LA HISTORIA HEBREA
Los
hebreos son designados como los primeros judíos o israelitas.
El
término hebreo (“habiru”) significa “gente
del otro lado”, es decir los que venían del otro lado del río Éufrates. Son
llamados así a raíz de Abram, habitante de la antigua baja Mesopotamia (ciudad de
Ur) ,el cual se trasladó de allí, donde vivía cómodamente, a una tierra
desconocida , que Jehová le había prometido para que habitase él y toda su
descendencia , por esto es que su camino desde Ur hasta la tierra prometida, es
un camino por fe. Abram ya viejo, de edad de cien años, recibió promesa
del Señor, de tener descendencia abundante, y como señal del pacto, Dios le
cambió el nombre de Abram a Abraham (padre de muchedumbre de
pueblos). Abraham tendría un hijo al cual llamaría Isaac, siendo
engendrado de Sara su mujer (la cual era estéril y de edad muy avanzada). Y en
el tiempo predicho por Jehová Sara engendró a Isaac.
Abraham
ya de edad muy avanzada le consigue esposa (Rebeca) a su hijo Isaac (lo
cual era normal en ese tiempo); y este la amó mucho y engendro de
ella a Jacob y a Esaú, los cuales eran mellizos, pero Esaú era el primogénito,
por ende era el que recibía la bendición de su padre. Un día Esaú muy cansado y
con hambre le pide a su hermano Jacob un plato de comida, Jacob se la da pero le
impone una condición , la cual era recibir a cambio la primogenitura , Esaú
acepta sin tomar valor a esta (la primogenitura) , pero Jacob si le dio mucha
importancia, pues sabia sus beneficios. Isaac ya
viejo y con poca vista espera darle
la bendición a su hijo Esaú, pero Jacob al oír esto va donde su
Padre y lo engaña aparentando ser Esaú, y toma la bendición de Esaú,
luego escapa de la casa de su Padre, puesto que su hermano lo buscaba
para darle muerte, y en el camino se encuentra con el Ángel de Jehová y
peleo con él. Luego Jehová le dijo que su nombre será cambiado de Jacob a
Israel (significa “el que pelea con Jehová”) y lo bendice, más tarde Jacob se
reconcilia con Esaú y cada uno va a su tierra y se alejan, y Jacob concibe
doce hijos (Hijos de Lía: el primogénito de Jacob, Rubén; después Simeón, Leví,
Judá, Isacar y Zabulón. Hijos de Raquel: José y Benjamín. Hijos de Bilhá, la
esclava de Raquel: Dan y Neftalí. Hijos de Zilpá, la esclava de Lía: Gad y
Aser. Estos fueron los hijos de Jacob, que le nacieron en Paddán Aram). Cada
hijo de Jacob representa una tribu, es decir que de Jacob o Israel nacieron
doce tribus
ISRAEL
HABITA EN EGIPTO
Jacob
tuvo un hijo llamado José, el cual fue envidia de sus hermanos, pues era el
preferido y consentido de su padre, por lo que se lo dieron a los madianitas
mercaderes, los cuales lo vendieron a los ismaelitas (descendientes de Ismael
(hijo de Abraham)) y lo llevaron a Egipto. En Egipto fue tomado como esclavo de
Potifar, pero Jehová estaba con José, por lo que la casa de su amo fue
bendecida. Potifar al ver la bendición de Dios sobre José, lo ascendió como
mayordomo de todos sus bienes. José pasó por diversas dificultades, pero en
todo Jehová lo bendecía, y fue la confianza en Dios esperando pacientemente en
Él lo que finalmente le dio el poder en Egipto más grande y con mayor
responsabilidad, el de gobernar todo este pueblo (solo en el trono era mayor
el Faraón). Luego, en toda la tierra hubo hambre, según lo predicho por Jehová,
y Egipto era el único territorio en donde había provisiones, por lo que pueblos
y familias de todas partes iban a Egipto por alimento. Así mismo los hijos de
Jacob fueron a Egipto para conseguir algo de comer, y llegaron a José para
pedir provisión. Ellos al verlo no lo reconocían como su hermano, pero José si
los distinguió y los retuvo un tiempo. José dejando todo mal recuerdo, después
de un tiempo, se dio a conocer ante sus hermanos y los abrazó. Les
dijo que trajeran a su Padre y permanecieran en Egipto junto a él
(esto ocurre en el siglo XIV a. C). Emigraron a Egipto y trajeron a su
padre Israel y habitaron junto a José en Egipto, luego Israel vio a su hijo, lo
abrazó y lo bendijo e igualmente bendijo a su demás hijos y a los hijos de
José, Manases y Efraín, que hicieron parte de las tribus de Israel como
remplazo de José.
