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Mostrando entradas de octubre, 2020

SI MUERES HOY ¿A DÓNDE VA TU ALMA?

Una de las preguntas, por no decir, la pregunta más importante que el hombre puede hacerse, sobre esta tierra, es sobre el destino de su alma, porque bien se sabe que el cuerpo se deteriora y se hace polvo, pero ¿qué pasara con el alma y el espíritu después de la muerte? El alma se refiere a la mente y el espíritu al aliento de vida, sin estos dos, el cuerpo no es más que materia muerta, es decir que el alma es lo que somos, el espíritu lo que nos da vida y el cuerpo donde habitamos. El espíritu, el pneuma, del hombre es dado por Dios para que reconozca a su Creador y pueda tener una comunión íntima con El, pero este está muerto, en todo hombre, desde su nacimiento. La mente del ser humano parece estar activa, como si estuviera vivo su razonamiento, pero la realidad es que está agonizando, porque sin el espíritu el razonamiento no encuentra sentido. “Quítate de delante del hombre necio, porque no hallarás ciencia en sus labios.” Proverbios 14: 7 (RVR 1995) No hay conocimiento ...

¡HAS DEJADO TU PRIMER AMOR!

  El primer amor de un cristiano es Cristo, no una persona, ni siquiera una conducta, sino Cristo Jesús. Pero muchos han olvidado su primer amor viviendo bajo el señalamiento y juicio a otros, siendo el legalismo y la religiosidad la causa de su desviación. Las buenas obras, el arduo trabajo, no desmayar sino continuar con paciencia es importante, pero si el amor de Cristo no es el motivo entonces es posible que se caiga en una religiosidad que lleve a la soberbia y señalamiento a otros. Cuando un cristiano está empezando a vivir de esta manera es necesario que haga un alto y recuerde su propia vida, el lugar de donde ha caído, para que se arrepienta y viva en el amor de Cristo. “Pero tengo contra ti, que has dejado tu primer amor. Recuerda, por tanto, de dónde has caído, y arrepiéntete, y haz las primeras obras; pues si no, vendré pronto a ti, y quitaré tu candelero de su lugar, si no te hubieres arrepentido.” Apocalipsis 2: 4-5 Las iglesias no pueden olvidar que su f...