esto nos lleva a
una pregunta: ¿Por qué es tan importante que le encontremos sentido a la vida?
Lo es, porque sin propósito no hay motivación para vivir sino solo el deseo de
morir.
La existencia de la vida no
es casualidad sino tiene un destino que no son pocos los que lo cuestionan. Es
en esta reflexión que muchos se unen a religiones o filosofías que más se
parezcan a su modo de vida, pero la verdad nunca se acomodara a la mentira, por
tal razón es que nuestra vida de mentiras nunca será verdadera vida hasta que
no sea totalmente transformada por el Ser que nos ofrece fe, esperanza y amor.
“Jesucristo te necesitamos. Sin ti la vida carece de
sentido. No hay razón para avanzar, para pensar, para dormir ni siquiera para
comer, porque todo torno triste y oscuro cuando las tormentas llegan a nuestra
vida. Aun así, ayudamos, danos fe para poder mirar más allá de las tormentas,
de los problemas, con el fin de no dejarnos llevar por el momento sino solo por
ti. Danos confianza, danos paz, sálvanos de nosotros mismos, se tu
transformando cada área de nuestro ser. Te lo pido Señor, en el nombre de
Cristo Jesús. Amen”
La oración que pide a Dios
salvación eterna es escuchada y respondida por Dios cuando se es sincero, es
decir cuando en verdad se humilla ante Dios, arrepintiéndose de todas sus
maldades. Y cuando Dios perdona al hombre lo hace para siempre y por todos sus
pecados, pasados, presentes y futuros, pero eso no significa que no debemos
arrepentirnos ante Dios todos los días, sino que el Espíritu Santo siempre
estará en nosotros, aunque fallemos, porque Él es fiel.
“Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En
el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo.” Juan 16: 33 (RVR 1960)
[1] Eclesiastés
1:14 (RVR 1960)