EXODO
Habían
pasado cuatrocientos años desde que los hijos de Israel habitaban en
Egipto, por lo que ya era una nación grande en número.
El Faraón, quien no conocía de José, oprimió y mandó a asesinar a
los bebes varones de Israel, porque pensaba que era la mejor forma para que no
se rebelaran. Pero una mujer al conocer el edicto del faraón tomó a su hijo, lo
escondió dentro de una caja calafeteada, y lo dejo a la orilla
del rio mientras pasaban los guardias del Faraón. La hija del faraón vio al
niño en la caja sobre el rio y lo tomó, luego le puso por nombre Moisés (que
significa sacado de las aguas). Lo crío en la casa del Faraón, educándolo con
lo mejor, siendo la “niñera” del bebe su propia madre. Luego Moisés, ya de edad
madura, ve como maltratan a un israelita, se aíra contra este egipcio y
compulsivamente lo asesina. Al darse cuenta de lo que había hecho, huye de
Egipto, y se refugia en donde nadie lo encontraría. En ese lugar en el que
se esconde (llamado Madian) conoce a una mujer a quien toma como esposa.
Después de que Moisés estuviera un tiempo prudencial en Madian , Jehová le dice
a Moisés que saque a Israel de la esclavitud en la que está sometido,
entonces él va y se reúne junto a su hermano Aarón y habla delante del
Faraón para que libere a Israel , pero el Faraón se rehúsa a sacar a
Israel , por lo que Jehová le envía diez plagas (el agua convertida en
sangre, ranas, mosquitos, piojos o pulgas, tábanos, peste , ulcera, tormenta ,
langosta , tinieblas y muerte a primogénitos) y aun así se rehúsa a liberar a
Israel. Al comprender el faraón de todo el mal que le había venido a
causa de los Israelitas, decidió dejar ir a Israel. Entonces Israel se va de
esta tierra de esclavitud, pero no con las manos vacías, porque cada uno salió
con cosas de valor en sus manos.
Se
fue Israel caída la noche, pero en la oscuridad no se encontraban en soledad
porque Jehová estaba con ellos dándoles luz de Noche y protección de día, y las
aguas del mar rojo fueron abiertas y pasaron en medio de ellas. Pero luego
el Faraón se arrepintió de dejar salir a Israel y mandó a que los siguieran,
mas no pudieron alcanzarlos, y pasando ya todo Israel las aguas del Mar Rojo,
las aguas se cerraron y allí murió gran parte del ejército de Egipto.
ISRAEL
CONQUISTA LA TIERRA PROMETIDA
Israel caminó
como nómadas cuarenta años por el desierto, debido a sus rebeldías
contra Dios, siguiendo sus propios razonamientos, por ello la siguiente
generación, y no está, fue la que entró a la tierra prometida. José dirigió a
la nueva generación de Israel en la conquista de la tierra prometida (la cual
habitó Abraham anteriormente), donde los cananeos moraban (Canaán). En el
siglo XII a.C. los hebreos tuvieron enfrentamientos con los cananeos, al
finalizar la guerra, Israel obtuvo la victoria y tomó esa tierra por heredad.
Entre ellos dividieron la tierra en doce partes para distribuirla a las doce
tribus de Israel y habitaron en ella.
(Desde
que Moisés dirigió a Israel hasta el último juez sobre Israel llamado Samuel se
le llama la época de los jueces (1200-1030 a.C.), unos 170 años).
