¿BIEN O MAL?


El Señor le dijo a su pueblo Israel, después de sacarlos de la tierra de Egipto, que si le obedecerían conocerían la tierra que Él les había prometido, pero de no hacerlo, morirían sin poder disfrutarla. Pero Israel no obedece, por lo tanto, tuvieron que estar 40 años, como castigo, dando vueltas por el desierto, sin avanzar, habiendo podido durar tan solo 11 días y, también, esta generación, murió sin poder conocer la tierra que el Señor les había prometido.
Los dos caminos que el Señor pone delante de nosotros es el camino del bien y el del mal, pero Dios nos aconseja seguir el camino del bien, el mejor, el de la vida, porque el otro es de muerte, maldición, es lo peor. El primer camino es el de obedecer a Dios, el segundo es desobedecerle. El Señor le dijo a su pueblo Israel que si lo obedecían serian benditos entre las naciones, pero el pueblo de Israel le desobedeció, por eso es que Nehemías clamó al Señor de la siguiente manera:
“Te ruego, oh Jehová, Dios de los cielos, fuerte, grande y temible, que guarda el pacto y la misericordia a los que le aman y guardan sus mandamientos; esté ahora atento tu oído y abiertos tus ojos para oír la oración de tu siervo, que hago ahora delante de ti día y noche, por los hijos de Israel tus siervos; y confieso los pecados de los hijos de Israel que hemos cometido contra ti; sí, yo y la casa de mi padre hemos pecado. En extremo nos hemos corrompido contra ti, y no hemos guardado los mandamientos, estatutos y preceptos que diste a Moisés tu siervo. Acuérdate ahora de la palabra que diste a Moisés tu siervo, diciendo: Si vosotros pecareis, yo os dispersaré por los pueblos; pero si os volviereis a mí, y guardareis mis mandamientos, y los pusiereis por obra, aunque vuestra dispersión fuere hasta el extremo de los cielos, de allí os recogeré, y os traeré al lugar que escogí para hacer habitar allí mi nombre. Ellos, pues, son tus siervos y tu pueblo, los cuales redimiste con tu gran poder, y con tu mano poderosa. Te ruego, oh Jehová, esté ahora atento tu oído a la oración de tu siervo, y a la oración de tus siervos, quienes desean reverenciar tu nombre…” Nehemías 1: 5-11 (RVR 1960)
El Señor, Dios Todopoderoso, sabe que hemos pecado contra él, por eso es que nuestras naciones están malditas, pero Dios sanara a aquellas naciones y a aquellas personas que vuelvan a sus caminos, apartándose del mal, arrepentidos de corazón delante de Él.
“En esto se mostró el amor de Dios para con nosotros, en que Dios envió a su Hijo unigénito al mundo, para que vivamos por él.” 1 Juan 4: 9 (RVR 1960)
El obedecer a Dios es guardar sus mandamientos, pero esto es imposible si primeramente no amamos a Dios. Amar a Dios es reconocer que Él nos amó primero, por lo tanto el amor es de Dios. El Camino al que debemos volver es Jesucristo, no existe otro camino y es en la Biblia que podemos tener claridad para seguir al Camino, guardando su ley. El que sigue al Señor no solamente vivirá confiado en la tierra sino tendrá vida abundante porque la bendición de Dios guiara sus pasos. Por lo tanto, lo más importante para el ser humano es tener vida en Cristo a fin de agradarle en obediencia a Dios, pero si el hombre prefiere apartarse del Señor endureciendo su corazón contra El, morirá en su propia condenación.

Referencias Bíblicas
  • -          Levítico 26
  • -          Deuteronomio 11: 1; 28; 30: 15-18
  • -          Proverbios 6: 6; 4: 25-27
  • -          Mateo 22: 36-40
  • -          Juan 10: 10; 14
  • -          Romanos 15: 14
  • -          Hebreos 12: 5-11
  • -          2 Pedro 1: 3-7


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