¿COMO SÉ QUE SOY UN VERDADERO CREYENTE?
“El
Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu de que somos hijos de Dios”
Romanos 8: 16 (RVR 1960)
En nuestros delitos y pecados vivíamos en un
espíritu muerto, pero en el nuevo nacimiento hemos recibido un espíritu de
adopción por el cual clamamos ¡Abba Padre!, por lo tanto podemos estar seguros
de que somos hijos de Dios si en verdad nuestro espíritu lo reconoce como
Padre.
Si en verdad padecemos con Cristo seremos
glorificados con El, siendo herederos del reino de Dios. Padecer no significa
azotarnos, ni mantener ciertos ritos que aparentan cierta religiosidad, porque
esto es solo una fachada que nada es para el Señor. Los méritos humanos en sí
mismos no valen nada delante de Dios, pero humillarnos ante Dios reconociendo
que Cristo murió por nosotros a fin de que podamos vivir en El, por El y para
El, es ofrenda de olor fragante delante de Dios porque Jesucristo no echa fuera
quien a Él viene.
Jesucristo es el puente de reconciliación
entre Dios y nosotros, por lo tanto vayamos a Jesucristo reconociendo su Obra
de Redención. No puedes seguir en rebeldía contra Dios, ni procurar que tus
obras en sí mismas pueden agradar a Dios sino debes buscar la paz con Dios por
medio de Jesucristo, porque de lo contrario vivirás bajo la ira de Dios y, si no
te arrepientes ahora mismo, tu vida será entregada al lugar de tormento,
oscuridad y esclavitud eterna.
“Bienaventurados
los que procuran la paz, pues ellos serán llamados hijos de Dios.”
Mateo 5: 9 (RVR 1960)