VIVIENDO LA LIBERTAD DE LA CRUZ
“tus testimonios son muy firmes; La santidad conviene a tu Casa, Jehová, por los siglos y para siempre” Salmos 93: 5 (RVR 1995) La libertad se expresa en el amar a Dios y en el amar a nuestro hermano sin condición alguna. Considerando lo anterior es necesario que aprovechemos bien el tiempo, evitando vanas discusiones, no dejándonos llevar por las falsas ilusiones de nuestro corazón sino procurando agradar a Dios siendo santos. La Palabra de Dios renueva nuestros pensamientos, direcciona nuestras vidas, y nos enseña la libertad que tenemos en Jesucristo a fin de que la podamos disfrutar. Así mismo, demostramos el amor a nuestro prójimo encaminándolo o encaminándola a su pureza, es decir no siéndole piedra de tropiezo para que caiga en la lujuria, en el adulterio, en la fornicación, en las mentiras, o en cualquier cosa semejante, sino procurando que el o ella transite por el camino de la santidad. La pureza no la podemos ver como un cuadro en donde nos encerramos sino ...