DIOS ES NUESTRO AMPARO
La maldad en el mundo ha
pervertido la justicia y el derecho, haciendo que la única ley que gobierne sea
la “del que más tiene gana”,
pisoteando a los desvalidos sin temor alguno de Dios. El desvalido es aquel que
no tiene el amparo, la ayuda. ni la protección que necesita. Es aquel que se
refugia en el Señor.
“¿Por qué los malvados desprecian a Dios
y quedan impunes?
Piensan: «Dios nunca nos pedirá cuentas».
Pero tú ves los problemas y el dolor que causan;
lo tomas en cuenta y los castigas.
Los indefensos depositan su confianza en ti;
tú defiendes a los huérfanos.”
Piensan: «Dios nunca nos pedirá cuentas».
Pero tú ves los problemas y el dolor que causan;
lo tomas en cuenta y los castigas.
Los indefensos depositan su confianza en ti;
tú defiendes a los huérfanos.”
Salmos
10: 13-14 (NTV)
Las personas que han sufrido
alguna enfermedad, están es condición de discapacidad, han sido privadas de su
libertad injustamente, tienen más enemigos que amigos, sus padres los han
abandonado, sufren persecución por causa de Jesucristo, no están enfrentando la
soledad sino un tiempo a solas con Dios en donde entenderán el gran amor de
Dios para quienes depositan su confianza en El.
“Dios es nuestro amparo y fortaleza, Nuestro
pronto auxilio en las tribulaciones.” Salmos 46: 1 (RVR 1960)
El lugar más inseguro no es
en medio de un enfrentamiento armado, no está en Salstraumen en donde están los
remolinos más potentes del mundo, ni en Mosul en donde continuamente el estado
islámico aterroriza a la gente, sino es en cualquier lugar fuera de la voluntad
de Dios.
“Y no temáis a los que matan el cuerpo, pero no pueden
matar el alma; más bien temed a aquel que puede hacer perecer tanto
el alma como el cuerpo en el infierno.” Mateo 10: 28 (LBLA)