EL
CISMA
En
el año 1030 a.C., Israel demanda un rey, como los demás pueblos lo tenían.
Jehová Dios al oír sus súplicas les declara, por medio de Samuel (último juez
de Israel), lo que acontecerá con aquel rey. Luego Samuel por mandato de Jehová
unge a Saúl por rey, el cual era alto y de hermoso semblante. Saúl ya rey
es llevado a una misión por Jehová, donde debía destruir a todos los
pecadores de Amalec haciéndoles guerra hasta que fueran totalmente acabados,
pero Saúl preserva la vida del rey de Amalec, desobedeciendo a Jehová. Saúl
justifica su acción dando sacrificio a Jehová de lo que había recibido por Agag
rey de Amalec, pero Jehová le dice a Saúl por medio de Samuel - “EL OBEDECER ES MEJOR QUE LOS SACRIFICIOS”-
y Samuel manda a traer a Agag y lo corta en pedazos.
Jehová
Dios dice a Samuel que unja a David, hijo de Isaí, por rey, el cual era
un humilde pastor de ovejas, Samuel lo unge, pero David no llega a ser rey de
un día para otro, sino va llegando al reino de paso a paso, con el apoyo de
Jehová. Saúl al ir entendiendo que la unción de Dios estaba sobre David para
que fuera rey, procuró dar muerte a David pero Dios lo guardó de él y de
sus demás enemigos. La conclusión de Saúl y sus hijos fue la muerte en la
guerra, por lo tanto, David es nombrado rey de Israel por cuarenta años,
donde hubo época de gran paz.
Salomón,
hijo de David, reinó con sabiduría, por lo que construyó casa a Jehová
y su reino creció hasta alcanzar a poseer más riquezas que cualquier otro
hombre, pero ya viejo siguió a dioses ajenos, por tanto Jehová se enojó
contra Salomón y le dijo que entregaría el reino a uno de sus siervos
(Jeroboam) y daría una tribu a su hijo Roboam por amor a David. Salomón al
saber que Jeroboam iba a tomar el reino, procura asesinarlo (así como Saúl
intentó hacerlo con David). Jeroboam por miedo a Salomón, huye a Egipto y se
refugia allí hasta la muerte de Salomón. Al morir Salomón, en el año
931 a.C., le sucede su hijo Roboam, pero este no es aceptado en todo Israel,
sino solo en Judá. Sin embargo, en Israel le ponen una condición: aliviar el
yugo que les puso su padre. Roboam lo considera pidiendo consejo a los
ancianos de Israel y a los jóvenes que compartían con él , luego concluye su
decisión a favor del consejo de sus amigos rechazando la propuesta de los
israelitas, por lo contrario les añadió yugo, azotes y castigos. Jeroboam
vuelve a Israel y es aceptado por la gracia de Dios en todo Israel, menos en
Judá, porque ellos prefirieron a Roboam, hijo de Salomón, por rey (a este
periodo se le llama El Cisma (significa división entre los individuos de una
misma comunidad) lo cual ocurre en los siglos IX y VII en Israel). La división
de Israel originó la formación de dos reinos: el reino de Israel y el reino de
Judá, por esto la historia de Israel se cuenta en dos partes después de esta
época.
En
esta breve historia del pueblo de Israel podemos aprender que de la codicia en
el corazón del hombre, envidia y sus vanos deseos, al no escuchar el consejo de
Dios, solo se puede cosechar maldición.
“¿de dónde vienen las guerras y los
pleitos entre vosotros? ¿No es de vuestras pasiones, las cuales combaten en
vuestros miembros? Codiciáis y no tenéis; matáis y ardéis de envidia y nada
podéis alcanzar; combatís y lucháis, pero no tenéis lo que deseáis, porque no
pedís. Pedís, pero no recibís, porque pedís mal para gastar en vuestros
deleites. ¡Adúlteros!, ¿No sabéis que la amistad del mundo es enemistad contra
Dios? Cualquiera pues que quiera ser amigo del mundo se constituye en enemigo
de Dios”
Santiago 4: 1-4 (RVR 1995)